Cáncer de mama: Así son los síntomas y los tratamientos posibles

La Voz REDACCIÓN

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Más de 33.000 mujeres reciben este diagnóstico cada año, que cuenta con una alta tasa de supervivencia

02 nov 2021 . Actualizado a las 15:00 h.

Cada año más de 33.000 mujeres son diagnosticadas de cáncer de mama en España, como acaba de anunciar la presentadora Ana Rosa Quintana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) avisó el pasado mes de febrero, con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que el tumor de mama es ya la enfermedad oncológica más frecuente en el mundo, superando por primera vez al de pulmón. 

Pero es también uno de los de mayor tasa de supervivencia. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), a cinco años supera el 90 %, es decir, nueve de cada diez continúan vivas cinco años después del diagnóstico. Si se detecta en un estadio precoz, alcanza el 98 %.

 A continuación, con la colaboración de la Asociación Española Contra el Cáncer se responden algunas de las preguntas más frecuentes de este tipo de dolencia en cuanto a síntomas, diagnóstico y tratamientos.

-¿Cómo se confirma un diagnóstico de cáncer?

-Después de una mamografía y ecografía si hay sospecha se realiza una biopsia.

-¿Qué es un carcinoma de mama?

-Son células malignas en el tejido de la mama.

-¿Qué significa proteína HER2 sobrexpresada?

-En uno de cada cinco casos, las células tumorales tienen una mutación genética que produce un exceso de la proteína HER2. Tiende a ser más agresivo, pero responde muy bien a un tipo especial de tratamiento.

-¿Es verdad que los hombres también pueden tener este tipo de cáncer?

-Sí, pero su incidencia supone un 1 % del total.

-¿Qué tratamiento es el más adecuado para mí? 

-Depende de tres factores:

  1. El tamaño del tumor, la afectación ganglionar y si afecta o no a otros órganos.
  2. Biología de la célula tumoral.
  3. El parecido de la célula tumoral a las normales y la velocidad de desarrollo del cáncer.

-¿Todas las mujeres con cáncer son operadas?

-Es la primera opción en el tratamiento de los cánceres en estadios localizados. El tipo de cirugía dependerá del tamaño, localización y extensión del tumor. A veces tiene que reducirse con quimio antes de ser operado.

-¿Por qué extirpan los ganglios de la axila?

-Si los ganglios están afectados a veces es necesario extirparlos. Se suele extraer el ganglio centinela.

-¿Qué es el ganglio centinela?

-Es el primer ganglio axilar que drena la mama. Al quitarme los ganglios, ¿qué riesgo tengo de desarrollar linfedema? Pueden desarrollarlo el 30 % de las mujeres que sufren extirpación de ganglios. El porcentaje aumenta si además han recibido radioterapia axilar.

-¿Es buena la natación para combatir el linfedema? ¿Qué ejercicios puedo hacer para mejorar el brazo?

-Para prevenir el linfedema el deporte es fundamental. El fisioterapeuta realizará un masaje linfático, aplicará medidas de compresión y otras técnicas.

-¿Me retocarán la otra mama?

-Puede hacerse para obtener simetría entre mamas.

-¿Qué es la quimioterapia?

-Es la administración de fármacos, habitualmente por vía intravenosa, para destruir las células cancerosas que han podido dispersarse por el organismo. 

-¿Cómo se sabe que es eficaz?

-Solo a través de las pruebas es posible saber si el tumor ha disminuido, desaparecido o permanece igual.

-¿Qué es la radioterapia?

-Consiste en el empleo de radiaciones ionizantes para el tratamiento local de determinados tumores, empleando rayos x de alta energía. Su objetivo es destruir las células tumorales causando el menor daño posible a los tejidos sanos que rodean al tumor. 

-¿Cómo se aplica?

-La radioterapia externa es un tratamiento con pocos efectos secundarios que se administra durante unos minutos y a lo largo de tres o cuatro semanas. 

-¿Para qué sirve el tratamiento hormonal?

-Se administra para bloquear la producción o acción de los estrógenos sobre las células malignas de la mama. Se administra vía oral durante al menos cinco años. El objetivo es reducir el riesgo de recaída.

-¿Es posible reconstruirme la mama después de la extirpación del tumor?

-Sí, es posible, pero es una decisión muy personal. Puede hacerse de forma inmediata o pasado un tiempo de la cirugía. 

-¿Cómo se reconstruye la mama? 

-Hay tres técnicas diferentes: con tejidos propios de la paciente, con implantes o reconstrucción del pezón y la aureola.

-¿Por qué a algunas mujeres se les cae el pelo y a otras no? 

-La pérdida del cabello dependerá del tipo de  fármaco empleado y los efectos secundarios  pueden variar entre pacientes.

-¿Si estoy embarazada y tengo cáncer de mama?

-Según los diferentes tratamientos posibles:

  1. Cirugía. La anestesia no supone riesgo para el feto.
  2. Si no es necesaria radioterapia es preferible realizar mastectomía. 
  3. La quimioterapia puede administrarse en el segundo y tercer trimestre sin riesgo de malformación para el feto. 

-¿Mejora el pronóstico para la madre la interrupción del embarazo?

-No, solo puede simplificar el tratamiento. Pero cuando es necesaria quimioterapia o radioterapia es preciso valorar la interrupción del embarazo.

-¿Las células tumorales afectan al feto?

-No se ha demostrado

-¿Es necesario suprimir la lactancia?

-Sí, cuando se planifica cirugía, para que disminuya el tamaño y vascularización de la mama. Con quimioterapia también, ya que estos fármacos pasan al bebé a través de la leche materna.

-¿Es posible tener un hijo después de un cáncer de mama?

-Sí, aunque hay que valorar cada caso y tener en cuenta que la quimioterapia puede provocar esterilidad.

-¿Qué tipo de ayuda ofrece la AECC?

-Desde la atención psicológica hasta ayudas materiales y económicas.

«La información es necesaria para afrontar la enfermedad»

Carmen Yélamos es responsable de Psico-Oncología de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). 

-¿Qué reacciones emocionales son las más frecuentes ante el diagnóstico?

-Una de las reacciones emocionales más frecuente es la negación. Buscar segundas opiniones o pedir a su médico que repita las pruebas esperando obtener otros resultados distintos, suelen ser reacciones habituales.

-¿Y durante el tratamiento?

-La persona que recibe tratamiento para un cáncer se puede sentir hostil y enfadada. El enfado suele dirigirse contra el personal sanitario, la familia o incluso Dios, si se es creyente. Sin embargo, la causa real del enfado suele ser el hecho de tener una enfermedad  y de tener que soportar tratamientos muy agresivos, así como la impotencia que genera la situación. Pero la rabia también suele ocultar una profunda tristeza difícil de exteriorizar. Estas reacciones son normales, especialmente en las primeras fases de la enfermedad.

-¿Cuáles suelen ser los temores más frecuentes tras el diagnóstico?

-La palabra cáncer tiene connotaciones negativas asociadas a dolor, sufrimiento y muerte que hace que surjan muchos temores. Sentir miedo durante la enfermedad, a los muchos tratamientos, a los efectos secundarios, al sufrimiento sobre todo, a morir, es normal, al igual que sentir ansiedad o estar triste en algún momento de la enfermedad.  Lo más importante es acompañar a la persona enferma y que esta no se sienta sola.

-¿Cuáles son los miedos más frecuentes al finalizar los tratamientos?

-Una vez que acaban los tratamientos, retomar la vida cotidiana puede suponer un nuevo reto que afrontar y que también requerirá nuevas energías y recursos. Temor, vulnerabilidad, incertidumbre o indefensión forman parte de las experiencias subjetivas de las personas que han sufrido un cáncer. Quizás el miedo más frecuente es a la recaída.

-¿Estar informado ayuda a superar la enfermedad?

-La información es necesaria para afrontar la enfermedad. Debe proceder siempre de fuentes fiables, objetivas y claras. Cuando la información es adecuada:

  • Reduce los niveles de ansiedad.
  • Permite participar activamente en la toma de decisiones respecto a los tratamientos, pruebas, etc. 
  • Favorece una comunicación abierta y sincera tanto con los profesionales sanitarios como con los familiares y amigos. Esto permite, no solo el desahogo emocional, sino también las posibilidades de dar y recibir apoyo. 

-¿Se debe informar a los niños de la enfermedad de un ser querido?

-Ocultar la enfermedad o evitar hablar de ella no va a proteger a los niños. Ellos también perciben que algo pasa (ingreso hospitalario, llamadas de teléfono, efectos secundarios de los tratamientos...). La información es necesaria para que ellos también puedan afrontar la enfermedad. Ahora bien, la información debe ser sencilla, veraz y estar adaptada a su edad, madurez y desarrollo cognitivo. Cómo afronten la enfermedad depende en gran medida de cómo la aborden los adultos que le rodean.

 La actitud ante el cáncer

  • La paciente: «Disfrutar de lo positivo en cada momento»
  • Informarse adecuadamente.
  • Conocer y permitirse expresar las emociones. No esperar a estallar, mostrar malestar, rabia o tristeza cuando todavía no sea muy intensa.
  • Rodearse de sus seres queridos. La comunicación con su pareja, familia, amigos, médico… ayuda.
  • Continuar con aquellas actividades que antes hacía y que le hacían sentir bien, pero sin exigirse demasiado. 
  • Cuidarse: alimentarse adecuadamente, respetar los horarios de sueño y descanso y practicar ejercicio físico de suave a moderado.
  • No permitir que la enfermedad sea el centro de la vida.
  • Disfrutar de lo positivo de cada momento. Aunque no podemos elegir las circunstancias que nos ha tocado vivir, sí podemos elegir cómo responder ante ellas.

Marina Pollán es la doctora que dirige el proyecto de investigación EpiGeicam. Si el entorno está dispuesto a ayudar, es importante que esté informado y que afronte la enfermedad con naturalidad, y atendiendo a las necesidades de la paciente en cada etapa del cáncer. Para ello, es adecuado que el entorno siga algunas recomendaciones:

Familiares y amigos: «El apoyo es fundamental»

  • Informarse sobre la enfermedad y los tratamientos, así como sobre las reacciones emocionales más habituales y las preocupaciones más frecuentes. Esto ayudará a entender mejor a la persona con cáncer.
  • Comportarse con naturalidad, sin dramatismos e intentando mantener una actitud positiva y tratando de transmitir apoyo y energía, sobre todo en los momentos en los que la paciente se sienta más débil.
  • Ofrecer ayuda y apoyo. Mostrar que se está al lado de la persona enferma y que puede contar con ello.
  • No negar la enfermedad, no mentir respecto a ella, procurar hablar de esta sin tabúes si la persona enferma así lo hace y lo necesita.
  • Escuchar. Dejar que la paciente exprese sus sentimientos, miedos y preocupaciones. Dejarle llorar si lo necesita.
  • Tratar de entender cómo se siente la enferma e intentar ponerse en su lugar.
  • Contar también cómo se siente la persona cercana. No ocultar los miedos y preocupaciones. Un clima de sinceridad favorece la comunicación.
  • Procurar no agobiar con consejos médicos, psicológicos, opiniones, otros casos de cáncer conocidos, etc.
  • Utilizar el sentido del humor, es un buen recurso para desdramatizar siempre que se use con tacto.
  • Cuidarse física y psíquicamente. La persona de apoyo no podrá ayudar a la enferma si la primera no está bien.
  • Cuando aparezca la sensación de no poder afrontar la situación, se debe pedir ayuda a un psico-oncólogo.

La alimentación calórica aumenta el riesgo de cáncer

El sedentarismo, el aumento del consumo de comida poco saludable y alta en calorías, el sobrepeso y la obesidad son factores que afectan a la salud a nivel individual y poblacional.

En este sentido, el proyecto de investigación EpiGEICAM, impulsado por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha demostrado la relación entre la alimentación y el cáncer de mama, el tumor más frecuente en mujeres a nivel global.

Este trabajo muestra, a través de un estudio epidemiológico en el que han participado mujeres con cáncer de mama y mujeres sanas, que una alimentación basada en un consumo calórico bajo puede disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de mama e incluso podría tener un efecto protector. Sin embargo, en aquellas mujeres que siguen una dieta hipercalórica, y con una baja actividad física, el riesgo se incrementa, sobre todo, en mujeres posmenopáusicas. Por tanto, un consumo de calorías moderado en combinación con la realización regular de ejercicio físico pueden ser buenas estrategias para prevenir el cáncer de mama. Estos resultados refuerzan el mensaje de la importancia de unos hábitos de vida saludables basados en una alimentación sana y ejercicio físico.