El doctor Cavadas consigue que un joven en silla de ruedas vuelva a caminar

La Voz

SOCIEDAD

KAI FÖRSTERLING | Efe

Enol, un asturiano de 23 años, sufría una enfermedad que le impedía andar desde los tres años.

07 sep 2020 . Actualizado a las 16:19 h.

El doctor Pedro Cavadas ha vuelto a protagonizar un nuevo hito de la mano de la medicina, al conseguir que un joven que estaba postrado en una silla de ruedas pueda caminar otra vez. Cavadas ya ha cosechado grandes éxitos en el campo de la cirugía reconstructiva. En el año 2018 reconstruyó la columna vertebral de un joven guatemalteco, Wilmer Arias, que estaba tetrapléjico tras recibir una bala perdida en el cuello mientas jugaba en una calle de su país junto a sus primos cuando tenía nueve años. Su situación empeoró con úlceras por todo el cuerpo, la más grave, en la zona del sacro. Tras la operación, Wilmer Arias permanece actualmente sentado y puede continuar su vida desde una silla de ruedas, incluso con ligera movilidad de brazos y manos. El nuevo «milagro médico» del doctor ha sido ahora operar a Enol, un joven asturiano de 23 años que ha cumplido el sueño de volver a caminar. 

La historia de Wilmer y Enol están conectadas. Cuando el caso del guatemalteco saltó a los medios de comunicación, la madre de Enol decidió ponerse en contacto con Cavadas para explicarle el estado de su hijo, que sufre el síndrome de Warkamy. Se trata de una enfermedad que genera malformaciones en distintas partes del organismo. En el caso concreto del asturiano, esta enfermedad rara afectó a los tendones, que quedaron bloqueados y no crecían al mismo ritmo que el resto del cuerpo. Como consecuencia de esta anomalía, solo pudo andar hasta los tres años. Las múltiples operaciones que se realizaron durante las últimas dos décadas solo consiguieron reducir el intenso dolor que le causaba la enfermedad, pero el diagnóstico era siempre el mismo: no podría caminar jamás. 

Cuando la madre de Enol se puso en manos del doctor Cavadas empezaron a llegar las buenas noticias. Para empezar le explicaron que el caso de su hijo no era tan complejo como el de Wilmer, ya que no existía ninguna lesión medular. Las buenas noticias se tornaron rápidamente en esperanza cuando el propio doctor les aseguró que Enol podría volver a caminar tras una cirugía que debía modificar la musculatura y colocar la rótula en su sitio. La esperanza ha terminado por materializarse. La ciencia ha dado un paso de gigante y Enol ya puede caminar.