El Gobierno quita la mascarilla en el patio del colegio, pero la Xunta la mantiene
SOCIEDAD
Sanidade asegura que ese tema no se trató en la Interterritorial y que, de momento, seguirán «cumpliendo el protocolo»
08 feb 2022 . Actualizado a las 13:48 h.El fin de la obligatoriedad de la mascarilla en exteriores supondrá también cambios en los protocolos de las escuelas. A partir del jueves, unos ocho millones de niños y jóvenes no tendrán que llevar esta protección cuando se encuentren en los patios de sus colegios, siempre que puedan, eso sí, mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros, explicaron a este periódico fuentes del Gobierno.
Sin embargo, parece que esta restricción no se aliviará de momento en Galicia. Según fuentes de Sanidade, en la reunión del Consejo Interterritorial «no se habló nada» de este tema, con lo cual la comunidad continuará «cumpliendo con el protocolo».
Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad emplazaron a la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, e incluso a la publicación, el miércoles en el BOE, del nuevo decreto sobre mascarillas para conocer todos los detalles de la nueva medida.
Los escolares españoles vivirán el primer alivio de las estrictas restricciones que se decretaron después de que volvieran a las aulas en septiembre de 2020 tras el confinamiento duro de la primavera de ese año. En estos últimos 16 meses, los estudiantes han llevado mascarilla tanto en las aulas como en los patios, además de recibir clase con las ventanas abiertas o de encuadrarse en grupos burbuja, sin apenas contacto con el resto de los compañeros.
Aunque no de forma definitiva, la mascarilla irá desapareciendo progresivamente del paisaje urbano. El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas confirmaron este lunes casi por unanimidad, con la única abstención del País Vasco, la eliminación de la obligación en exteriores de este elemento de protección. Pero el Consejo Interterritorial extraordinario en el que se tomó la decisión también acordó recomendar que la mascarilla continúe utilizándose en calles con aglomeraciones y en eventos multitudinarios de pie (conciertos, por ejemplo) y en los que el público esté sentado, pero no se pueda mantener la distancia de seguridad de 1,5 metros. El decreto de mañana concretará toda la casuística.
La supresión de la obligatoriedad de la mascarilla fue avanzada en una entrevista de radio por la ministra de Sanidad, Carolina Darias, el pasado viernes, solo tres días después de que el Congreso de los Diputados aprobara, en una polémica votación, convalidar el decreto que permitía prolongar esta limitación.
Además, el Interterritorial de ayer pactó ampliar del 75 al 85% el aforo en espectáculos deportivos en exteriores (estadios abiertos) y del 50 al 75% en interiores (pabellones). Desde el 1 de marzo, los aforos serán completos.
La mascarilla al aire libre volvió a ser obligatoria en España el 24 de diciembre, después de que lo acordara la Conferencia de Presidentes celebrada dos días antes. Fue la única medida que se pactó entonces, cuando la variante ómicron había comenzado a disparar el número de contagios y se preveían unas Navidades complicadas, pero desde el primer momento, esta decisión se topó con las críticas de los especialistas.
La protección bucal en exteriores ha sido la restricción más simbólica, y más polémica, de la pandemia porque no estaba avalada por la evidencia científica. Los expertos han explicado que la inmensa mayoría de los contagios (hasta el 97%, según un estudio) se producen en interiores, cuando están mal ventilados, mientras que al aire libre el riesgo de infección es muy bajo. «No es útil», considera Óscar Zurriaga, vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología.