Madrid anuncia su desescalada el mismo día que Sanidad pide a las comunidades que sean más duras
SOCIEDAD
Ayuso ampliará el viernes de cuatro a seis personas el máximo permitido en las mesas de las terrazas y avanza que tiene intención de volver a atrasar el toque de queda hasta la medianoche. Además, pretende priorizar la vacunación de los camareros
01 feb 2021 . Actualizado a las 17:37 h.Nuevo choque institucional a la vista. Madrid se convertirá antes del fin de semana en la primera comunidad en rebajar restricciones durante esta tercera ola, a pesar de que la ministra de Sanidad insistió este mismo lunes en pedir más contundencia a las autonomías contra el covid-19. Todavía con una presión asistencial muy fuerte y una incidencia acumulada bastante por encima de la media nacional, Isabel Díaz Ayuso anunció este sin embargo que su Ejecutivo ampliará el viernes de cuatro a seis personas el límite de clientes que puede haber en las mesas de las terrazas de bares y restaurantes.
Ayuso, que solo va a mantener durante dos semanas la limitación de cuatro personas en las mesas ahora vigente, se comprometió además con los hosteleros a retrasar «en cuanto se pueda y los datos de incidencia mejoren» el toque de queda para volverlo a fijar en la medianoche, el máximo que permite el actual estado de alarma.
La Comunidad de Madrid adelantó el lunes 25 de enero el toque de queda de las 23.00 a las 22.00 horas y el cierre de la hostelería y establecimientos no esenciales de las 22.00 a las 21.00 horas. Ese mismo día limitó el número de comensales en las mesas de bares y restaurantes a cuatro personas, tanto en el interior como en terraza. A partir del viernes, esta limitación solo seguirá vigente en las mesas bajo techo.
En una reunión telemática con los representantes de los hosteleros, la presidenta madrileña anunció que a partir del viernes habrá nuevas directivas para reforzar el uso de la mascarilla en el interior de este tipo establecimientos. En particular, «el Gobierno autonómico va a introducir una regulación más amplia y específica para que solo se pueda retirar cuando se está comiendo y bebiendo», apuntaron desde el equipo de la presidenta, que también adelantó una nueva normativa para garantizar la ventilación constante en estos locales.
Vacunar a los camareros
Además, Díaz Ayuso reveló ante los representantes de los empresarios del sector que quiere priorizar la vacunación de los trabajadores de la hostelería. Según fuentes del Ejecutivo regional, la inmunización de los camareros comenzaría después de «colectivos de riesgo, sanitarios de primera línea o residencias de mayores». Sin embargo, en el plan de vacunación diseñado por el Ministerio de Sanidad, ninguno de los 15 grupos es exclusivamente el personal hostelero o comercial, por lo que es más que esperable que este asunto abra otro frente entre ambas administraciones si la responsable madrileña sigue adelante con esta idea.
«En Madrid hacemos todo lo que está en nuestras manos para mantener abierta nuestra hostelería y nuestra cultura a pesar de los pulsos políticos que nos llegan desde todas las instituciones», subrayó Ayuso durante el encuentro telemático.
Sorpresa en Moncloa
La decisión de Ayuso de comenzar a relajar las medidas cogió totalmente por sorpresa al Gobierno central, según admitieron fuentes del mismo. Solo minutos antes de que el Ejecutivo de la Puerta del Sol anunciara la ampliación de aforos en las terrazas y su intención de atrasar el toque de queda en cuanto sea posible, Carolina Darias había hecho un «llamada a las comunidades autónomas a ampliar las medidas todo lo posible dentro de la estrategia para contener la propagación del virus y poder bajar los datos con mayor rapidez».
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha sido uno de los Ejecutivos autonómicos menos rígidos con las medidas contra el covid, no solo en la hostelería. Esta supuesta tibieza no solo le ha granjeado críticas por parte del Ejecutivo central, que llegó a imponerle en octubre un estado de alarma para obligarle a cerrar el puente del Pilar, sino también por parte de regiones cercanas. Este mismo lunes, en clara referencia a Madrid, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se quejó de que «no sirven de mucho» las duras medidas dictadas por su Ejecutivo, cuando otros gobiernos van «presumiendo» de ser «menos restrictivos». García-Page lamentó el efecto de Madrid, a la que llamó la «sexta provincia» manchega.