El número de pacientes hospitalizados aumenta en diez en la última jornada y los positivos siguen por encima de los 200
05 jul 2021 . Actualizado a las 12:48 h.Doce días consecutivos de subidas que han llevado a Galicia a prácticamente duplicar el número de infectados. Desde San Juan, los brotes entre la población más joven se han multiplicado por todo el país y en la comunidad hay 2.466 casos activos, 181 más que en el balance anterior. El número de enfermos de covid-19 se ha incrementado un 89 % desde el 24 de junio, cuando había 1.305 . Además, no se veía una cifra tan alta desde el 26 de mayo. Los contagios detectados entre las seis de la tarde del sábado y la misma hora del domingo ascienden a 244 y suman ya cinco días por encima de los dos centenares. En la última jornada, teniendo en cuenta que se realizaron 4.479 pruebas, la tasa de positividad se mantuvo por encima del límite del 5 % que marca la OMS para dar por controlada la pandemia -5,4 %-.
El único área sanitaria que logra contener el incremento es Ferrol, que se mantiene con 88 infectados, el resto siguen dibujando una curva ascendente en la que A Coruña está a la cabeza con 617 casos activos (17 más) tras detectar 46 nuevos contagios en las últimas 24 horas. Pontevedra lleva varios días como la zona con más positivos -es la más afectada por el megabrote de Mallorca-, 55 en el último informe, y atiende a 510 pacientes (51 más). Vigo acumula 429 enfermos de covid-19 (44 más), Ourense 311 (32 más), Lugo 264 (24 más) y Santiago 237 (14 más).
La incidencia acumulada prosigue su escalada y está en los 87 casos por 100.000 habitantes a 14 días, a falta de la actualización que hará este lunes el Ministerio de Sanidad. Sigue sitúandose en la mitad de la media estatal, pero es más del doble de la que marcaba el 24 de junio.
La situación hospitalaria también ha empeorado, hay 10 ingresados más que ayer. En la uci hay 11 personas -una más- y en planta son 50 -nueve más-. A Coruña atiende a dos pacientes en uci y a otros 22 -tres más- en el resto de unidades. El área de Pontevedra tiene a cinco en críticos -uno más- y nueve en planta -dos más-. Vigo (cuatro en planta) y Ourense (siete en el resto de unidades) siguen con las ucis libres de enfermos covid. Lugo se mantiene con un ingresado en críticos y cuenta con tres en otras unidades -uno más-. En Ferrol hay dos pacientes en uci y dos en planta; en Santiago son uno en críticos y tres en el resto de unidades.
El número de víctimas mortales desde el inicio de la pandemia es de 2.437, Sanidade no notificó ningún fallecido durante el fin de semana. La última muerte por covid-19 fue la de un hombre 61 años diagnosticado, que carecía de patologías previas y murió en la jornada del jueves 1 de julio ingresado en el HULA.
Los contagios se han triplicado en España desde la noche de San Juan
23 de junio. Noche de San Juan, un verano recién inaugurado, el fin de las clases, el anuncio de la relajación en el uso de mascarillas... ni los llamamientos a la prudencia lanzados desde todos los ámbitos pudieron apaciguar ese sentimiento de libertad recuperada. Hasta ese momento todos los indicadores habían ido bajando y llevado a España a situarse por debajo de los 100 casos por 100.000 habitantes por primera vez en diez meses: la luz al final del túnel. Pero la curva volvió a torcerse con un escenario distinto que pone en jaque el control de la pandemia. La situación no es la misma porque la población más vulnerable está inmunizada, la letalidad marca mínimos desde el comienzo de la alerta sanitaria y la presión asistencial, por ahora, sigue controlada. Pero la transmisión del SARS-CoV-2 se ha disparado entre los más jóvenes y las comunidades buscan ya diques de contención para frenar los desmadres que llegan con la puesta de sol.
En menos de diez días, los que separan ese 23 de junio del 2 de julio —últimos datos oficiales del Ministerio de Sanidad—, la incidencia acumulada a 14 días en España ha aumentado 60 puntos y vuelve a estar en nivel de riesgo alto. También la tasa de positividad se ha descontrolado para situarse por encima de la barrera del 5 % de límite que marca la OMS. Esto quiere decir que, de nuevo, como en los peores momentos de la pandemia, no se detectan todos los contagios y, por lo tanto, no es posible cercar la expansión del virus. En la última semana y media los casos detectados cada día en el país se han triplicado. Si el 23 de junio se detectaron 4.300 nuevos contagios, el viernes pasado fueron 12.500 y la situación ha seguido empeorando a lo largo del fin de semana.
La tendencia es similar en todo el país, aunque mientras la incidencia acumulada en Galicia sigue por debajo de la mitad de la media estatal, en Cataluña la duplican. Es una de las comunidades que más preocupa y la única que ya superaba el viernes el umbral del riesgo extremo (fijado en los 250 casos). Además, la incidencia en jóvenes de entre 20 y 29 años supera los 1.000. Especialmente llamativa es la velocidad de propagación (Rt) que alcanzó los 2,5 puntos, un registro que nunca visto desde la primera ola, algo que lleva también a que la tasa de positividad esté por encima del 13 %. En una semana los ingresos han aumentado más de un 20 %, pero la ocupación tanto en uci como en planta está muy lejos de poner en peligro el sistema, aunque ya alertan del colapso en atención primaria.
La Comunidad Valenciana es otro de los ejemplos más claros de cómo el virus puede dar la vuelta a todos los logros conseguidos. Ha pasado de estar entre las tres comunidades peninsulares con una menor incidencia —antes del 23 de junio incluso fue la que menos— a ser la quinta en una peor situación. Un ránking en el que Cantabria se sitúa en segunda posición. De hecho, el gobierno regional decidió cerrar el ocio nocturno en 16 municipios con nivel de riesgo medio, entre ellos Santander. Los últimos días también han tenido un fuerte impacto en Baleares, protagonista de los megabrotes relacionados con los viajes de estudiantes. Los expertos sanitarios que asesoran al gobierno de las islas ya han calificado como «crítica» su situación.
Mientras tanto, la presión hospitalaria resiste y ,en este período de tiempo analizado, la ocupación de camas registra un ligero descenso.