Prometedor arranque del nuevo «Sálvame», en el que no faltaron los dardos a Telecinco: «¿Qué más queréis, que nos detenga la policía?»

P. V. LA VOZ

SOCIEDAD

«Ni que fuéramos», emitido en el Canal Quickie y en algunos medios de comunicación especializados, sumó más de un millón de espectadores en su primera emisión

16 may 2024 . Actualizado a las 17:42 h.

El espíritu del finiquitado Sálvame, que revolucionó la televisión hace años por su manera irreverente de tratar el mundo del corazón y por convertir a sus colaboradores en unos protagonistas más de la actualidad, ha vuelto de entre los muertos con Ni que fuéramos, el programa creado por los mismos responsables y con prácticamente todos los tertulianos habituales, y emitido en streaming en el Canal Quickie.

Como habían vaticinado los responsables de la productora Fabricantes Studio, Óscar Cornejo y Adrián Madrid, parece que los espectadores tenían ganas de un tipo de entretenimiento del que la televisión en abierto se había quedado huérfana, según sus propias palabras. En efecto, y al menos en su primera emisión, la audiencia parece haber respaldado esta propuesta diferente.

La retransmisión en directo del programa, que comenzó a las 16 horas y duró hasta las 19 horas, sumó más de 380.000 visualizaciones en tiempo real; 184.486 de ellas en el canal de YouTube y 199.209 en la plataforma Twitch. Y sus picos de audiencia llegaron a congregar simultáneamente a más de 42.000 personas disfrutando de las opiniones de María Patiño, Belén Esteban y compañía

Una cifra inicial a la que hay que sumar otros números para hacer el balance global. Faltaban por contabilizar los datos de escuchas del programa en formato pódcast en Spotify y Amazon Music, y también las visualizaciones del programa en los medios de comunicación digitales que lo emitieron en directo o en otras ventanas de difusión, como Tivify o Atlántico Televisión. Según manifestó María Patiño en el inicio de su segunda emisión, «1.068.614 de personas» conectaron con ellos durante algún momento del directo, «el directo más visto en toda España», exclamó la presentadora.

En todo caso, sus números todavía están muy alejados de los que consiguió en su día la nueva edición de Operación Triunfo en digital, por poner el ejemplo de otro lanzamiento reciente en streaming, y, por supuesto, muy lejos del millón de espectadores que congregaban cuando se emitía en Telecinco. Pero los números, no obstante, son prometedores.

Y a todo ello, además, habría que sumarle otro aspecto relevante en las mediciones actuales: la conocida como audiencia social; es decir, la repercusión que tiene el programa en redes sociales. No es ninguna sorpresa que Ni que fuéramos se colase, gracias a las ocurrencias de Lydia Lozano, Kiko Matamoros o Belén Esteban, entre las tendencias de X, antiguo Twitter, con hasta cinco trending topics.

Dardos contra Telecinco y las Campos

La audiencia estaba, sin duda, expectante ante el programa que volvía a reunir a los personajes que habían estado presentes en la vida de millones de españoles en las tardes de Telecinco. Y, en buena parte, también esperaban unas buenas dosis de salseo por parte de los protagonistas, que, por supuesto, no tardaron en llegar.

Ni que fuéramos shhh, o como quiera llamarse ahora después de que Mediaset intentase boicotear el estreno impidiéndoles el uso de la palabra Sálvame a solo un día del lanzamiento —«Ni que fuéramos Save Me», propuso Belén Esteban—, empezó todavía con cierta torpeza en cuanto al ritmo, que sin duda irán puliendo emisión a emisión. Pero lo que perduraba era la naturalidad de sus colaboradores, que no cejaron en su empeño «de devolver la travesura y el salseo», de reclamar la importancia de la frivolidad y del baile chuminero y de acabar con esa «televisión aburrida, sin color ni diversidad» que ellos consideran que ha monopolizado las parrillas televisivas.

Hace unos días, Víctor Sandoval explicaba en una entrevista que el fin de Sálvame fue una decisión política, y que en los últimos años de su emisión había presente una sempiterna, y cada vez más dura, mordaza por parte de Mediaset hacia sus colaboraciones. En Ni que fuéramos se han desprendido de ella, y han tenido la oportunidad de disparar a diestro y siniestro.

En el programa, presentado por María Patiño y con las colaboraciones de lujo de Kiko Matamoros, Lydia Lozano, Víctor Sandoval y Belén Esteban, ha quedado claro que están en el punto de mira Las Campos, a las que han dedicado varios comentarios. Los participantes lamentaron que tanto Terelu como Carmen Borrego no se hubiesen dignado a desearles suerte y hasta llegaron a llamarlas en directo, aunque sin éxito.

Sobre Mediaset también tuvieron varias palabras. Especialmente sobre los vetos de la cadena hacia los personajes que pululan —o pululaban— habitualmente por ella. Entre algunos de los que habían sido prohibidos por Telecinco están, según desvelaron, personas como Rosa Benito y Sofía Suescun, aunque ahora se les haya ya levantado el veto.

Segundo programa desde la puerta de Mediaset

Pero no sucede lo mismo con los colaboradores de Ni que fuéramos. En un momento dado, el responsable de leer las reacciones en redes sociales al programa, prometió que si se alcanzaban los 200 suscriptores en Twitch durante la emisión del espacio en directo, harían el siguiente, el de este jueves, desde la puerta de Mediaset. A Lydia Lozano no le pareció buena idea. Y es que, como reveló hace unos días Víctor Sandoval, durante el intento de grabación de una promo para el programa hace una semana, el miembro de seguridad de la cadena de Fuencarral la echó de malas maneras de la zona y le impidió grabar el anuncio. «¿Qué más queréis? ¿que mañana nos detenga la policía?», preguntó Belén Esteban ante el entusiasmo de otros de los tertulianos.

Pero el caso es que,como era de esperar, superaron ese número de suscriptores, dejando la incógnita de si finalmente irían o no a la puerta de Fuencarral. Como lo prometido es deuda, así lo hicieron en su segunda emisión, y aunque María Patiño y Kiko Matamoros comenzaron el programa en el plató de Ni que fuéramos, enseguida conectaron en directo con sus compañeros Chelo García-Cortés, Víctor Sandoval y Belén Esteban, que estaban tomando unos refrescos en una terraza situada junto a una de las puertas de Mediaset, a la que llaman «la cadena de enfrente».

Otro dardo fue para la gran rival del espacio, Ana Rosa Quintana, que ocupa en Telecinco el espacio vespertino que antes tenía Sálvame con TardeAR. Fue Kiko Hernández el que sacó a colación este tema sensible a través de una videollamada. El colaborador les deseó mucha suerte y les vaticinó que les quedaría «muy poquito para ganar a la otra», en referencia a Ana Rosa, ante las risas de los allí presentes.