En pleno mes de julio se registraron temperaturas por debajo de la media, lluvias superiores a lo normal e incluso nieve
26 jul 2024 . Actualizado a las 09:41 h.En este viernes en el que las nubes vuelven a cubrir el cielo de ciertas zonas de Galicia y descienden las temperaturas, algunos gallegos tendrán la tentación de maldecir el verano. Otros muchos dirán que no recuerdan una estación tan floja, probando que la memoria meteorológica es muy corta. No habría que retroceder demasiado para encontrar un período estival como este.
En julio del 2019, la comunidad también estuvo de forma recurrente bajo la influencia de las vaguadas y poco de las dorsales anticiclónicas debido a las ondulaciones de la corriente en chorro. Fue una estación muy inestable y «ligeramente fría» según el informe estacional de MeteoGalicia.
En un pasado no tan remoto hubo años sin verano. Ocurrió, por ejemplo, en 1932. El 19 de julio incluso nevó en algunas zonas de España. Las temperaturas máximas fueron extremadamente bajas en plena canícula. «Las temperaturas máximas fueron increíbles en un día de verano, con 11 grados en Ávila, Teruel y Soria y 17 en Valencia», apunta Vicente Aupí, divulgador científico y colaborador de la Aemet.
La configuración meteorológica que generó unas condiciones invernales en verano fue un corredor que canalizaba las influencias del extremo norte del Atlántico, al sur de Islandia, hacia la Península. «El mapa meteorológico con la situación en superficie es muy llamativo, con un pasillo de aire frío del norte cuyo patrón evoca a los que solían verse en invierno a mediados del s siglo XX durante las principales invasiones de aire polar», subraya Aupí.
A la nieve y las temperaturas bajas se sumaron además unas precipitaciones muy por encima de lo normal. «Hubo registros de más de 100 litros por metros en 24 horas. Tortosa (Tarragona), tuvo en 1932 su mes de julio más lluvioso, con 186 litros por metro cuadrado. También lo es aún en San Sebastián, con 232».
En Galicia también se registraron lluvias por encima de la media. Según datos ofrecidos por la delegación gallega de la Aemet, en Pontevedra se recogieron en todo el mes de julio 128 litros por metro cuadro, cuatro veces más de lo que suele caer y en Santiago 82, casi tres veces más que la media. En A Coruña, la máxima más alta del mes fue de 26, 6 grados.
El origen del año sin verano, igual que ocurrió con el Tambora en 1816, fue un volcán. «Unos meses antes, en abril de 1932, se produjo la erupción del volcán Quizapú en Chile», confirma el experto. Fue una de las erupciones más violentas en la historia de Chile, y como en otros muchos episodios del pasado tuvo una influencia a nivel global.