Seis jóvenes portugueses sientan a 32 países ante el Tribunal de Derechos Humanos por inacción climática

Brais Suárez
brais suárez OPORTO / E. LA VOZ

SOCIEDAD

André Oliveira, Sofia Oliveira, Catarina Mota, Cláudia Agostinho y Martim Agostinho.
André Oliveira, Sofia Oliveira, Catarina Mota, Cláudia Agostinho y Martim Agostinho. Finn Halloran / Stéphanie Caligara? Global Legal Action Network | EFE

Una decisión favorable obligaría legalmente a los estados a tomar medidas contra el cambio climático. La defensa ha intentado negar la jurisprudencia del órgano jurídico.

28 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

 «Si en 2017 ya hubo aquellos enormes incendios a causa de la sequía, ¿cómo serán en 2030? Será mucho peor, a no ser que hagamos algo», decía André Oliveira al periódico luso Público en marzo de 2022. Se refería a los fuegos que en el verano de hace seis años acabaron con la vida de 120 personas en Portugal.

 El caso fue tan traumático para su país y tan impactante para él, que, junto a otros cinco jóvenes portugueses (de edades entre los 11 y los 24 años), decidió emprender una iniciativa histórica, que este miércoles dio un paso decisivo: 32 estados se han sentado en el banquillo de los acusados del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, representados por 87 abogados. Son los 27 miembros de la UE, más Noruega, Rusia, Suiza, el Reino Unido y Turquía (se ha retirado de la acusación a Ucrania).

 Con el apoyo de la asociación Global Action Legal Network, los acusan de inacción ante la emergencia climática, lo que interfiere, según consideran, al derecho a la vida, a la vida privada, a la salud, a la prohibición de tortura y a la prohibición de discriminación (en función de la edad, en este caso).

 En la audiencia nadie se ha atrevido a negar la gravedad de los hechos y la necesidad de actuar frente a la emergencia climática, con lo que los abogados de la defensa, que fue coordinada con antelación, se centraron en cuestiones de forma para demostrar la falta de jurisprudencia del órgano. El abogado británico recordó que el cambio climático se rige por el acuerdo de París, que representa a casi 200 estados bajo el paraguas de la ONU, y no por el Convenio Europeo de Derechos Humanos.

 Además, el letrado portugués explicó que el caso tampoco debería hallarse ante el TEDH  al no haberse agotado las vías judiciales nacionales. Y, sobre todo, ha tratado de deslegitimar la causa tachando el estatuto de la víctima como «abstracto»; aseguran que la petición de los jóvenes es una acción popular en el interés del orden público, lo que tampoco es competencia del órgano de Estrasburgo.

 Por ello, al término de la sesión, Cláudia Duarte Agostinho, la veterana de los denunciantes, dijo que «es muy triste lo que acabamos de oír. Los gobiernos dicen que lo que nos espera no es importante, están minimizando los impactos que las alteraciones climáticas tienen en nuestros derechos humanos».

Representantes de la acusación aseguraron que las cuestiones finales de los jueces aportan “señales de que el TEDH se toma el caso muy en serio”. Su decisión podrá demorarse hasta 18 meses, pero un veredicto favorable obligará legalmente a los estados acusados a reforzar sus políticas climáticas.