El príncipe Guillermo retomó este miércoles su agenda tras la operación de Catalina
07 feb 2024 . Actualizado a las 21:48 h.El rey Carlos III continuará desempeñando sus principales funciones constitucionales, pese a su tratamiento contra el cáncer. Este es el mensaje que desde el Palacio de Buckingham y el Gobierno británico han querido enviar desde el primer momento en que se conoció la enfermedad del monarca. Y como prueba de ello, ayer confirmaron desde el número 10 de Downing Street que el soberano y el primer ministro Rishi Sunak mantuvieron su tradicional reunión semanal vía telefónica.
El inusual anuncio lo realizó el portavoz del premier, quien admitió que «por lo general no realizamos comentarios sobre las conversaciones que el primer ministro mantiene con el rey, ni vamos a acostumbrarnos a hacerlo». Sin embargo, agregó que en esta ocasión «en concreto», y de común acuerdo con la casa real, «podemos confirmar que ambos hablaron por teléfono».
Los británicos siguen preocupados por la salud del monarca, de 75 años, que permanece desde la tarde del martes en su residencia privada en Sandringham (a 180 kilómetros al norte de Londres), donde se recupera del inicio del tratamiento contra la «forma de cáncer» que le fue detectada y que no ha sido desvelada por la casa real. Por su parte, Sunak tuvo que comparecer ante la Cámara de los Comunes para la tradicional sesión de preguntas (sesión de control al Gobierno).
Parece, no obstante, que en medio de la preocupación hay una gran puerta abierta a la esperanza, como parece confirmar la campaña mediática iniciada para hacer ver que existe una probabilidad muy alta de que el soberano se recupere pronto de su enfermedad. Esto se debe, según ha dado a conocer la prensa británica, a los hábitos saludables que Carlos III mantiene. Los principales medios han publicado informaciones que aseguran que el rey no solo realiza largas caminatas por el campo en su tiempo libre, sino que diariamente, y por espacio de 11 minutos, práctica una rutina de ejercicios desarrollada por el ejército de Canadá conocida como 5BX. Entre los ejercicios se incluyen estiramientos, saltos y carreras cortas.
Este miércoles también marcó el regreso a la escena del príncipe de Gales, Guillermo, quien presidió en el castillo de Windsor (a 33 kilómetros al oeste de Londres) una entrega de condecoraciones a deportistas, artistas y personalidades destacadas.
Posteriormente se trasladó a la capital británica para encabezar una cena para recaudar fondos para el servicio de ambulancias aéreas, dejando así claro que asumirá buena parte de los actos públicos a los que su padre tenía previsto acudir. El heredero al trono había cancelado parte de su agenda de compromisos para estar junto a su esposa, Catalina Middleton, y a los tres hijos de ambos (Jorge, Carlota y Luis). Middleton se recupera de una cirugía abdominal supuestamente grave a la que fue sometida a mediados de enero y de la que no se han dado detalles.
Pero mientras Guillermo volvió a la escena pública, su hermano menor, el príncipe Enrique, regresó a California (EE.UU.), donde reside con su esposa e hijos. El duque de Sussex llegó a Londres el martes por la tarde para conocer de primera mano el estado de su convaleciente padre. De acuerdo con la prensa, Enrique se reunió durante 45 minutos con Carlos III en Clarence House, a escasos metros de Buckingham.
El apresurado retorno de Enrique a California está siendo interpretado por los medios como una señal de que en esta ocasión no hubo intentos por encontrarse con su hermano mayor, con quien casi no mantiene relaciones debido a las revelaciones de secretos familiares que el marido de Meghan Markle ha venido haciendo en los últimos años en libros, entrevistas y documentales televisivos. La prensa reveló que Enrique ni siquiera se hospedó en alguna de las residencias reales, sino que optó por pasar su única noche en Londres en un hotel.