Las citas telemáticas son un problema para quienes viven en la montaña de Lugo
26 nov 2020 . Actualizado a las 09:40 h.En Molmeán, una aldea que pertenece al concello de Navia de Suarna, en el corazón de Os Ancares, algunos vecinos han instalado una parabólica para tener acceso a Internet. En este pequeño rincón de la montaña de Lugo viven unas diez personas, la mayoría jubiladas, aunque también hay dos niños. Aquí, el móvil resulta prácticamente inservible y la única alternativa es el teléfono fijo. ¿El problema? Que la vida en la aldea fluye entre huertas, prados y patios. Estar pendiente del fijo es como anclar un pie al interior de la vivienda. En tiempos de consultas médicas telemáticas y de gestiones online, el problema se acrecienta.
«Aquí o problema da cobertura vén de longo. Se falla o fixo, quedamos vendidos», explican los propietarios de una ganadería de Molmeán. La suya, es la única casa en la que el móvil no marca conexión alguna. En el resto, aunque no permita conectarse a Internet, al menos, de vez en cuando, aparece una raya que incita a alzar el brazo para intentar hacer la llamada.
Sin clases telemáticas
El problema más evidente lo tiene Estefanía Fernández, que junto con sus dos niños vive en esta aldea de Os Ancares. «Para poder buscar algo en Internet ou ler un correo, temos que saír da aldea. A nós puxéronnos Internet hai uns anos, pero era pagalo para nada porque non ía», cuenta esta mujer, que también explica que durante el confinamiento sus hijos no recibieron clases telemáticas. «Mandáronnos cadernos para completar a lección porque aínda son pequenos, pero haberá que ver o que acontece cando sexan maiores», añade esta madre con preocupación.
«Para hacer una videollamada subo a la carretera y si llueve, pues llevo el coche»
Al llegar a la Casa Crego, en Vilaquinte, que pertenece al Concello de Cervantes y está situado en el majestuoso valle del río Ser, la cobertura desaparece por completo. En este paraíso lucense está la casa de turismo rural O Crego. Uxía García está al frente del negocio y cuenta que hay clientes que llegan hasta allí para desconectar y vivir, durante unos días, sin teléfono. Es una visión radicalmente distinta a la que de los habitantes de la aldea. «Una cosa es estar unos días sin Internet y otra, vivir sin él», admite Uxía, que llegó de Barcelona un día antes de que se decretase el Estado de Alarma, en marzo.
Soluciones
En O Crego, las habitaciones se alquilan a través de Internet aunque algunos clientes llaman por teléfono. Y aquí aparece un dato curioso. Como solución ante la falta de cobertura, en esta casa de turismo rural han decidido instalar un teléfono fijo en el patio para así, percatarse de cuándo suena e, inmediatamente después, ir al interior de la vivienda para responder.
Para hablar con sus amigos, Uxía sube a la carretera, desde donde puede hacer videollamadas. «Y si llueve, pues no pasa nada, porque voy con el coche y me quedo dentro, pero entiendo que a una persona mayor le cueste mucho más», añade la joven que, confiesa, lo que más echa de menos es Netflix y Youtube.
«Menos mal que hai unha cabina en Navia porque se hai temporal, é a nosa alternativa»
Cuando el temporal sacude Molmeán no funcionan ni los teléfonos fijos instalados en la casa de esta aldea. «Temos que baixar ata Navia de Suarna, que está a dez kilómetros, e usar a cabina ata para chamar aos técnicos e que veñan arranxarnos a desfeita», cuentan los vecinos. Se sienten privilegiados por vivir en Os Ancares pero, al mismo tiempo, denuncian lo complicado que resulta por la falta de infraestructuras. «Como vai vir xente nova e asentarse aquí sabendo que vai estar completamente incomunicada?», se preguntan.
«Sobrevivimos»
No es fácil vivir en una zona de montaña en la que, se ve a leguas, faltan ciertas comodidades. «Sobrevivimos, pero o que queremos deixar claro é que nós tamén pagamos os nosos impostos e temos os nosos dereitos. E aquí os nenos, polo feito de non ter boa conexión a Internet, non están nas mesmas condicións que os que viven na Pobra, por poñer un exemplo», explican.
A la mala cobertura que hay en toda la zona se suman los problemas que aparecen con frecuencia sobre el tendido eléctrico. «Aquí hai tempadas nas que pasamos dous ou tres días sen luz», dice una vecina de Molmeán. A la pregunta de qué es lo que hacen cuando esto ocurre, ella responde convencida: «Pois poñer velas como se facía hai anos, é a única solución que nos queda».
Problema provincial
El problema con la cobertura es algo habitual en distintas zonas rurales de la provincia de Lugo. Algunas de estas aldeas, aunque no las más remotas, se verán pronto beneficiadas por un acuerdo entre el Concello de Lugo y la compañía Telefónica a través del cual se desplegará fibra óptica en el casco histórico de la ciudad amurallada, pero también en otras zonas de montaña.