Los menores comienzan a sufrir acoso o agresión sexual por la red sobre los 13 años
SOCIEDAD
La inmensa mayoría de los pederastas de internet que llegan a juicio son condenados y dos de cada tres reciben una pena superior a cinco años de cárcel.
08 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.El acoso o la agresión sexual a menores por internet suele iniciarse cuando la víctima tiene unos 13 años, según un estudio de la ONG Save the Children, que ha analizado todas las sentencias de este tipo de delitos dictadas en España entre 2021 y 2022 para trazar perfiles sobre la víctima y el pederasta.
La práctica totalidad de los casos que llegaron a juicio fueron de grooming. Adultos que contactan con menores, normalmente falseando su identidad y haciéndose pasar por otro adolescente, para invadir su libertad sexual y lograr de él conversaciones, imágenes, vídeos o videoconferencias de contenido sexual e, incluso, citas presenciales como medio para posibilitar una agresión física. En este periplo delictivo, con frecuencia, usan el chantaje o la amenaza para lograr sus fines.
El perfil tanto del adolescente como del pederasta tecnológico difieren bastante del agresor sexual físico. En el caso de las víctimas digitales la edad de inicio del asalto es algo mayor que en las presenciales (11 años) y casi hay tantos ataques a chicos (43 %) como a niñas (57 %), cuando en el caso de los abusos físicos el 80 % son a mujeres.
Sin antecedentes
En cuanto a las características tipo del depredador, el digital es un desconocido en casi la mitad de las ocasiones, mientras que en los ataques presenciales ocho de cada diez veces es un familiar o un conocido. No obstante, coinciden en que el 95% no tiene antecedentes por hechos similares, ya que la infradenuncia es enorme, con no más de un 15% de casos que sale a la luz.
En las pocas ocasiones que se destapa el ataque quien suele dar el paso e ir a la policía o el juez a contarlo es la madre. El 8 % de los acosos o agresiones sexuales por internet denunciados en España son a menores y tienen un índice de castigo penal elevado. El 97 % de denunciados termina con condena y prácticamente las dos terceras partes cumplen más de cinco años de prisión por sus delitos. A este alto grado de condenas contribuye que el agresor muchas veces se ve perdido y acepta una conformidad judicial para evitar el juicio y minimizar la pena.