El administrador de la NASA, Bill Nelson, felicitó a los ingenieros de Elon Musk por haber logrado que el cohete despegue
02 may 2023 . Actualizado a las 12:16 h.¿Se puede considerar un éxito o no y qué falló exactamente? Son las dos preguntas más repetidas en los círculos aeroespaciales sobre el despegue y la posterior explosión de la nave Starship este jueves en Texas.
Por un parte, el objetivo que era orbitar la Tierra en un viaje de 90 minutos y ascender más de 150 kilómetros de altura no se ha conseguido. Por otra, no es habitual que un lanzamiento de esta complejidad salga adelante al segundo intento. Ninguno de los prototipos anteriores —y este lleva el número 24— había llegado a los diez kilómetros de altura y este subió 39, al igual que también resulta sorprendente ver un ingenio pensado para llevar al espacio cargas de 150 toneladas funcionar con varios motores parados.
Esta parece hasta el momento —a juzgar por las imágenes y a falta de datos más exhaustivos— la causa fundamental de que no se pudiese completar la misión, que incluía que la nave y el cohete se separasen y cayesen al mar en lugares distantes.
Lo único que ha dicho oficialmente Space X es que al cohete se le apagaron «varios motores durante la prueba de vuelo, perdió altitud y comenzó a dar vueltas», mientras que su propietario, Elon Musk, hizo público que «Starship experimentó un rápido desmontaje no programado antes de la separación de la etapa». En otras palabras, los fallos se empezaron a suceder antes de que el cohete y la nave se desacoplasen para que el propulsor cayese en aguas del Golfo de México y la Starship siguiese su camino hacia la órbita de la Tierra.
Al margen de la robustez que ha demostrado todo el conjunto, los ingenieros cuentan ahora con una gran cantidad de datos que suponen un paso importante hacia su objetivo final, que es convertir a Space X en el referente absoluto en el envío de astronautas y cargas al espacio. Ahora es toda una incógnita saber cuándo se producirá el siguiente. Musk dice que «en unos meses», aunque basta ver como quedó la gigantesca plataforma de lanzamiento —que se había empezado a construir en el 2016— para entender que hay mucho trabajo por delante antes de un nuevo intento como el de este jueves.
Entre tanto, los ingenieros de la compañía están cosechando sobre todo felicitaciones, empezando por la de Bill Nelson, administrador de la NASA, la agencia para la que trabaja Space X, que alabó el resultado de esta primera prueba de vuelo con la Starship al completo. «Cada gran logro a lo largo de la historia ha exigido cierto nivel de riesgo calculado, porque con un gran riesgo viene una gran recompensa», destacó.