El anuncio del filme muestra a un grupo de niñas amantes del baile con poses sensuales y ropa muy reveladora
21 ago 2020 . Actualizado a las 11:58 h.Un grupo de niñas muy maquilladas, con ropa muy reveladora, a cuatro patas y con poses muy sensuales llama la atención del espectador para anunciar una nueva película de Netflix. Se llama Cuties, en español Guapis, y se presenta así: «Amy tiene once años y quiere pertenecer a un grupo de chicas de su edad que bailan sensualmente, entonces empieza a explorar la feminidad y desafiar la familia religiosa».
La película se estrenará el 9 de septiembre y llegará precedida de la gran polémica que ha despertado su cartel. La opinión pública a través de las redes sociales se ha posicionado de forma masiva en contra de la plataforma de streaming por la forma de presentar este producto, convirtiendo a un grupo de menores en objetos sexualizados y que responde a un determinado cliché que la sociedad impone a la mujer.
Las protestas del público y las iniciativas promovidas a través de change.org para solicitar a Netflix que retire el título han llevado a la plaforma a pedir disculpas. ««Sentimos profundamente el material inapropiado que hemos utilizado para Mignonnes/Cuties. Ha sido una equivocación y no representa correctamente a esta película francesa premiada en Sundance. Ya hemos actualizado las imágenes y la sinopsis», señala un portavoz de la compañía.
Su sinopsis resume ahora: «Amy tiene 11 años y se queda alucinada con un grupo de baile de chicas. Para unirse a ellas empieza a explorar su feminidad, desafiando las tradiciones de su familia».
Detrás de esta polémica y del criticado cartel diseñado por Netflix está la primera película de la directora franco senegalesa Maïmouna Doucouré, titulada originalmente Mignonnes y que se presentó en el último festival de Sundance. Doucouré recibió el Premio del Jurado en el certamen por este trabajo y su acogida fue positiva.
En realidad, la cinta es un drama que explora los choques culturales y propone una reflexión sobre la sociedad hipersexualizada en la que se crían las jóvenes actualmente y lo hace a través de una niña de origen senegalés que sueña con una vida distinta a la de su madre, que debe acatar que su marido traiga a una segunda esposa a casa. Huyendo de ese mundo disfuncional se acerca a un grupo de niñas de su escuela que bailan twerking y poco a poco descubre que cuanto más sexual es su imagen y más se acerca al modelo de mujer-objeto más crece su popularidad en las redes sociales y más aceptación tiene entre sus iguales. Un mensaje radicalmente opuesto al que parece haber transmitido el cartel y del que han interpretado los internautas, que ahora cargan duramente contra una película cuya reflexión es la misma que hacen quienes critican el póster de presentación.