«Los pacientes llegan con tumores en fases más avanzadas; es probable que esto repercuta en su supervivencia»

María Guntín
María Guntín LUGO / LA VOZ

SOCIEDAD

El jefe de oncología del HULA, Sergio Vázquez Estévez
El jefe de oncología del HULA, Sergio Vázquez Estévez OSCAR CELA

El jefe de Oncología del HULA, Sergio Vázquez Estévez, dice que en el hospital están viendo los efectos derivados de la primera ola de la pandemia

04 feb 2021 . Actualizado a las 09:58 h.

El jefe de Oncología del HULA, Sergio Vázquez Estévez, explica que ahora están viendo los efectos de la primera ola de la pandemia. Cuenta también que por el momento la actividad quirúrgica se mantiene en el hospital lucense y avanza que están en proceso de implantar las videoconsultas.

—Tras casi un año de pandemia, ¿qué conclusiones saca?

—Estamos viendo los efectos de la primera ola con las suspensiones de las cirugías oncológicas y de las vías rápidas, con la reducción de la atención en primaria y los retrasos en las pruebas diagnósticas. Los pacientes llegan con enfermedades en fases más avanzadas y aunque todavía no podemos confirmarlo, es muy probable que en un futuro esto repercuta en la supervivencia de los pacientes oncológicos.

—¿Se mantiene la actividad en el hospital?

—Por ahora se mantienen buena parte de las cirugías, las de prioridad uno no se deberían suspender nunca.

—¿Los pacientes siguen teniendo miedo a la hora de acudir a consulta?

—Los pacientes oncológicos están mucho mejor preparados que otros porque son inmunocomprometidos. Siempre han estado muy informados junto con sus familiares y fueron los primeros en tomar todo tipo de precauciones cuando empezó la pandemia. Además, aceptaron muy bien la telemedicina.

—¿Se han contagiado muchos pacientes oncológicos?

—Aquí en Lugo hemos tenido muy pocos contagios en pacientes oncológicos. Realmente no se ha demostrado que el cáncer sea un factor determinante a la hora de contraer el covid-19. Quizá únicamente en el de pulmón por las posibles complicaciones. Precisamente ahora se va a publicar una investigación: la incidencia de infección por covid-19 en España es de un 8,5 %, pero no hay una mayor tasa de complicaciones.

—¿Cómo es la actividad en las consultas?

—Ahora mismo tenemos un máximo de 15 pacientes presenciales para evitar aglomeraciones en la sala de espera. El resto de citas las hacemos por vía telefónica, aunque queremos hacer también videoconsultas y tenemos un proyecto con programas de teleasistencia especialmente para el control de síntomas de pacientes paliativos.

—¿Atienden por teléfono a todos los pacientes?

—No todos los pacientes valen para una teleconsulta. Tenemos que ver cuál es su perfil sociocultural. Una mala noticia nunca se debe dar por teléfono y está claro que las primeras citas tienen que ser presenciales, así como cualquier cambio en las líneas de tratamiento. Ante todo está la preferencia del paciente.

—¿Cuántos oncólogos hay en el HULA?

—Aquí trabajan doce oncólogos, cada uno se dedica a una patología específica en los tres hospitales de la provincia.

—En el Día Mundial contra el Cáncer, ¿qué resaltaría?

—Pues que en Lugo tenemos una unidad de investigación clínica con más de 70 ensayos activos para todo tipo de patologías, además de otra de investigación básica. Estamos creciendo y desarrollándonos poco a poco.

«El cáncer también es una pandemia, no podemos olvidarlo»

—La única pandemia no es la del coronavirus.

—Pues sí, el cáncer también es una pandemia y con el tema del covid-19 estamos dejado de lado algunas enfermedades.

—¿Cuántos casos diagnostican cada año?

—En el área sanitaria de Lugo, A Mariña y Monforte de Lemos tenemos en torno a los 1.500 pacientes nuevos cada año.

—¿Cuál es el cáncer más frecuente?

—En Lugo, el colorrectal tanto en hombres como en mujeres. En ellas otro de los más habituales es el de mama, aunque también ha aumentado mucho el de pulmón, que antes no lo diagnosticábamos tanto. Ya se está viendo la incorporación al tabaquismo en los años 70. En ellos, el de próstata también es frecuente. Además, está aumentando mucho la incidencia del cáncer de vejiga.

—En el HULA cuentan con tratamientos muy avanzados.

—Aquí tenemos acceso a los mismos tratamientos que hay a nivel estatal y europeo. En Galicia tenemos un sistema de acceso a las últimas innovaciones terapéuticas.

—¿Hacia dónde van los tratamientos?

—Es fundamental la terapia a la carta, el tratamiento personalizado para cada paciente. Cada vez hay más tumores cuyo tratamiento se basa en biomarcadores que nos permiten determinar cual es la mejor forma de tratarlo. Esto debe formar parte de la cartera de servicios del sistema nacional de salud, es algo que llevamos demandando los oncólogos muchos años.

María Jesús González: «Camino ayudada de bastones»

María Jesús González nació en Barcelona pero es de familia gallega. «Me tocó la lotería en 2014, con un bulto en el pecho que me vio mi pareja», explica por teléfono esta mujer, que tenía antecedentes familiares. Cuando se lo diagnosticaron tenía 40 años. El tratamiento fue muy duro para María: «Me dolía todo, no podía ni moverme,», explica. Además, recuerda bien un día en el que se duchó y de repente vio cómo tenía todo el pelo en las manos, «entonces decidí cortármelo como un chico», explica ella, que asegura que el pelo nunca le importó demasiado y que llevó pañuelo, «pero más por los demás que por mí». A María le dieron la incapacidad tras varios meses de tratamiento y de que la operasen de los dos pechos. Pero en 2015, cuenta, todo fue a peor. A día de hoy ha desarrollado fibromialgia como consecuencia de la quimioterapia, tiene ciática en una pierna y dolor en las lumbares. «Camino ayudada por unos bastones de los que usan los peregrinos para hacer el Camino de Santiago», explica. Aunque hizo rehabilitación, las secuelas de la quimio y de la radio la acompañan, aunque cuenta esperanzada que los brazos y las articulaciones le duelen menos en Galicia «porque hace más fresco que en Barcelona».

Tesalia Quintana: «Cheguei a perder a esperanza, pero as cousas non son como comezan, son como acaban»

Tesalia Quintana es una fonsagradina que vive en Lugo desde hace ya muchos años. Ahora, con 40, puede decir ilusionada que al fin terminó seis sesiones de quimioterapia después de que hace un año, en febrero del 2020, le diagnosticasen un cáncer hematológico muy extendido y agresivo que, en un principio, tenía mal pronóstico. Cuando le dijeron que había una remisión completa de la enfermedad, Tesalia explica que «foi a alegría máis grande deste mundo». Admite que ella y su familia tuvieron momentos de bajón y de perder la esperanza, pero que «as cousas non son como empezan, son como acaban».

Para esta mujer, tener cáncer conllevó una carga emocional «que afecta a toda a familia, chegando a distorsionar as relacións». Explica también Quintana que pasó situaciones muy dolorosas y que afrontar la enfermedad no es algo fácil. «Esta experiencia permitiume reforzar os lazos no entorno familiar, que é o máis importante para poder continuar vivindo, independentemente da enfermidade», explica ella. Sobre el tratamiento, Tesalia solo tienes palabras de agradecimiento y pide dejar constancia «do afortunados que somos na provincia de Lugo porque contamos un hospital que nos proporciona unha atención próxima, rápida e individualizada». Ella asegura que se sintió respetada en todo momento y quiere agradecer al equipo que la atendió la gran atención que le proporcionaron, «en especial quero dar as grazas aos doutores Crespo, Miranda, Busto, Josi e Sánchez», dice.