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Amaterasu, el misterioso rayo cósmico de origen desconocido

redacción LA VOZ

SOCIEDAD

Recreación artística de un rayo cósmico de ultra alta energía llegando a la Tierra.
Recreación artística de un rayo cósmico de ultra alta energía llegando a la Tierra. Osaka Metropolitan University / L-INSIGHT, Kyoto University / Ryuunosuke Takeshige

Bautizado con el nombre de la diosa del Sol en la mitología japonesa, su fuente podría estar en los fenómenos más energéticos del universo o en escenarios exóticos más allá de la física que conocemos.

24 nov 2023 . Actualizado a las 16:45 h.

Investigadores japoneses han captado el segundo rayo cósmico más enérgico observado hasta la fecha, al que han llamado Amaterasu en honor a la deidad japonesa del Sol.  No se sabe de dónde procede ni qué es exactamente, pero, aunque parezca ciencia ficción, este fenómeno ha ocurrido y lo ha registrado un equipo internacional de investigadores liderado por el profesor Toshihiro Fujii de la Universidad Metropolitana de Osaka (Japón). La investigación se ha publicado en Science.

El impacto del rayo sobre la Tierra fue capturado el 27 de mayo del 2021 en el marco del proyecto del Telescopio Array. Los rayos cósmicos son partículas cargadas de energía que se originan en fuentes galácticas y extragalácticas y pueden alcanzar una energía de más de 1.018 electronvoltios o un exaelectrónvoltio (EeV), en torno a un millón de veces la potencia de los aceleradores de partículas más potentes fabricados por el ser humano.

Los de energía extremadamente alta, como el caso de Amaterasu, de 244 EeV o el equivalente a 2,4 billones de veces la energía del rayo de una tormenta convencional terrestre, son excepcionalmente raros. «Cuando descubrí por primera vez este rayo cósmico de energía ultra-alta, pensé que debía haber habido un error, ya que mostraba un nivel de energía sin precedentes en las últimas tres décadas», señaló el profesor Fujii en un comunicado publicado este viernes, coincidiendo con la publicación del artículo en la revista Science.

Hasta la fecha solo se ha observado un rayo cósmico más potente, en 1991, el bautizado como Oh-My-God, con una energía de 320 EeV. El equipo no ha logrado determinar la procedencia de Amaterasu, pero esperan que su descubrimiento y estudio allane el camino para esclarecer su origen y el de los propios rayos cósmicos.

«No se ha identificado ningún objeto astronómico prometedor que coincida con la dirección desde la que llegó el rayo cósmico, lo que sugiere posibilidades de fenómenos astronómicos desconocidos y orígenes físicos novedosos más allá del modelo estándar», añadió. Fujii señaló que el equipo sigue comprometido con el Telescopio Array y que en adelante buscan mejorar sus capacidades.

El Telescopio Array es un detector experimental especializado en rayos cósmicos puesto en marcha en 2008 que consta de 507 estaciones de superficie centelleadoras que cubren un área de 700 kilómetros cuadrados en el Estado estadounidense de Utah.

El profesor japonés detalla a la agencia SINC que el rayo cósmico puede «estar asociado a fenómenos extremadamente energéticos, como estallidos de rayos gamma o núcleos galácticos activos, pero otra posibilidad es pensar en un escenario exótico como la desintegración de materia oscura superpesada, una nueva partícula, a partir de física desconocida más allá del modelo estándar».

La partícula Amaterasu es quizá tan misteriosa como la propia diosa japonesa del Sol. ¿De dónde procede? ¿Qué es exactamente? Estas preguntas siguen sin respuesta, aunque los autores del estudio confían en que su hallazgo allane el camino para esclarecer los orígenes de los rayos cósmicos y, concretamente, de este.