Historia de los megatsunamis

La Voz MADRID / EUROPA PRESS

SOCIEDAD

iStock

Un estudio de CSIC recopila los 31 documentados hasta la actualidad

14 sep 2023 . Actualizado a las 07:00 h.

Los megatsunamis tiene su historia. Y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha recopilado los 31 documentados hasta la actualidad en un nuevo título de su colección que publica la editorial CSIC-Catarata.

La publicación describe sus causas y la forma de identificarlos, así como los más relevantes, como el prehistórico que tuvo lugar en las Islas Canarias. Además, este volumen, el número 147, está firmado por la investigadora del CSIC en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Mercedes Ferrer.

El CSIC explica que un megatsunami es un tsunami de alcance local con olas de alturas inusuales de al menos 40 metros, el cual se origina por un gran y repentino desplazamiento de material que penetra en el mar o en un lago. Asimismo, Ferrer destaca que el término no guarda relación con la devastación que produce.

Estos procesos pueden ser causados por grandes desprendimientos rocosos, deslizamientos subaéreos o submarinos, erupciones volcánicas explosivas o por la caída de asteroides de gran tamaño al océano. Son eventos muy raros, por ello hay tan solo 31 casos conocidos. Algunos son llamativos por sus particularidades. De este modo, destaca el del río Grijalva en Chiapas (México) en el 2007, el único ocurrido en un cauce fluvial en el que un deslizamiento de 55 millones de metros cúbicos de rocas y tierra obstruyeron el cauce del río y originaron una ola de más de 50 metros de altura que arrasó la población de Juan Grijalva. «El pueblo literalmente desapareció bajo el azote de las olas. El río subió más de 30 metros en unos días y más de un millón de hectáreas quedaron inundadas», describe Ferrer. Asimismo, aunque parte de la población huyó a las zonas altas al escuchar el ruido del deslizamiento, unas 30 personas perdieron la vida en la catástrofe.

Por otro lado, otra de las cuestiones que plantea el libro es la capacidad del ser humano de ocasionar un megatsunami, como ocurrió en el embalse de Vaiont, en los Alpes italianos, cuando una masa rocosa de 270 millones de metros cúbicos de la ladera del monte Toc se precipitó sobre el embalse. Se conocían los problemas de estabilidad de la ladera, pero no se tomaron medidas con antelación.

Asimismo, la investigadora alerta sobre el aumento en la frecuencia de megatsunamis causados por avalanchas o deslizamientos en este siglo.