El anuncio de nocilla que escandaliza a muchos por la presencia de un Satisfyer

P. V. LA VOZ

SOCIEDAD

Fotograma de la polémica campaña de Nocilla
Fotograma de la polémica campaña de Nocilla YOUTUBE: @nocilla

La aparición de un objeto sexual en un nuevo spot de la crema de cacao ha sido criticado por «atentar contra los valores tradicionales»

02 jul 2024 . Actualizado a las 22:03 h.

La Nocilla ha sido una de las marcas que más ha marcado las infancias de los españoles. La crema de cacao patria —basada en la Nutella italiana de Ferrero— permanece en el recuerdo de muchas generaciones de chavales de nuestro país, que endulzaban con ella sus meriendas en casa o en la playa. Con su nueva campaña, el producto de leche, cacao, avellanas y azúcar más conocido, pretende también convertirse en referente de la Generación Z. Pero, en ese acercamiento a este nuevo público, uno de sus recientes anuncios ha encontrado la resistencia  —y la ira— de las generaciones anteriores. Y todo por la presencia de un Satifsyer, el famoso juguete sexual femenino.

El spot en discordia se enmarca dentro la campaña «Díselo con nocilla», que anima al uso de la crema de cacao para ayudar a comunicar noticias incómodas. El corto en cuestión comienza con un hombre de avanzada edad poniéndose un Satifsyer en la frente, como si se estuviera tomando la temperatura. En ese momento, su nieta, poniendo cara de circunstancia ante la embarazosa confusión, le acerca un sándwich de crema de cacao mientras la voz en off comenta: «Cuando le digas a tu abuelo que eso no es un termómetro, díselo con Nocilla».

Si lo que buscaba Nocilla con el vídeo comercial era difusión, sin duda lo ha conseguido, aunque es difícil saber si por la razón que buscaban. La polémica está servida. Los comentarios en YouTube se llenaron enseguida de usuarios críticos y escandalizados con la idea de incluir un juguete sexual en el anuncio de un producto consumido en gran parte por niños, y subrayaban el contraste entre la comunicación actual de la marca con la que había tenido en épocas anteriores, basadas en valores más tradicionales.

Algunos, por supuesto, ya se han lanzado a pedir el boicot de los productos de la marca, por, según su opinión, haberse pasado de la raya. Y hay incluso quien ve detrás de esta nueva campaña pubilcitaria un plan perverso «para corromper y degenerar la sociedad»; quien califica a los creativos de «chusma» por poner como protagonista a «una niña que parece tener 16 años», y hasta gente que alerta del peligro de la «pedofilia» por el pequeño vídeo de seis segundos de duración.

Otros, sin embargo, no por menos ruidosos poco importantes, destacan la valentía del spot, al considerar que ayuda a normalizar uno de los grandes temas tabú de la sociedad sobre la sexualidad y el autoplacer femeninos, y hacerlo, además, desde el humor.

Destacan, además, que la pequeña pieza audiovisual no muestra ningún afán sexualizante ni morboso, sino simplemente una embarazosa confusión que conecta con las nuevas generaciones y con los contextos más actuales.

La marca de cacao untable ha publicado hasta el momento en sus redes sociales cuatro anuncios de su nueva campaña «Díselo con Nocilla», entre ellos el del Satisfyer. Se basa su comunicación en que, como diría Mary Poppins, «con un poco de azúcar», incluso los tragos más duros de la vida bajan mucho mejor. Y si además se combina de leche, cacao y avellanas, pues incluso es más fácil de ingerir si cabe.

En sus spots, se muestran varios mensajes muy en sintonía con la realidad de los jóvenes y de las familias actuales. Como, por ejemplo, el que muestra a una hija que le ha abierto a su padre —se intuye que o bien separado de su madre o bien viudo— un perfil de Tinder para que rehaga su vida o busque nuevas parejas sexuales o sentimentales.

Los otros dos anuncios presentan situaciones más intergeneracionales, como la de una madre que descubre que su hija la ha mentido al decirle que ha ido a dormir a casa de una amiga o al estudiante que ha decidido organizar una multitudinaria fiesta en su piso sin habérselo contado a su compañero.

Todas ellas explicaciones fastidiosas que, al parecer, entran mejor con Nocilla.