La onda de choque que generó el volcán de Tonga llegó a Galicia

Xavier Fonseca Blanco
Xavier Fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Imagen aérea del volcán después de la erupción
Imagen aérea del volcán después de la erupción Reuters

Produjo una caída de la presión atmosférica en todas las estaciones de la red de MeteoGalicia

30 jun 2023 . Actualizado a las 11:39 h.

La erupción del volcán de Tonga, en el Pacífico sur, ha sido la más intensa de las últimas décadas, solo superada por la del Pinatubo en 1991. El dióxido de azufre que expulsó el pasado día 15 fue de 450.000 toneladas, la cantidad que liberó el volcán de La Palma en sus 85 días activo. Varios satélites captaron desde el espacio cómo la erupción submarina borraba del mapa la isla. 

La explosión fue tan violenta que generó una onda de choque que recorrió todo el planeta. «Se trata de una onda que se produce por una fuerte perturbación y que viaja por la atmósfera a velocidades superiores a la del sonido. En principio son ondas que se van disipando. De hecho, los truenos no dejan de ser también ondas de choque. Pero en este caso la perturbación fue tan intensa que tuvo energía suficiente para dar una vuelta al mundo», explica el meteorólogo Juan Taboada.

Galicia también sintió los efectos de la gran erupción que se registró a miles de kilómetros con un descenso de la presión atmosférica. «Se registró en las todas las estaciones entre las 20 y las 21 horas. Mientras en Australia las caídas de presión fueron superiores a 6 milibares, en Galicia apenas llegaron a 1 milibar», apunta. «En cualquier caso fue algo anecdótico. Ese mismo día hubo un descenso de unos 5 milibares por la aproximación de una borrasca que estaba al oeste de la Península y que dejó algunas lluvias por la noche en Rías Baixas», añade Taboada.

De todos los mecanismos capaces de influir en la temperatura media del planeta, existen dos fundamentales: las variaciones en la órbita alrededor del Sol y las erupciones volcánicas. Una erupción tiene dos efectos diferentes. Por un lado emite aerosoles que bloquean la radiación solar, disminuyendo las temperaturas. Por otra parte expulsa dióxido de carbono, incrementando el efecto invernadero y aumentando la temperatura. Claro que un solo volcán no puede calentar el planeta. Tendría que ser una cadena de erupciones simultáneas, como ocurrió hace 250 millones de años en el período conocido como Pérmico, cuando la vida estuvo al borde de la extinción. 

La incógnita que habrá que despejar en las próximas semanas es si la enorme cantidad de material volcánico que ha sido liberado puede afectar al clima. «En principio sí podría, aunque es pronto para determinar la incidencia concreta. La explosión fue tan intensa que la columna de cenizas pudo llegar a los 20 kilómetros de altitud. Esto quiere decir que inyectó partículas en la estratosfera. El efecto esperado sería de enfriamiento. Esas partículas reflejarán algo de radiación de onda corta procedente del sol, que de otra manera llegaría a la superficie», concluye el meteorólogo. En 1991, tras la intensa explosión del Pinatubo, las cenizas también alcanzaron la estratosfera y frenaron parte de la radiación solar que llega a la superficie. La temperatura media de la Tierra disminuyó entre 0,5 y 0,8 grados.