Más de 150 perros enferman en Reino Unido tras contagiarse de un virus desconocido

Gabriela Consuegra
Gabriela Consuegra REDACCIÓN / LA VOZ

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Las mascotas sufren diarrea y vómitos durante varios días y llegan a perder mucho peso como consecuencia de los síntomas. Sin embargo, hasta la fecha, ningún animal ha muerto por esta causa

01 feb 2022 . Actualizado a las 14:14 h.

Vómitos severos y diarrea. Esta es la sintomatología con la que comenzaron a acudir algunos perros del condado de Yorkshire, en Reino Unido, a la consulta veterinaria de Brogan-Alexandra Proud. Los primeros casos llegaron el 10 de enero. Después de dos semanas de atender a varias mascotas que sufrían el mismo cuadro, Proud hizo una publicación a través de su red social para dar la voz de alerta. El resultado fueron más de mil interacciones y comentarios de otros dueños con mascotas que presentaban el mismo malestar. Entonces, se dio cuenta de que la mayoría de los casos tenían un precedente en común: los animales habían dado un paseo por la costa, a la orilla de la playa, antes de enfermar. Así comenzó a sospechar que un virus desconocido podía estar detrás de la situación. 

La propagación, que ya se ha extendido a las ciudades de Leeds y Sheffield, ha encendido las alarmas, especialmente después de que algunos perros estén ingresando tras haber estado en contacto con otra mascota enferma. Esto indicaría que se puede tratar de un malestar de origen vírico, por lo que es posible que pudiera extenderse y es difícil calcular hasta dónde. En todo caso, «los perros portan ese virus o esa bacteria o ese problema. Y, por lo que estamos observando, ya no se mantiene en la costa, se está extendiendo», aseguró Proud en declaraciones para el periódico británico The Guardian.

Muchas personas están preocupadas por sus mascotas. La dueña de uno de los perros que enfermó aseguró también a The Guardian que el animal había «perdido una cantidad considerable de peso» como consecuencia de la sintomatología. «Su arnés apenas le queda», lamentó. La parte positiva es que, aunque pueden llegar a manifestarse de forma agresiva, los síntomas remiten luego de algunos días de tratamiento y, a la fecha, ningún animal ha muerto por esta causa.

Independientemente de que se trate de un virus o de una bacteria, la especialista señaló que, probablemente, «se transmitirá a través de la orina, las heces o la muda del pelaje. Y todos sabemos cómo les gusta a los perros conocerse y saludarse: nariz con nariz, oliéndose el trasero, etc.». Por eso, su recomendación para los dueños de los animales es que, en tanto se desconozca qué es lo que motiva la enfermedad, procuren, además de no acudir a las playas, mantener a sus mascotas alejadas del resto. Limpiarlas bien cuando regresen de un paseo también es una buena medida de prevención.

Por otra parte, y aunque es llamativo que muchos animales hayan estado en las playas antes de presentar los primeros síntomas, no se ha podido determinar que este sea el origen de la enfermedad. De hecho, la veterinaria insistió en que ningún experto, agencia o autoridad había podido establecer una causa o un un comportamiento común en los animales, como comer o masticar cualquier cosa arrastrada a la playa o presente en el mar.

Sin embargo, algunas personas han sugerido que podría tratarse de alguna toxina liberada en el mar de Yorkshire, una teoría que también explicaría otro extraño suceso: hace varios meses comenzaron a llegar numerosos animales marinos sin vida a la misma costa. Al respecto, el Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra), ha informado que «no tiene conocimiento de ningún vínculo con el problema de los cangrejos y langostas muertos arrastrados a tierra en las costas de Yorkshire a fines del año pasado».

En todo caso, lo cierto es que ni los veterinarios ni las autoridades han conseguido descifrar cuál es el origen del problema y mientras tanto los perros se siguen contagiando. Proud ha llegado a atender 20 casos diarios solo en su consulta y se estima que el total de mascotas afectadas ya sobrepase las 150. «He estado dedicándome a esto durante 12 años y sé que las enfermedades empeoran en esta época del año, pero nunca había visto números como estos», aseguró la veterinaria e insistió en que otros especialistas locales coincidían con esta valoración. «Estas no son cosas normales, definitivamente hay que hacer algo», apuntó.