Un exfutbolista profesional inglés, condenado por maltrato infantil tras causarle daños cerebrales irreversibles al bebé de su expareja
SOCIEDAD
Kiernan Hughes-Mason, que jugó en los juveniles del Arsenal y el Tottenham, le causó a la pequeña heridas semejantes a las de un accidente de coche a gran velocidad
22 ago 2024 . Actualizado a las 13:36 h.El exfutbolista profesional inglés Kiernan Hughes-Mason, de 32 años, ha sido condenado por lesiones corporales graves y maltrato infantil tras provocarle a la niña de 2 años de su expareja lesiones cerebrales irreversibles, según informan los medios británicos.
Los hechos se remontan a enero del 2020. El que fuera futbolista profesional con clubes como el Arsenal o el Tottenham llamó al teléfono de emergencias para pedir una ambulancia para la niña de su expareja, a la que se había quedando cuidando en casa. Ante la llegada de los paramédicos, Hughes-Mason explicó su versión: estaba en la parte inferior de la vivienda y, de repente, escuchó un gran golpe en el piso de arriba. Al llegar, supuestamente se había encontrado que la niña se había caído de una casa de muñecas.
Sin embargo, la impresión de los sanitarios que acudieron al lugar no concordaba con el relato de los hechos. Tras inducir al coma a la niña, descubrieron hasta 17 heridas diferentes, en sus piernas, la cara y el pecho. Durante el juicio, los doctores compararon los daños de la pequeña con los de las víctimas de un accidente de coche a gran velocidad. «Como una caída desde varios pisos», explicó el fiscal.
Las múltiples heridas en la niña, según la versión médica, parecían haber sido infligidas de forma prolongada en el tiempo, posiblemente entre octubre del 2019 y enero del 2020, cuando se produjo la llamada a urgencias.
Finalmente, tras los indicios claros de que la versión del exfutbolista no cuadraba, Hughes-Mason fue detenido el 14 de febrero del 2020 por lesiones corporales graves y maltrato infantil.
Durante la investigación, los agentes habían visto ciertas contradicciones del exfutbolista con respecto a la niña. Entre ellas, los mensajes que le envió a un amigo, en los que mostraba su desesperación en los momentos en los que tenía que cuidar a la hija de su entonces pareja. «Me está sacando de quicio de verdad; le voy a pegar», dijo en varias ocasiones, y siempre menospreciaba a la pequeña con insultos y asegurando que no era hija suya. Un discurso en privado que contrastaba con la forma en la que se vendió a sí mismo a los agentes del orden, ante quienes se definió como «un padrastro ejemplar y que trataba a los niños como si fuesen suyos», además de recalcar lo mucho que amaba a la pequeña.
El informe médico también apuntaba hacia la inconsistencia de su versión con el estado de salud de la niña. «Todos los expertos coinciden en que sus heridas en la cabeza y el cerebro son consecuencia de haberla sacudido con fuerza y del impacto de su cabeza contra una superficie dura», explica la familia de la víctima en un comunicado, «la única explicación para ese patrón de heridas es que el acusado se las haya infligido deliberadamente».
Finalmente, la justicia ha encontrado a Kiernan Hughes-Mason culpable de los hechos, una sentencia que se hará efectiva el próximo 10 de septiembre.
Hughes-Mason tuvo una destacada carrera como juvenil en equipos como el Arsenal o el Tottenham e hizo su debut profesional en el Millwall, aunque posteriormente se pasó al fútbol no profesional con varios clubes. Desde hace un año se dedicaba a la gestión del Enfield Borough, que inmediatamente tras conocerse la sentencia se desvinculó completamente del que era su mánager.