Galicia empieza a vacunar al personal de ayuda a domicilio

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado REDACCIÓN

SOCIEDAD

Primeras vacunaciones en Gerona de farmacéuticos y fisioterapeutas con dosis de AstraZeneca
Primeras vacunaciones en Gerona de farmacéuticos y fisioterapeutas con dosis de AstraZeneca David Borrat

La estrategia de Salud Pública sigue sin priorizar a los enfermos con patologías de riesgo

10 feb 2021 . Actualizado a las 22:13 h.

La Ponencia del Programa y Registro de Vacunaciones, «teniendo en cuenta la disponibilidad inmediata de vacunas de AstraZeneca», llevó a cabo este domingo la tercera actualización de la estrategia estatal de vacunación, en la que «se profundiza en sus características y en la definición de los grupos de población en los que utilizar las vacunas disponibles en este momento». El martes la validó la Comisión de Salud Pública y, este miércoles, andes de que se aborde en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el Ministerio la ha hecho pública. Fundamentalmente, define los siguientes grupos prioritarios, las justificaciones éticas que llevaron a configurarlos y propone retrasar seis meses la vacunación de los menores de 55 años que ya pasaron la infección y que no tienen condiciones de riesgo específicas.

En el caso concreto de Galicia, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, anunció este miércoles que se empezarán a utilizar las nuevas dosis este mismo jueves con las trabajadoras de los servicios de ayuda a domicilio, porque ya estaba previsto que fuesen las siguientes en el plan de vacunación, toda vez que el martes se acabó de inmunizar en las residencias de mayores -salvo las que tienen brotes activos- y también a los sanitarios de primera línea.

El motivo fundamental de los cambios en el plan es que «los datos disponibles de los ensayos clínicos evaluados para la autorización [de AstraZeneca] no permiten establecer la eficacia de la vacuna en personas de más de 55 años de edad», como dicen los expertos, que recuerdan que en los ensayos del Reino Unido solo un 18 % fueron mayores de 65 años y en los de Brasil, aunque también hubo mayores, no se ha especificado cuántos. Dado que es necesario que estas personas se infecten de manera natural para ver la efectividad o no de la vacuna, los datos disponibles no son suficientes.

Por tanto, los expertos del Ministerio de Sanidad tenían que tomar una decisión sobre cómo utilizar ya las dosis de AstraZeneca, que de momento no están autorizadas para los mayores, y lo han hecho en base a los principios éticos de «necesidad, equidad y reciprocidad», por lo que asumen que las vacunas que presenten, en el estado actual de la evidencia científica, mayor eficacia deben dirigirse a la población cuya vida e integridad se vea más expuesta» y «todos los esfuerzos deben centrarse en aquellos que pueden ver más afectada su salud o, incluso, perder la vida por causa de contraer el virus y desarrollar la enfermedad».

Por todo ello, «se utilizarán todas las vacunas disponibles de manera simultánea, de forma que las vacunas de ARNm se reservarán para las poblaciones más vulnerables y con mayor riesgo de exposición y la vacuna de AstraZeneca se utilizará inicialmente para personal sanitario y sociosanitario no incluido en los grupos priorizados previamente, que se define más adelante como grupo 3B y posteriormente, para colectivos cuya función es esencial para el buen funcionamiento de la sociedad, que se irán incorporando de forma progresiva, en función de la disponibilidad de dosis de vacunas».

En consecuencia, los cinco primeros grupos prioritarios quedan como están. Incluyen los mayores y el personal de las residencias (1), los sanitarios de primera línea (2), el resto de personal sanitario y sociosanitario (3), los grandes dependientes (4) y las personas mayores de 80 años (5). Únicamente el grupo 3 pasa a denominarse 3A y se crea el 3B, en el que están: «Personal de los servicios de salud pública implicado en la gestión y respuesta a la pandemia que no se haya vacunado en el grupo 2. Personal sanitario y sociosanitario no vacunado con anterioridad, incluyendo servicios de inspección sanitaria, medicina legal y forense, consultas médicas privadas, servicios de ayuda a domicilio, centros de menores y centros de día o equivalentes así como estudiantes sanitarios y sociosanitarios que realicen prácticas clínicas. Personal sanitario de los siguientes colectivos: fisioterapeutas y terapeutas ocupacionales, personal de oficinas de farmacia, protésicos dentales, logopedas y personal de psicología clínica. Trabajadores de instituciones penitenciarias». Mientras que «el resto de personal sanitario se vacunará más adelante».

Por otra parte, se ha configurado el grupo 6, integrado por «colectivos en activo con una función especial para la sociedad» y que se divide en tres subgrupos. El 6A: «Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Emergencias y Fuerzas Armadas. Incluye Guardia Civil, Policía Nacional, Autonómica y Local, Bomberos, técnicos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, profesionales de Protección civil, Emergencias y Fuerzas Armadas. El 6B: «Docentes y personal de educación infantil y necesidades educativas especiales, incluyendo tanto docentes como otros profesionales que atienden al alumnado». Y el 6C: «Docentes y personal de educación primaria y secundaria».

La ponencia de vacunas, en base a esa mayor efectividad, recomienda «seguir utilizando las vacunas de ARN mensajero» para las personas de los grupos 1, 2, 3A, 4 y 5. Es decir, los mayores de las residencias, lo profesionales sanitarios y sociosanitarios más expuestos, los grandes dependientes y los mayores de 80 a los que «a medida que se vaya disponiendo de vacunas» se sumarán «otros grupos etarios comenzando por las personas entre 70 y 79 años».

Los grupos con patologías de riesgo

Por contra, la de AstraZeneca, que se administrará con un intervalo de entre 10 y 12 semanas entre la primera y la segunda dosis, se destinará a los nuevos grupos 3B y 6 (otro personal sanitario y esencial), excepto a que aquellas personas de 56 o más años (nacidas en 1965 o antes) y a las que, aún siendo menores de edad, sufran una inmunodepresión grave, «incluyendo cáncer en tratamiento quimioterápico, enfermedad cardiovascular no controlada y enfermedad hepática, renal, metabólica/endocrina o neurológica graves».

Al respecto de cuándo se vacunará con carácter general a los enfermos de estas patologías de riesgo, la estrategia de vacunación no dice nada todavía. El conselleiro de Sanidade, preguntado al respecto, señaló que «é unha prioridade adiantar a estes grupos, pero tamén o é adiantar os grupos que na propia ponencia se están a considerar. A pena é non ter vacinas para facelos todos á vez». En cualquier caso, «por sorte isto é algo vivo que se está a debater en tempo real e estou seguro que na comisión de Saúde Pública e na ponencia de vacinas se terá en conta», añadió.

En cuanto a las personas ya infectadas, los técnicos del Ministerio repiten lo que ya adelantaron en las otras dos actualizaciones anteriores de la estrategia. Y es que «la gran mayoría de las personas infectadas por SARS-CoV-2 producen anticuerpos neutralizantes además de estimular la inducción de respuesta de células T». Los casos de reinfección documentados son muy bajos «pero aún no está claro en qué porcentaje están protegidos» los que ya se contagiaron. También hay estudios preliminares que indican que una sola dosis de alguna de las vacunas de ARNm reforzaría de manera muy importante esa inmunidad protectora. Por tanto, lo que recomiendan en los menores de 55 años sin condiciones de riesgo y tanto que ya pasasen la infección como que se contagiasen después de recibir la primera dosis es «posponer la segunda dosis para seis meses después del diagnóstico». Sin embargo, a los que tengan factores de riesgo, se propone considerarlos igual que a los mayores de 55.

«Dosis puesta, dosis que cuenta»

Esta actualización de la estrategia también incluye algunas recomendaciones destinadas a aclarar dudas y evitar malos entendidos, aunque sigue sin realizar un pronunciamiento claro para cortar la picaresca. Por ejemplo, aclara que «si por motivos de desabastecimiento o similares» la segunda dosis se retrasa más de lo recomendado, no se invalida la que ya se ha puesto. «Dosis puesta, dosis que cuenta», explican los expertos de manera muy gráfica. Y si no es posible cumplir los plazos instan a que se administre igual la segunda inyección lo antes que se pueda. Eso sí, siempre de la misma marca que la primera.

«En el caso de residentes y grandes dependientes en los que hay varios tutores legales que no están de acuerdo en cuanto a la vacunación, prevalecerá la decisión que la ciencia apoya como mejor opción para estas personas, que es la vacunación, salvo que haya algún motivo clínico que justifique no hacerlo», afirman tajantes los especialistas, que también quieren dejar claro que «se garantizará la vacunación de todas las personas independientemente del nivel de aseguramiento (mutualidades)».