Hallan la estrella más antigua jamás observada en el universo

SOCIEDAD

NASA

Eärendel, que tiene 50 veces la masa del Sol y es mil millones de veces más brillante, se formó 900 millones de años después del Big Bang, durante la infancia del cosmos

30 mar 2022 . Actualizado a las 20:48 h.

Los ojos del telescopio espacial Hubble acaban de detectar la estrella más antigua jamás observada. Se estima que tiene 12.900 millones de años, es decir, se formó unos 900 millones de años después del Big Bang, durante la infancia del universo. En concreto, cuando tenía solo el 7 % de su edad actual.

Los responsables del descubrimiento publicado en la revista Nature y anunciado por la NASA han bautizado a la estrella como Eärendel, en honor a un poema de J.J.R Tolkien y que en inglés antiguo significa «estrella de la mañana» o «luz naciente». Los científicos reconocen que puede tratarse también de un sistema doble. El descubrimiento supera el anterior récord de distancia que tenía Ícaro, otra estrella observada también por el Hubble a 9.000 millones de años luz.

La composición de Eärendel será de gran interés para los astrónomos, porque se formó antes de que el universo se llenara con los elementos pesados producidos por las sucesivas generaciones de estrellas masivas. Si los estudios de seguimiento encuentran que está compuesta solamente de hidrógeno y helio primordiales, sería la primera evidencia de las legendarias estrellas de Población III, que se supone que son las primeras estrellas nacidas después del Big Bang. 

«Eärendel existió hace tanto tiempo que es posible que no haya tenido todas las mismas materias primas que las estrellas que nos rodean hoy en día», explicó el astrónomo Brian Welch, autor principal. «Estudiarla será una ventana a una era del universo con la que no estamos familiarizados, pero que condujo a todo lo que conocemos. Es como si hubiéramos estado leyendo un libro muy interesante, pero comenzamos con el segundo capítulo, y ahora tendremos la oportunidad de ver cómo comenzó todo», añade.

Una de los datos que revela la distancia a la que se encuentra el objeto, que tiene 50 veces la masa del nuestro Sol y es mil millones de veces más brillante, es su corrimiento hacia el rojo. Cuando un objeto se aleja, la longitud de la onda de la luz que emite se estira y se desplaza al rojo, el color con la longitud de onda más larga. Esta es la técnica que permitió que el astrónomo Edwin Hubble revelase a comienzos del siglo pasado que las galaxias actualmente se están alejando unas de otras y, por tanto, que el universo se encuentra en expansión. Cuanto mayor es el valor, más lejos. Las observaciones anteriores de estrellas individuales que se han realizado hasta la fecha daban desplazamientos al rojo entre 1 y 1,5. El corrimiento hacia el rojo de Eärendel es del 6,2. Esto da una idea de lo lejos que está. 

El hallazgo ha sido posible gracias a la técnica conocida como lente gravitacional, una consecuencia más de la Teoría General de la Relatividad. La luz que emite Eärendel sería imposible de detectar sin la estimable colaboración que ha ofrecido un enorme cúmulo de galaxias que se encuentran en su camino. Estas galaxias curvan el tejido del espacio, creando una poderosa lupa que distorsiona y amplifica la luz de los objetos distantes que se encuentran detrás.

«Al principio casi no lo creíamos: estaba mucho más lejos que la anterior estrella de mayor desplazamiento al rojo más distante», sostiene Welch. «Normalmente, a estas distancias, las galaxias enteras se ven manchas pequeñas, donde se mezcla la luz de millones de estrellas. La galaxia que alberga esta estrella ha sido ampliada y distorsionada por lentes gravitacionales en una larga media luna que llamamos el Arco del Amanecer», añade.