Sanidad elimina las cuarentenas para los contactos estrechos de ómicron que estén vacunados

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR TOIMIL

Galicia solicitó que solo se anulase el requisito para aquellas personas con PCR negativa y que hubiesen recibido ya la tercera dosis

21 dic 2021 . Actualizado a las 21:50 h.

Los contactos estrechos de un contagiado con la variante ómicron de coronavirus no tendrán que guardar diez días de cuarentena domiciliaria, en el caso de que tengan la pauta de vacunación completa. Es la decisión que se ha tomado en el seno de la comisión de Salud Pública tras la votación de esta opción, que fue aprobada «por mayoría», aunque comunidades como Galicia plantearon que solo se eliminase el requisito de la cuarentena para aquellos contactos estrechos que ya tuviesen la tercera dosis de la vacuna.

Sin embargo, a los contactos estrechos se les recomendará que durante ese período de diez días limiten sus actividades a las esenciales, reduzcan todo lo posible las interacciones sociales, y sigan «escrupulosamente» las medidas de prevención del contagio, especialmente en el uso de mascarilla y mantengan una especial atención ante la posible aparición de síntomas compatibles con el covid-19.

Hasta el momento sí estaban obligados a hacer cuarentena los contactos de casos producidos por variantes ómicron, beta o gamma, pero en la práctica, la confirmación del tipo de variante no estaba disponible para la mayoría de los contagiados.

Durante la reunión también se ha instado a «acelerar» la vacunación de todas las personas mayores de 12 años y especialmente entre el colectivo de mayores de 60 años por ser la población más vulnerable, ya que se ha demostrado la eficacia de la vacunación tanto en la reducción de casos graves, ingresos hospitalarios y fallecimientos por covid-19

El porcentaje de españoles a favor de la vacunación obligatoria sube al 52 %

Los que afirman que seguimos «en el peor momento» de la pandemia es ya el 16 %

Gabriela Consuegra

En medio de un panorama con los contagios de coronavirus al alza, la aparición de nuevas variantes como ómicron —mucho más contagiosas— y el avance de los antivacunas en Europa, el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) muestra que el 52 % de la población española es partidaria de obligar a todo el mundo a vacunarse contra el covid-19. Este dato sube seis puntos respecto a noviembre, al tiempo que baja el porcentaje de escépticos que manifiestan sus dudas sobre este concepto (pasa de 27 % al 21) y se mantienen los contrarios a esta opción (22 %).

Asimismo, bajan dos puntos, hasta el 65 por ciento, los que consideran que habría que obligar a vacunarse al personal sanitario, al que trabaja en las residencias de personas mayores y a los que tienen relaciones profesionales directas con el público en general.

En el barómetro de este mes, realizado del 1 al 13 de diciembre sobre una muestra de 3.733 personas, se incrementa la cifra de los que señalan estar vacunados, hasta el 96,5 %, mientras que el 3,2 por ciento aún no lo habían hecho. De estos últimos, teniendo en cuenta que ya deberían haber sido inmunizados (todos son mayores de 18 años), un 21,7 por ciento afirmaron que se vacunarían al llegar su turno, mientras que el 59,5 por ciento negaron que lo vayan a hacer.

La primera razón para no vacunarse sigue siendo que no se fían de estas vacunas —el 21,7 % de los que no piensan vacunarse dieron esta respuesta—. Le sigue el miedo a que tengan riesgos para la salud y efectos secundarios o colaterales (18,5 %) y que no se creen que sean eficaces (8,2 %).

La situación sanitaria generada por el coronavirus en España no parece solucionarse y el pesimismo sobre la pandemia aumenta según se desprende de este barómetro, que refleja una caída de 13 puntos entre los que pensaban que «lo peor ha pasado ya».

Si en el mes de noviembre el 73 % de la población se situaba a favor de ver más cerca el final de la pandemia, con la cercanía de las fiestas navideñas y los indicadores de incidencia disparados en todas las comunidades, este dato ha bajado hasta el 60 por ciento. Además, los que afirman que seguimos «en el peor momento» pasan del 7 % al 16,2 %.

Suiza, actualmente uno de los países con peor incidencia de casos de covid-19 en todo el mundo, aplica desde ayer limitaciones especiales para las personas no vacunadas, entre ellas la imposibilidad de entrar en restaurantes y otros lugares públicos. Los no vacunados (salvo aquellos que hayan pasado la enfermedad) no pueden acceder a establecimientos culturales e instalaciones deportivas y de ocio, entre otros lugares, para frenar la actual ola de casos, que se cree que está vinculada al auge de la nueva variante ómicron, más contagiosa que las anteriores.

Hasta ahora, los no vacunados podían entrar a restaurantes y otros recintos con pruebas PCR o test de antígenos con resultado negativo, pero esa certificación ya no será válida.

El portavoz del Gobierno francés, Gabriel Attal, señaló también el domingo que esperan poder sustituir el pase sanitario por el pase de vacunación a finales de enero y para ello intentará lograr el visto bueno parlamentario lo antes posible. El objetivo es que el proyecto de ley sea «definitivamente adoptado y promulgado antes de fines de enero para que entre en vigencia de inmediato», explicó Attal durante una entrevista en televisión. Con esta medida intentará presionar a las personas que aún no se han vacunado en el marco de una «carrera contrarreloj» contra la quinta ola de contagios y la llegada de la variante ómicron.