La inteligencia artificial logra avances contra cánceres agresivos en Galicia

El uso de la inteligencia artificial (IA) permite una aproximación más precisa a pacientes con cáncer. Cada vez más datos indican que esta tecnología también permitirá seleccionar tratamientos de mayor éxito contra tumores, adaptados para cada persona. En Santiago se han desarrollado avances relevantes para los dos linfomas más frecuentes y agresivos, el linfoma b difuso de células grandes (LBDCG) y el linfoma folicular; y se investigan otros tumores, como la leucemia mieloide o el mieloma múltiple. Son enfermedades que afectan a los linfocitos y otras células de la sangre. La revista HemaSphere, publicación oficial de la Sociedad Europa de Hematología, difundió en abril la última aportación del Grupo de Procesos Linfoproliferativos del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS). Este equipo atrae la atención internacional por sus valiosas propuestas.

Jorge Aboal, director xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas; Eloína Núñez, gerente del área sanitaria de Santiago y Barbanza; José Luis Bello, profesor de hematología de la USC; Adrián Mosquera, hematólogo, que dirige el citado grupo de investigación; Juan Carlos Vallejo, jefe del servicio de hematología del CHUS; Lois Orosa, director del Centro de Supercomputación de Galicia; e Isidro Núñez y Andrea Adrover, de la multinacional Roche, abordaron en un encuentro organizado por La Voz de Galicia la medicina personalizada en hematología. En especial la innovación a la vanguardia con IA contra los linfomas que se realiza en Santiago, en el IDIS, con apoyo de Roche Farma España.

Miles de mutaciones en tumores

«El cáncer es eminentemente diverso. Tiene miles de mutaciones diferentes y alteraciones moleculares muy heterogéneas. El tratamiento más habitual para los linfomas agresivos es una solución para una parte importante de las personas afectadas. Pero a un 40 % no les va a responder, les aporta toxicidad y probablemente reduce sus posibilidades de curación. Nuestra investigación avanza en la medicina predictiva; creamos modelos personalizados para escoger un fármaco más eficiente para una persona concreta, con nombre y apellidos», explica Adrián Mosquera. De LBDCG y linfoma folicular se detectan unos cien casos nuevos anuales, solo en el área sanitaria de Santiago y Barbanza.

La investigación busca promover modelos personalizados para escoger un fármaco más eficiente para una persona concreta, con nombre y apellidos

Juan Carlos Vallejo sostiene que «estamos en la era de dirigir tratamientos específicos para cada paciente. Hay un paradigma de la medicina que es que no existen enfermedades sino enfermos, y así es. Cada persona tiene su tumor, que deriva de una célula de ese individuo. La personalización de la medicina es amplia, incluyendo la terapia celular avanzada, y aquí concretamente estamos hablando de la aplicación de la IA en el diagnóstico y en el tratamiento personalizado de tumores hematológicos, basado en parámetros biológicos, clínicos, genéticos, moleculares, para tratar la enfermedad específica de ese enfermo».

Ganar años de vida

Estos tumores se encuentran entre los que tienen peor supervivencia. José Luis Bello resalta que la medicina personalizada mediante IA «va a facilitar un diagnóstico más fino y preciso, y un tratamiento más específico, con fármacos menos tóxicos y mucho más eficaces; e indicando además cuándo hay que tratar a un enfermo. Porque, por ejemplo, hay pacientes con linfoma folicular que, en un principio, no se tratan; pero después la enfermedad progresa y deben ser tratados; y hay que decidir cuándo comenzar a hacerlo, con qué fármacos, cuáles van a ser sus efectos secundarios, y cómo va a seguirse después al paciente. La IA va a ayudar en todos estos procesos, tanto de diagnóstico como de tratamiento».

Con un 40 % de los tumores hematológicos con los que se trabaja la quimioterapia no está funcionando, los pacientes recaen continuamente

La importancia, reitera José Luis Bello, se debe a que hay un porcentaje próximo al 40 % de los pacientes con linfoma agresivo en los que los tratamientos estandarizados, no funcionan bien. «Con ese 40 % la quimioterapia no está funcionando, los tumores recaen continuamente. Por eso precisan un tratamiento más específico», dice este experto.

Un trabajo multidisciplinar con volúmenes ingentes de datos clínicos, genómicos e imágenes

El trabajo del IDIS se beneficia de la contribución de especialistas del Centro de Investigación en Tecnologías Inteligentes (Citius) de la USC y del Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga). Sus avances progresan sobre todo en la última década, a través del análisis de volúmenes ingentes de datos clínicos y genómicos, y de imágenes, para los que se usan las máquinas de IA. A partir de esa información se predice qué paciente va a responder a un tratamiento o a otro. Buscan conocer qué tumor de cada paciente va a responder mejor a uno o a otro fármaco. «Es una revolución de los datos, que está influyendo en la economía de los países avanzados, y probablemente en la medicina es donde más valor puede aportar», enfatiza Adrián Mosquera.

El Citius y el Cesga disponen de medios y personal especializado para este campo: «O supercomputador que temos en Santiago é o segundo máis grande de España, somos competitivos a nivel estatal e europeo. E en IA somos mesmo máis potentes que o de Barcelona, que é o máis grande; por iso podemos dar un soporte moi bo neste tipo de estudos» asegura Lois Orosa.

Los estudios que se realizan en Santiago se recogen en las revistas internacionales de más prestigio en el campo de la hematología

Para Adrián Mosquera «la velocidad de crecimiento que tiene este sector es espectacular, exponencial. Aquí tenemos recursos y conocimiento, y ahora mismo en nuestro sector somos un servicio pionero en el desarrollo de IA a nivel global, porque nuestros trabajos se recogen en algunas de las revistas internacionales más prestigiosas en nuestro campo. Creo que realmente tenemos el microambiente necesario, por así decirlo, para ser un grupo de vanguardia internacional. Los proyectos en los que trabajamos en Santiago con Roche mejoran sustancialmente la capacidad pronostica que tenemos en este momento».

Pacientes que responden mal

Este especialista enfatiza que «trabajamos para poder estandarizar los avances, probarlos en muestras de pacientes y después que se puedan utilizar donde sea necesario, a nivel local o fuera de nuestras fronteras. En los linfomas es necesario identificar pacientes que van a responder mal al tratamiento, para poder utilizar otras estrategias, basadas en inmunoterapia o en fármacos dirigidos a dianas, que ayuden a salvar más vidas de manera precisa».

Además, la IA repercutirá en los ensayos clínicos de nuevos tratamientos y facilitará realizarlos en menos tiempo: ahora se tarda unos 10 años desde que se descubre una molécula hasta su uso generalizado en pacientes, y se pretende reducir ese plazo a la mitad, incluso menos, indican.

Los sistemas pronósticos que ideó Adrián Mosquera con IA en Santiago han sido nombrados, en su mayoría, con referencias a la capital de Galicia, como en los casos de los algoritmos Iacobus y Stellae. «Además de hacer ciencia con repercusiones globales, también debemos de actuar como embajadores de nuestro país y de nuestra tierra allí por donde el camino nos lleve, lo cual hacemos con gran orgullo» afirma.

Una línea central para el nuevo plan de oncología y la octava área sanitaria gallega

Isidro Núñez, de Roche Farma España, destaca que «las líneas de investigación que lideran en Santiago los doctores Mosquera y Bello, en las que colabora el servicio de Hematología dirigido por Juan Carlos Vallejo, identifican claramente el beneficio para el paciente, con una terapia mucho más dirigida, menos tóxica. Por eso, desde el primer momento vimos que teníamos que ser un claro socio y apoyarlas». Estos avances, agrega, se pueden hacer en Galicia por existir una historia clínica electrónica única, Ianus «con un enorme potencial».

El director xeral de Asistencia sanitaria valora que estos avances contribuyen a posicionar a Galicia, en sanidad, en la vanguardia internacional

Jorge Aboal explica que Ianus se diseñó en el 2004 y «nunca pensamos que iba a tener este crecimiento, esta dimensión, que podía aportar este inmenso número de datos en formato digital, cuyo procesamiento nos va a abrir una nueva era, para aplicarlos a la clínica y hacer una medicina personalizada, de precisión. El Sergas está haciendo un Plan de Oncología para los próximos años en Galicia, con un capítulo importante específico dedicado a un plan de medicina personalizada y de precisión, en el que también estamos trabajando. El futuro de la oncología, para mí, se sostiene en cuatro pilares: prevención, precisión, personalización y predicción».

Vanguardia internacional

La investigación puntera en tumores hematológicos contribuye a «posicionar a Galicia, en sanidad, en la vanguardia internacional», valora el director xeral. Este avance se enmarca asimismo en otro proyecto para los próximos 3-4 años: «el de una octava área sanitaria, digital, que dé soporte transversal a las siete áreas actuales, que lideran los hospitales públicos de las siete mayores ciudades gallegas», avanza.

Eloína Núñez enfatiza que, en un área sanitaria «evidentemente generamos muchos datos, y tenemos que cualificarlos y ponerlos en valor. Lo importante es que, más que hacer mucho, lo que hagamos lo hagamos bien y en el menor tiempo y con la mayor calidad posible para el paciente. Precisamos acierto en el tratamiento del cáncer, para conseguir una mayor supervivencia y con calidad de vida».

La IA facilitará el uso racional de nuevos fármacos, más caros, que pueden salvar la vida a un número importante de pacientes. «Es necesaria una optimización para el paciente y para el sistema, por eso se precisa la colaboración público-privada en proyectos de este tipo y tener en cuenta la necesidad de que el sistema sanitario público sea sostenible», dice Isidro Núñez.

En este punto, Jorge Aboal admite que «los próximos años van a venir un gran número de fármacos innovadores, mucha molécula nueva, que parece que tienen una elevada efectividad, y con un alto coste. La industria farmacéutica y los servicios públicos tenemos que ir de la mano para lograr que el sistema sea sostenible tal como es ahora, que es público, universal, de calidad; y siendo transparentes.

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