La ausencia de restricciones en las reuniones navideñas es la principal causa del descontrol de la pandemia en el país
01 feb 2021 . Actualizado a las 17:13 h.Portugal consiguió controlar la pandemia de covid-19 hasta las Navidades pasadas sin llegar a la saturación máxima de las principales ucis de norte a sur del país y de sus sanitarios, como ocurre hoy. En diciembre pasado, hasta Nochebuena, cuando las familias lusas se juntaron sin restricciones de ningún tipo, muy pocos anticiparon la catástrofe que se avecinaba. El país tenía una media diaria de 4.000 positivos, 500 internados en las ucis y 80 fallecidos cada 24 horas. Los datos comenzaron a dispararse a partir del seis de enero del 2021, cuando se superaron por primera vez en Portugal los 10.000 contagiados en 24 horas. Lo mismo ocurrió con el número de muertes, que no ha parado de crecer desde comienzos de año hasta superar las 300 diarias. En enero se han producido más de un tercio de los fallecimientos desde que llegó la pandemia al país. Los especialistas están convencidos de que todavía no se ha alcanzado el pico en Portugal, y que los próximos días se pueden superar los 16.000 positivos, como ocurrió el jueves pasado, y llegar a los 1.000 internados en las ucis. Ante semejante situación ha sido necesario otro confinamiento general, desde el 15 de enero, transferir enfermos a hospitales públicos, a privados, instalar unidades de campaña, morgues improvisadas, cerrar las fronteras y pedir ayuda internacional, porque los hospitales no dan abasto y los sanitarios portugueses no pueden más.
La ausencia de limitaciones en Navidad
Los epidemiólogos y especialistas están de acuerdo en que la principal causa de todo lo que está ocurriendo al sur del Miño se debe a no haber puesto ningún tipo de limitación a que las familias se juntasen en las casas en Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y no se pusiese impedimento a la movilidad entre municipios para reunirse con familiares. «Los médicos tenemos claro que todo este descontrol y aumento alarmante de nuevos positivos se debe a no haber puesto restricciones en Navidad», decía a La Voz hace unos días el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Portugal, Miguel Guimarães. «No nos cansamos de advertir lo que podría pasar y de decírselo a las autoridades sanitarias», insistía Guimarães.
Todos los partidos políticos portugueses, de izquierda a derecha, estuvieron de acuerdo, y así se lo manifestaron al primer ministro, el socialista António Costa. No querían que el 24 y el 25 de diciembre las familias se pudieran juntar sin limitaciones de aforo para celebrar las fiestas. Al final António Costa cedió la responsabilidad del número de comensales al criterio individual, permitiendo a los portugueses trasladarse sin cierres perimetrales de un punto a otro del país esos días y juntarse sin restricciones en las casas el 24, 25 y el 31 de diciembre y el día 1 de enero para comer.
Como consecuencia de lo anterior, el virus se diseminó aún más por todo Portugal, incluso en zonas donde tenía poca incidencia hasta las Navidades, como el Algarve, Tras Os Montes y el Alentejo.
El especialista en medicina intensiva João Gouveia reconocía la semana pasada a La Voz que «la falta de limitaciones en navidad unida a la entrada con fuerza de la cepa británica, responsable del 60% de los nuevos contagios, han sido fatídicas para todo lo que está ocurriendo hoy». Gouveia avanzaba que «en este momento tenemos familias enteras infectadas, desde los abuelos a los nietos, precisamente por haberse juntado en navidad, en fin de año o por haber hecho una pequeña escapada por el país».
España ofrece ayuda frente al coronavirus a Portugal «dentro de sus posibilidades»
Por el momento no se ha recibido una petición expresa de las autoridades lusas
LA VOZ
El Gobierno español ha ofrecido ayuda a Portugal «dentro de sus posibilidades» ante la situación que atraviesa el país vecino, donde los datos de fallecidos y contagios por covid-19 están en niveles máximos, lo que ha llevado a la limitación temporal de movimiento en la frontera entre los dos países.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han indicado que el departamento que dirige Arancha González Laya se ha puesto en contacto con el embajador de Portugal en Madrid, Joao Mira-Gomes, «para poner a disposición ayuda dentro de las posibilidades» de España, sin que por el momento haya habido una petición expresa de las autoridades lusas. Según las fuentes, el Gobierno tiene además constancia que al menos dos comunidades autónomas también han trasladado al Ejecutivo portugués su disposición a ayudar en la medida de sus posibilidades, sin que por ahora haya trascendido si esta oferta ha sido aceptada. NInguna de estas dos comunidades es Galicia. El presidente Feijoo mostró su disposición a atender la solicitud de ayuda por parte de Portugal, aunque matizó que era una cuestión entre Gobiernos y que Galicia estaba esperando a la solicitud formal por parte de Portugal que, según confirma Exteriores, todavía no se ha producido. Algunas fuentes apuntan que las dos comunidades que ya han ofrecido su ayuda son Extremadura y Andalucía
Desde la Embajada portuguesa en Madrid han confirmado a Europa Press que «España ha ofrecido ayuda a Portugal por la situación pandémica y se están estudiando modalidades de apoyo», sin ofrecer más detalles respecto a la asistencia ofertada. Un portavoz de Exteriores añadió que España desconoce todavía cuál es la ayuda concreta que precisa Portugal, cuestión imprescindible para articular esa ayuda.
Tampoco se ha mostrado más explícita González Laya al ser preguntada en una entrevista en el programa Al Rojo Vivo en LaSexta. Así, ha subrayado que los dos países han trabajado y trabajan «codo con codo» en lo relativo a la pandemia y que hay «contacto directo todos los días a todos los niveles», incluido entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro luso, Antonio Costa. «Unas veces nos ayuda Portugal a nosotros, otras veces apoyamos nosotros a Portugal, así lo hemos estado haciendo y así lo vamos a seguir haciendo», se ha limitado a decir la ministra de Exteriores, defendiendo que aunque esa asistencia no aparezca en Twitter o en las portadas de los periódicos se enmarca en la «relación natural» que tienen los dos países como vecinos.
Este domingo, el canciller de Austria, Sebastian Kurz, se ofreció a trasladar a su país algunos pacientes en cuidados intensivos, no necesariamente afectados por el coronavirus, y aliviar la presión sobre el sistema sanitario portugués, al borde del colapso. Además, también se ha confirmado que el Ejército alemán enviará equipos médicos a Portugal, según informó el Ministerio de Defensa luso.
Controles de fronteras
Entretanto, España y Portugal reintrodujeron en la medianoche del domingo los controles interiores en la frontera común hasta el próximo 10 de febrero con el fin de contribuir a frenar los contagios. No obstante, se permitirá la entrada al territorio español a ciudadanos españoles y su cónyuge o pareja, a residentes en España, a residentes en otros Estados miembros o Estados asociados Schengen que se dirijan a su lugar de residencia habitual, debidamente acreditado y a quienes vayan a transitar o permanecer en el territorio español por cualquier motivo exclusivamente laboral, que incluirá a los trabajadores transfronterizos, trabajadores sanitarios y del transporte.
Además, se contempla el tránsito de aquellas personas que acrediten documentalmente causas de fuerza mayor o situación de necesidad, o por motivos humanitarios y el personal extranjero acreditado como miembro de las misiones diplomáticas, oficinas consulares y organismos internacionales sitos en España, siempre que se trate de desplazamientos vinculados al desempeño de sus funciones oficiales, así como los participantes en viajes de Estado y los miembros de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Fuerzas Armadas para ejercer sus funciones.
Las entradas y salidas del territorio español a través de la frontera interior terrestre con Portugal sólo podrá realizarse por los pasos autorizados y durante los horarios que se establezcan.