Absuelto el acosador de la artista Paula Bonet por su trastorno «erótico»

cristian reino COLPISA

SOCIEDAD

La juez aplicó la eximente completa de alteración psíquica al encausado y ordenó su ingreso en un centro durante cuatro años

26 abr 2023 . Actualizado a las 18:40 h.

Víctor Galindo ha sido absuelto de los delitos de acoso, amenazas y quebrantamiento de medida cautelar contra la artista valenciana Paula Bonet. La magistrada del Juzgado de lo Penal 10 de Barcelona ha aplicado la eximente completa de alteración psíquica a Galindo y le impone la prohibición de aproximarse a Bonet a 500 metros, así como la prohibición de comunicarse con ella por cualquier miedo. Además, la jueza ordena que el encausado sea internado en un centro para recibir adecuado a su trastorno durante un tiempo de cuatro años. El fiscal y la acusación particular pedían penas de prisión.

Según la sentencia, aunque Bonet sufriera acoso y amenazas, Galindo no es responsable penalmente pues padece un «trastorno patológico», una «enfermedad mental diagnosticada como delirio erotomanía capsulado, que condicionaba por completo su voluntad». «Vivía una realidad paralela que invadía su pensamiento y su comportamiento, hasta límites irracionales, imposibilitándole para actuar de acuerdo con una comprensión normal. Esta enfermedad no tiene cura, y puede encontrarse controlada mediante el oportuno tratamiento y medicación», señala el fallo.

Sin conocer de nada a Paula Bonet, el individuo se presentaba en el local donde ella trabajaba. Permanecía durante horas en la a entrada o en las inmediaciones. En una ocasión golpeó reiteradamente el cristal de la puerta de la entrada, preguntando por la artista valenciana con insistencia, levantando y bajando la persiana y pegando los labios y manos al cristal, dándole besos. Una alumna de la víctima grabó lo ocurrido. Permaneció varias horas en la calle de forma persistente hasta que llegaron los Mossos.

Emocional y laboral

La sentencia señala que Bonet vio alterada no solo su estabilidad emocional, sino su actividad laboral y tuvo que anular algunos eventos públicos. Como consecuencia de todo, inició tratamiento psicológico por sintomatología ansiosa. La víctima decidió cambiar sus hábitos de trabajo. Limitó el acceso a su taller y dio indicaciones a sus alumnas de que mantuvieran el local cerrado en todo momento y dejó un bote de gas pimienta junto a la entrada. También cambió sus hábitos de desplazamiento: dejó de ir a pie, tomó más taxis, alquiló una plaza de aparcamiento y asumió actitudes de hipervigilancia cuando andaba por la calle.

El caso ha dado unas cuentas vueltas ya en los tribunales. El pasado mes de marzo, la Audiencia de Barcelona anuló la primera sentencia de esta causa. Los jueces concluyeron que el fallo no argumentaba debidamente las eximentes de alteración psíquica.Y obligó a repetir la sentencia. Además, del internamiento en un psiquiátrico, la sentencia del juzgado número 10 impuso en un primer momento al acusado a más de un año de libertad vigilada, tratamiento psiquiátrico externo y 5 años sin aproximarse a la víctima.

La sentencia dio por probado el acoso por el hostigamiento durante tres años con su presencia en el taller, actos públicos y presentaciones, también a través de las redes sociales; amenazas de violación, descuartizamiento y muerte y quebrantamiento continuado de medidas cautelares. La artista decidió retirarse de la esfera pública en junio del 2022 tras la salida en libertad del acusado.