
La diseñadora se mudó al país vecino para vivir con él, y viajaba periódicamente a España para seguir trabajando
21 feb 2022 . Actualizado a las 22:05 h.Una mudanza por medio a Portugal y tres años de amor que parecen haber terminado, según adelanta la revista ¡Hola!. La diseñadora Vicky Martín Berrocal y su última pareja, el empresario portugués Joao Viegas, que fue presidente del Sporting de Lisboa, han roto. Por su último novio, Vicky Martín Berrocal lo había dejado todo y apostado muy fuerte, mudándose al país vecino hace un año y medio y viajando de manera periódica para sus intervenciones televisivas en el programa que Bertín Osborne presenta en Canal Sur, y para su negocio de moda. La distancia en este caso no habría sido la causa de la ruptura, pero por el momento no se conocen más detalles.
Vicky Martín Berrocal, de 48 años, pasó a convivir con Joao y ha hacer vida con sus hijos (tiene cuatro). También Alba, la hija que tuvo con Manuel Díaz El Cordobés, era habitual verla en la zona de la costa de Estoril donde residen. «Me encantaría vestirme de blanco porque creo que es una celebración del amor y eso me parece la bomba, aunque yo lo celebro todos los días», decía hace unos meses la diseñadora.
Tras nueve años sin pareja, Vicky, divorciada del torero Manuel Díaz El Cordobés, asegura que en todo ese tiempo no buscó el amor. «A mí me sorprendió la vida y encontré por primera vez una relación sana y entera, donde no hay inseguridad, no hay miedos». Y es que a pesar de ser una mujer muy segura de sí misma, Berrocal confiesa haber sentido mucha inseguridad en el amor. «Tengo muy poca fe en el hombre, no creo en su fidelidad -sentencia-. He visto mucha deslealtad a mi alrededor y, fuera de Joao, sigo pensando que es muy difícil encontrar una pareja en la que te sientas segura, a gusto, que sume, que te dé la mano y te sientas protegida, que sepas que te quiere de verdad, que eres su prioridad. He encontrado un hombre muy a mi medida. Y eso es lo que tengo aquí y ahora».
Ese 'aquí y ahora', que Vicky se ha tatuado en una mano, es muy importante para ella, «porque ya no hago planes a largo plazo, vivo el momento. Ojalá mi relación con Joao dure una vida. Pero en el amor nunca se sabe». La diseñadora está convencida de que su forma de ser, rotunda y echada para adelante, ha asustado a más de un hombre. «A ellos les atraen las mujeres fuertes pero luego no les gusta que les hagan sombra. Tienes que encontrar a alguien que te deje ser tú y que siendo tú te mire con admiración y que además no tenga miedos, y que no le quites el puesto. Es un equilibrio difícil».
«Fuera de Joao, no creo en la fidelidad del hombre», añadía a principios de diciembre en una entrevista en Colpisa. Tras perder 20 kilos, la diseñadora amadrina Más Grande Que Yo para cambiar el relato de la obesidad. «Llevo 35 años a régimen, subiendo y bajando de peso, sufriendo el efecto 'yoyó', haciendo verdaderas locuras... He llegado a perder 15 kilos en tres meses o 12 kilos en dos. La obesidad es una enfermedad, pero en lugar de ir al especialista te pones a hacer la dieta que te recomienda tu prima. Y no puede ser. Hay que tomarse esto en serio», aseguraba.
Su punto de inflexión llegó el otoño del año pasado en Punta Cana, cuando comprobó que le costaba un esfuerzo extraordinario levantarse de la hamaca... «Luego me hice una analítica y aquello era un circo, así que decidí ponerme las pilas. Estaba obesa. Y ese es un problema de salud, no estético. Por eso hay que ir al médico», insiste Berrocal.
Ahora hace deporte cinco días a la semana: camina, corre, practica boxeo, pedalea, se prepara con una entrenadora personal... Y ha dejado de comer pasta a diario. «Pero sigo comiendo legumbres y postre, esto no consiste en pechuguita de pollo y lechuga», puntualiza.
La despedida a su hija Alba
«Se va mi gorda, me da mucha pena. Todo llega y aquí estamos. Se va de voluntariado a África. La voy a echar de menos, pero ella es feliz y eso es lo que más me importa», aseguraba en las últimas horas en las redes sociales despidiendo a su hija.