
Los hosteleros detectan más ambiente en sus locales pero menos consumo
21 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La ciudad empieza a recuperar el ocio nocturno después de dos meses de confinamiento y varias semanas de progresiva desescalada. Aunque la normalidad todavía no ha regresado a los bares de la zona de vinos, en donde los pubs y discotecas ourensanos continúan cerrados, sí es cierto que el ambiente festivo, el jaleo entre amigos y el consumo van en aumento. La fiesta por la noche en la capital se traslada a las terrazas. De ahí que lo más habitual ahora sea no encontrar sitio en ninguna o tener que sumar sillas a las mesas para entrar todos. «La vuelta está siendo mejor de lo esperado, estamos contentos y muy animados porque la verdad es que los días de salir, la terraza está llena», explica Faisal Tijani, propietario del Tragaluz, en la plaza de San Martiño. Totalmente diferente es lo que ocurre a la hora de entrar al local. «El interior de nuestro negocio es muy grande y, aún así, la gente apenas entra, les da respeto. Por eso solo hemos llegado al 40 % de afluencia de un sábado normal», dice.

El Tragaluz comparte plaza con el bar Miguel, en donde además de cenar es habitual que los ourensanos tomen la copa de primera hora, en este momento casi la única posible debido a la limitación de cerrar a las tres. «Sí que es cierto que todas las mesas de la terraza están llenas tanto viernes como sábado por la noche, pero no se hace caja. Se consume mucho menos», apunta Miguel Rejo, dueño del local. «Las primeras noches notamos que la gente tenía muchísimas ganas de juntarse pero también de beber, de brindar, de compartir... ahora la cosa va a menos, vienen pero se pasan horas con una consumición», añade. El empresario apunta a que los clientes miden más el dinero que gastan y tienen en cuenta la hora de cierre.

La mayoría de hosteleros hacen hincapié en el hecho de que la noche ourensana postconfinamiento empieza cada vez antes. «Sin duda, pero es que también termina antes», dice Brais Losada, encargado del patio bar Tamarindo, en la Plaza Mayor. «Hay muchísimo movimiento en la terraza, incluso con grupos grandes, por lo que se llena prácticamente a diario. Los fines de semana la gente se está acostumbrando al copeteo de tarde y a partir de las siete ya tenemos un montón de trabajo de coctelería, de cervezas y de vermús», añade. En su caso, coinciden con los demás bares de la zona de vinos que tienen servicio de primera hora nocturna -cierran a las tres y media de la madrugada-, en que los clientes son escépticos a entrar en el interior del local. «El público que viene quiere estar en terraza. Es cierto que si no hay sitio, algunas personas no tienen problema en tomar algo dentro, pero otras no», explica Brais.

Esto es distinto a lo que ocurre en El Lío, en la plaza de Santa Eufemia, que ya va notando más afluencia en el interior del local por las noches. «La vuelta ha sido difícil, aunque vamos mejorando poco a poco. Ahora los clientes ya se van animando a entrar y eso es bueno», explica la persona que está al frente del negocio, el músico Diego Nóvoa. Lo predominante está en las terrazas, este viernes llenas de gente disfrutando de copas y cócteles. «Muchas personas me preguntan por los pubs y discotecas, tienen ganas de seguir de fiesta y, sobre todo, de bailar y de encontrar ese contacto», admite Nóvoa, que también está al frente del pub Keops.

Las mesas se abarrotan de gente en la plaza del Corregidor durante las noches del fin de semana, donde cuesta encontrar un hueco al caer el sol. Sin embargo, Óscar Varela, propietario de tres de los bares que se encuentran en esta plaza del casco viejo dice que aún queda mucho para volver a la normalidad: «El consumo está mucho más parado que antes, sí que hay gente, pero vienen más tranquilos, a tomar una copa y retirarse, porque a las 3.30 horas cerramos».
Las terrazas de los pubs y discotecas de la ciudad todavía no han reabierto
Desde el lunes a medianoche los pubs y discotecas de Galicia tienen la posibilidad de reabrir sus puertas, concretamente dando servicio en sus terrazas. Lo recoge el Diario Oficial de Galicia del 13 de junio: «Poderán manter abertas ao público exclusivamente as terrazas ao aire libre, para consumo sentado en mesa». Y siguiendo las normas de seguridad específicas. Estos locales de ocio nocturno tienen licencia para abrir hasta las seis de la madrugada, lo que ampliaría de forma significativa el tiempo de los ourensanos para disfrutar de la fiesta nocturna tras el confinamiento. En la capital, este viernes por la noche, ninguno de estos negocios optó por sacar las mesas a la calle. La mayoría de hosteleros consultados sobre ello desconocían la modificación y apuntaban al 1 de julio como fecha permitida para la vuelta de los pubs.
Por otro lado, el ruido nocturno ya ha empezado a causar problemas a los vecinos del casco viejo. Tanto el jueves como el viernes, denunciaron que el bar A Botica, en la plaza del Corregidor, seguía abierto pasadas las cuatro de la madrugada, con gente de pie en el exterior del local, según informó la Asociación Cimborrio. Los afectados por el barullo terminaron llamando a la Policía Local.