El conflicto entre Israel y Palestina se cuela en directo en Eurovisión 2024: el pañuelo de Eric Saade y los tatuajes de Bambie Thug
SOCIEDAD
El sueco con raíces palestinas Eric Saade, que fue tercero en el 2011, desafió las normas expresas de la Unión Europea de Radiodifusión, mientras la candidata irlandesa denunció que la organización del festival le obligó a quitarse parte del maquillaje
08 may 2024 . Actualizado a las 10:59 h.Eurovisión 2024 ha arrancado este martes la competición oficial con una apertura explosiva para su primera semifinal que ha tenido entre sus protagonistas a una explosiva Chanel en su retorno al festival así como un pañuelo palestino en plena ofensiva de Israel en Gaza.
Lo ha portado en una de sus manos el artista sueco Eric Saade, que fue tercero en el 2011 en este concurso con Popular y, desde entonces, es una figura muy conocida en su país, este año anfitrión del certamen. El cantante, de madre sueca y padre libanés con raíces en Palestina, ha hecho este gesto a pesar de a la prohibición expresa de que se accediera al recinto del Malmö Arena con banderas palestinas.
Un gesto que provocó que todas las actuaciones en las que él participaba desapareciesen de las redes sociales oficiales del Festival de Eurovisión y que llevó a la Unión Europea de Radiodifusión a reprobar su comportamiento, a través de un comunicado difundido por la televisión sueca SVT. «Es triste que explote su participación de esta manera», escribió la productora ejecutiva de esta edición del festival, Ebba Adielsson, reafirmando que Saade «es muy consciente de las reglas que se aplican sobre el escenario».
El artista sueco no había ocultado en ningún momento su disconformidad por las normas establecidas por la UER este año acerca del conflicto entre Israel y Palestina. Solamente unas horas antes de portar sobre el escenario el pañuelo, Saade era muy claro en sus redes sociales. «Cuando ya no te está permitido llevar un símbolo de tu etnia en esto que llamamos "el mundo libre", para mí es más importante que nunca participar», escribió en una de sus Stories de Instagram, que duró apenas unos minutos, para denunciar las caprichosas reglas de este año: «No permiten ningún símbolo palestino en el Malmö Arena, mientras acogen con gusto cualquier otro símbolo que representa a cualquier otra etnia», criticó.
Y no dudó también en afear la actitud del festival de la canción europea este año sobre el conflicto, acusándolo de prestarse a «emitir propaganda israelí durante el prime time a todo el planeta», refiriéndose a la participación del país hebreo a través de su representante, Eden Golan. «Me quitarás los símbolos, pero nunca me quitarás mi presencia», reclamó Saade.
Eurovisión vive una de sus ediciones más convulsas a cuenta de la participación de Israel, que participará en la segunda semifinal a pesar de las múltiples peticiones de su expulsión del festival, tal y como se hizo con Rusia en el 2022 tras invadir Ucrania.
Bambie Thug, representante de Irlanda, no consiguió colar sus mensajes
Saade no fue el único que quiso mostrar su apoyo público al pueblo palestino en el Malmö Arena. Bambie Thug, representante de Irlanda y gran protagonista de la primera semifinal, había portado durante los ensayos mensajes escritos en su cara y en un brazo en ogham, una antigua lengua celta, que hacían referencia al conflicto en Oriente Medio. «Saor Don Phalaistin» («Libertad para Palestina»), decía el de su rostro, mientras que en uno de sus brazos ponía «Ceasefire» («Alto el fuego»). Una tercera frase, en otro de sus brazos, incluía un mensaje más en sintonía con su satánica actuación: Crown the witch (Coronad a la bruja).
Esos mensajes, según explicó después, le valieron una dura reprimenda por parte de la UER, que le obligó a borrárselos para a la actuación televisada, como explicó en rueda de prensa, en la que no dudó en criticar a la organización. «Era muy importante para mí, porque apoyo la justicia y la paz», comentó ante las preguntas de un periodista, «desafortunadamente, tuve que cambiar esos mensajes y dejar solo el de Crown the witch (coronad a la bruja), porque me lo ordenaron expresamente».
Bambie Thug, con su Doomsday Blue, fue una de las grandes sorpresas de la primera semifinal de Eurovisión 2024. Una canción y una escenografía —diseñada por el joven español Sergio Jaén— satánicas que consiguió entusiasmar al público europeo y que le valió, como era de esperar, una plaza en la final, junto a otros nueve países: Serbia, Portugal, Eslovenia, Ucrania, Lituania, Finlandia, Chipre, Croacia y Luxemburgo.
Chanel, de vuelta al escenario eurovisivo
Dos años después de «romper caderas y corazones» y conseguir la mejor clasificación para España desde 1995, Chanel ha regresado a Eurovisión como invitada ilustre para inaugurar la competición oficial de su hexagésimo octava edición con una actuación explosiva.
«¡Llegó la mami!», ha vuelto a exclamar este martes la cubanoespañola al desfilar con paso firme sobre el escenario del Malmö Arena, de azul eléctrico y rodeada de doce bailarines junto a los que ha reinterpretado su icónico 'Slomo' con una nueva coreografía de vértigo.
Al lado de la tercera clasificada en el 2022 y de Eric Saade también ha actuado otra reina emblemática de la historia reciente del festival: Eleni Foureira, segunda por Chipre en el 2018 con Fuego.
Con este mensaje de que en Eurovisión no solo ganan los vencedores, la nueva edición del célebre concurso europeo ha arrancado su primera semifinal, con 15 participantes y solo 8 plazas para la final del próximo sábado, 11 de mayo.
Este jueves, 9 de mayo, tendrá lugar la segunda semifinal, que acogerá la primera actuación en vivo de Nebulossa con Zorra en representación de España. Además, los también españoles Megara se jugarán su clasificación con 11:11 en nombre de San Marino.
Será además la semifinal en la que entre fuertes medidas de seguridad Israel, con Eden Golan como representante y la canción Hurricane, luchen por su pase a la final.