En EE.UU. debaten sobre cómo acabar con su monopolio y en Francia la firma ha perdido su batalla judicial
12 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El gigante tecnológico Google vuelve a estar en el centro de la diana. Su monopolio en torno a las búsquedas de Internet y venta de publicidad digital ha hecho que muchos países estén buscando la forma de frenar su inmenso poder, que cada día va a más. Esta semana la prensa ha ganado una importante batalla legal contra la plataforma. La justicia francesa ha reconocido que Google tiene la obligación de negociar con los editores una remuneración por publicar sus noticias, que son vistas por millones de personas y por las que se beneficia económicamente.
Los ingresos
En el 2018 el buscador obtuvo casi 4.000 millones de euros solo con los ingresos de su publicidad por las noticias que indexa en su portal, que según un estudio de la asociación de medios de EE. UU. varían entre el 16 % y el 40 % del total de las búsquedas. Lo realmente importante de esta sentencia es que hace referencia a una directiva europea del año pasado que daba de plazo hasta junio del 2021 a los países miembros para trasponerla a su normativa. A partir de ahora otros, como España, tendrán que tomar posición.
Pagar por contenidos
Pero este es un proceso que viene de largo y al que aún le queda mucho por recorrer. La parte positiva, a juicio de la Asociación de Medios de Información (AMI), es que un gigante digital como Google asuma que tiene que pagar por los contenidos que muestra ya que es un «reconocimiento» a que esa información tiene un «valor». Así lo explica a este periódico Ramón Alonso, director de la AMI, que defiende que tiene que haber una «remuneración justa en las negociaciones para que se garantice la sostenibilidad de los medios».
Una batalla global
Pero no es una disputa solo europea. A nivel mundial se calcula que los usuarios de Google dedican hasta el 40 % de su tiempo a buscar noticias, por lo que el Gobierno australiano debate desde hace meses una ley para obligar a Facebook y Google a negociar con los editores. Las dos grandes plataformas han llegado a amenazar con suprimir toda noticia de sus servicios. La Autoridad de Defensa de la Competencia habla de un porcentaje que ronde el 10 % de los ingresos que obtienen por el uso de los contenidos, una cifra similar a la que se debate en República Checa.
Estados Unidos
Incluso en Estados Unidos, país al que pertenecen la mayoría de gigantes tecnológicos, se está intentando regular su actividad por el inmenso poder que acumulan. Esta misma semana los legisladores de la Cámara de Representantes condenaron el «poder de monopolio» de Google, Amazon, Apple y Facebook y pidieron la reforma de las leyes para mejorar la situación. Después de meses analizando su actividad y posición en el mercado, los legisladores explican en un informe de 450 páginas que se han convertido en monopolios «como no se veían desde la era de los magnates del petróleo y los ferrocarriles». Sentencian que han abusado de su poder dominante «sobre la distribución y monetización de fuentes confiables de noticias online», lo que da lugar al despliegue de las fake news, noticias falsas que se propagan seis veces más rápido por las redes sociales que las verdaderas.
Los beneficios indirectos
Y es que, más allá de los beneficios directos que obtienen gracias a las noticias, hay otros indirectos aún más importantes para ellas como el conocimiento al detalle del perfil de sus usuarios con fines comerciales. Lo que le lleva a fortalecer aún más su posición de dominio en el mercado publicitario digital: «Si no pagas por el producto, es porque tú eres el producto», defienden los expertos.
El documental de Netflix
Hay que tener en cuenta que Google se fundó en 1998 en California, cuando la web estaba aún por definir, lo que ha supuesto que hoy en día todo Internet sea a imagen y semejanza de lo que él ha ido marcando por su imbatible capacidad tecnológica. En el documental El dilema de las redes, de Netflix, que ha levantado ampollas entre las grandes tecnológicas, exdirectivos de muchas de estas compañías aseguran que son negocios que solo buscan incitar al usuario a un consumo más adictivo. Para ello se usan técnicas de inteligencia artificial que consiguen que consumamos cada día más en sus plataformas, y con ello aumenten sus ingresos por publicidad y venta de datos personales.
España
¿Y en España? Aún es una incógnita qué hará España respecto a esta disputa, aunque los expertos vaticinan que seguirá la línea de Francia. «El camino que está tomando Europa es que los gigantes tecnológicos empiecen a rascarse el bolsillo, primero con la 'tasa Google' por la que pagarán impuestos donde prestan servicio y ahora con este reparto de beneficios por las noticias», explica Sergio de Juan-Creix, profesor de Ciencias de la Información en la Universidad Abierta de Cataluña (UOC).
«La situación hasta ahora era exagerada, clama al cielo que un gigante como Google esté beneficiándose de las noticias que editores y autores sacan en sus medios y que no pague absolutamente nada». Así de rotundo se muestra Alejandro Corral, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad CEU San Pablo. A su juicio, la resolución es positiva pero llega tarde: «Muchos medios han sufrido mucho porque se están quedando sin recursos». La respuesta de Google a toda esta polémica es ambigua. Por un lado, ha puesto encima de la mesa 1.000 millones de dólares con el lanzamiento de Google News Showcase para colaborar con editores de prensa, anticipándose así a la resolución de la justicia francesa y buscando mantener una buena imagen. Sin embargo, en Francia ha apelado hasta el final para revocar la sentencia. «Parece que Google ha entendido que tiene que pagar por los contenidos pero va a luchar para que sea lo menos posible», concluye el director de la AMI.