La hostelería busca solución al «no show»: «Cuando pides la tarjeta para la reserva, la gente se echa para atrás»

Marta Otero Torres
marta otero LA VOZ

SOCIEDAD

CESAR TOIMIL

Piden ayuda a la Xunta para implantar un sistema que se encuentra con el rechazo de una parte importante de la clientela

24 sep 2023 . Actualizado a las 22:33 h.

Un fin de semana cualquiera de este verano en el restaurante O Camiño do Inglés, de Daniel López, en Ferrol, alguien reservó una mesa para el viernes. «En el último minuto nos llamaron para decir que no les daba tiempo, que venían el sábado. Nos dio rabia porque habíamos dicho que no a alguna gente —narra el chef—. Pero es que el sábado les pusimos la mesa y nos volvió a pasar lo mismo, a la misma hora. Y la cambiaron para el domingo, y lo volvieron a hacer. Ese día, además, intentaron reservar otra vez después de haberla cancelado. Fue muy exagerado».

Estas cosas no pasan todos los días en los restaurantes gallegos, ni llevadas a este extremo, pero el ya famoso no show sucede cada vez más, y los profesionales intentan buscar un método para evitarlo, aunque no es fácil. «Nosotros —continúa López— tenemos el programa Cover Manager, que nos da la opción de pedir tarjeta, pero no lo hacemos porque genera rechazo. Mucha gente hace la reserva y cuando el programa les pide la tarjeta, se echan para atrás. Yo no me atrevo a pedirla porque tengo miedo de no ser capaz de cubrir la capacidad del negocio y al final tengo nóminas que pagar».

En O Camiño do Inglés sí que piden tarjeta en momentos puntuales, como Semana Santa, «porque aquí tenemos muchísimas cancelaciones de última hora», pero aún así este año, cuando lo pusieron en marcha, se encontraron con bastante rechazo. «Yo lo que hago, para minimizar los no show —afirma Daniel— es dar facilidad para la cancelación, pero lo que pasa es que mucha gente lo acaba haciendo veinte minutos antes, o así, y es una putada también». Para este chef las cancelaciones de última hora son casi lo mismo que no aparecer.

Dice Daniel López que la solución pasa por que las reservas en los restaurantes se hagan como en los hoteles, con tarjeta y de forma normalizada. «Pero para eso necesitamos que nos ayude Turismo de Galicia con la normativa, para que modifique el epígrafe. Y que sea para todos igual, porque esto le pasa a toda la hostelería en general, desde los más grandes a los más pequeños».

El chef cree que es un tema de falta de consideración: «Me gustaría saber qué ocurriría si a esas personas les pasase lo mismo en su trabajo, sea el que sea».

Por su parte, Xoán Crujeiras, de Bido e integrante del Grupo Nove, reconoce que este verano comenzó a probar el sistema de la reserva con tarjeta, después de «sufrir» varios casos de «no show» «En cierta medida creemos que sí amortigua un poco el problema —asegura—, aunque hay de todo: gente que lo trata con absoluta normalidad y lo hace, y otros que no. El fin de semana pasado alguien hizo una reserva que se quedó a medias y llamamos para completarla, pero en este caso se indignó muchísimo y nos dijo que qué nos creíamos nosotros, si pensábamos que estábamos en Madrid». Crujeiras asegura que les costó mucho tomar la decisión de implantar el sistema de tarjeta, porque «siempre tienes miedo de ser de los primeros y que te acaben acusando de chulo o prepotente».

ANGEL MANSO

Por su parte, Héctor Cañete, vicepresidente de la Asociación de Hostelería de Galicia, explica que el tema de la reserva con tarjeta «no está suficientemente implantado ni la gente concienciada». Asegura que el «no show» no es de ahora, «pero se ha agudizado por el tema de las reservas online a través de las grandes plataformas, que siempre favorecen que haya gente que no se presente». «Para nosotros es un problema grave —insiste— porque tú haces una previsión, reservas una mesa, cuentas con el personal necesario adecuado el producto.... Y cuando no se presenta, al establecimiento le hace mucho daño».

ALBERTO LÓPEZ

 «Si tú te compras una entrada para un partido o un concierto y no puedes ir, no te devuelven el dinero»

Álvaro Villasante, chef del restaurante Paprika y miembro del Grupo Nove, reconoce que en su local no han tenido en verano mucho problema con reservas que no aparecen, «porque aumentamos el aforo más del doble al abrir la terraza, y no queremos llenar porque no tenemos recursos humanos para hacerlo». Entonces, una mesa o dos que no se presenten no les perjudica mucho, «pero ahora, cuando cerremos la terraza y nos quedemos con un aforo de 25 o 30 personas un fin de semana pues nos causa mucho daño», dice.

A su juicio, en un futuro próximo será obligatorio dejar una señal por la reserva. «En un par de años ya no podrás hacer una reserva sin que el sistema te pida una tarjeta. Esas cosas, cuando llegan, parece el fin del mundo, pero luego se normaliza. Es verdad que educar a la población es imposible, pero cuando ven que no les queda otro remedio, pues al final lo asumen». Para Villasante, además, «no hay mejor forma de asegurarte tu mesa, y quien realmente tenga intención de venir es el primer interesado», por eso no entiende que «haya gente que levante la voz y diga, si le piden la tarjeta, que entonces ya no viene».

Tampoco cree que en Galicia este problema tenga que ver con que la gente se acostumbre a reservar en varios sitios a la vez y al final deseche los que no le interesan, algo que sí sucede en ciudades grandes. «En Madrid sí que hay gente que reserva en varios sitios y en función de donde estén pues van a un sitio o a otro, pero aquí no creo que sea así».

Piensa, tristemente, que «simplemente es desconsideración». Y también reconoce que, «suena feo, pero ni siquiera importan los motivos de la cancelación. Da igual que esté justificado, si tú te compras una entrada para un partido o un concierto y no puedes ir, no te devuelven el dinero. Pues yo creo que debería ser así».