Esta mejoría permitirá ofrecer pronósticos más precisos y ajustados a las particularidades del territorio gallego
02 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Desde tiempos pretéritos, los seres humanos han tratado de entender y anticipar los fenómenos atmosféricos. La observación y la experiencia han sido hasta no hace mucho la única manera de predecir las condiciones meteorológicas. Sin embargo, en el siglo pasado ocurrieron dos grandes revoluciones. Gracias a la escuela noruega de Bergen comenzaron a usarse las matemáticas. Además, la invención del ordenador permitió realizar cálculos de una manera más rápida y precisa. De la unión de las matemáticas y la tecnología surgieron los modelos meteorológicos. «La fiabilidad de los modelos depende mucho de lo bien determinadas que estén las condiciones iniciales, a partir de las cuales se empieza a calcular. Esto es algo que ha mejorado mucho en las últimas décadas ya que la atmósfera está cada vez mejor monitorizada. Sigue habiendo situaciones muy particulares y concretas en las que no se pueden determinar con claridad los pronósticos, pero en líneas generales las previsiones a 3 o 4 días son precisas y las indicaciones probabilísticas entre el quinto y el octavo día suelen dar una buena aproximación», explica Juan Taboada, de MeteoGalicia.
La agencia meteorológica gallega acaba de realizar una mejora a su modelo de predicción WRF que resuelve la dinámica de la atmósfera en un área geográfica limitada próxima a la Península. «El cambio ha consistido en aumentar sustancialmente la resolución. Este término se refiere a la distancia mínima que es capaz de «ver» el modelo y la que que por tanto puede determinar las variables. Cabe recordar que lo que los modelos no resuelven las ecuaciones de la dinámica de la atmósfera ya que no tienen solución analítica, sino una aproximación. Y dentro de esas aproximaciones se incluye que solo se resuelven las variables en puntos concretos. En nuestro caso hasta ahora esa distancia entre puntos era de 4 kilómetros y a partir de ahora pasa a ser de 1 kilómetro. Eso quiere decir que la orografía del modelo será mucho más aproximada a la real de Galicia por lo que los pronósticos van a ser también más fieles a la realidad. Además, cuestiones dinámicas en la atmósfera con escalas menores de 4 km como la formación de cúmulos y cumulonimbos podrán ser pronosticadas más fielmente, mejorando por tanto los pronósticos de precipitación», asegura Taboada.
Esta mejora ayudará a ofrecer previsiones más precisas sobre variables como la temperatura, la lluvia y el viento. «También esperamos que los pronósticos de episodios adversos, de posibles inundaciones y de olas de calor y frío aumenten también su fiabilidad y sean por tanto más útiles para diferentes organismos y la población en general», concluye.
