El auge de la comida para llevar: «La gente quiere bajar a tomar los vinos y que la cena esté lista»
SOCIEDAD
Responsables de distintos negocios de alimentación explican cómo está evolucionando el sector
28 dic 2024 . Actualizado a las 10:33 h.Responsables de cinco negocios de alimentación bastante distintos explican como el auge de los platos para llevar ha ido más allá de la comida rápida del día a día, con lo que cada vez son más las familias y los grupos de amigos que prefieren disfrutar en casa, sin necesidad de cocinar, de las especialidades que les ofrecen para estas fiestas un número creciente de locales repartidos por toda Galicia.
Suso Álvarez (Cunchas Casaprima): «El marisco me lo piden abierto e incluso con vídeo explicativo»
Para los que solo trabajan con marisco local y fresco, como Jesús Álvarez Casaprima, que tiene un puesto en el mercado de Pontedeume, Nochebuena y Fin de Año no han podido caer peor, porque coincidieron justo después de días festivos en los que los barcos no van al mar. «Los que tienen piscina propia podrán vender, pero yo, evidentemente, no le voy a dar a nadie marisco del sábado. La gente lo entiende y, es más, agradece que se lo digas», explica el pescadero que tiene los mariscos cocidos entre sus productos más demandados, por la calidad, y también la comodidad, que ofrece. «Me piden muchísimo centollo y los clientes de aquí, que vienen a buscarlo desde Ferrol o desde A Coruña se lo llevan ya abierto», cuenta Suso Álvarez, que incide en la importancia que tiene acertar con el punto de cocción en este tipo de mariscos, como las centollas, las cigalas o los camarones, que son de los que más éxito tienen en esta época porque no deja de ser un lujo «llegar de tomar los vinos y tener el marisco ya en la mesa». Para ello, cuando el producto se va más lejos o el comprador no está muy acostumbrado a consumirlo, Álvarez llega a servirlo «con vídeo explicativo» sobre cómo hay que tratarlo.
Paula Monteira (La Cazuela): «Incrementamos un 10 % respecto al año pasado»
«Cordero lechal, carnes de ternera al horno, con champiñones, a la pimienta..., rellenos de pollo, vieiras, bacalao al horno, huevos encapotados, mejillones tigre, mariscadas, salpicón...» Paula Monteira Gonçalves ya ha perdido la cuenta de los platos que lleva preparados para estas Navidades y eso que todavía le queda faena, y mucha, de cara a Fin de Año. Calcula que el trabajo se les ha «incrementado un 10 % respecto al año pasado» y confirma que existe una tendencia creciente de llevarse la comida a casa frente a la costumbre más tradicional de salir a comer fuera. Monteira cree que es una mezcla de comodidad y precio. Por ejemplo, la pieza entera de cordero lechal, que es su plato estrella, cuesta con guarnición y todo 185 euros. Y la pavita, una versión generalmente de menor tamaño que el pavo, sale por 80 euros. Con cualquiera de las dos opciones y algún aperitivo antes, come perfectamente una familia gallega media. De ahí que Paula Monteira, al margen del trabajo habitual, esté estos días imbuida «de todo lo típico navideño».
María Martínez (Casa Sedes): «Hay gente que se llevó comida para Nochebuena y para Navidad»
María Martínez Sedes empezó sola justo después de la pandemia y ahora ya tiene personal, servicio a domicilio y ha convertido Casa Sedes en un lugar de referencia y en el barrio ferrolano de Esteiro. Trabajan a diario con menús y potajes de toda la vida como la fabada o el caldo gallego, pero se atreven con todo, desde una mariscada hasta sus apreciadas empanadas caseras. En esta época los platos estrellas son «el rape y el salpicón», como explica esta emprendedora amante de la cocina. El rape, por supuesto, «a la cedeiresa», que es «rebozado, con patatas fritas, guisantes... y su salsa». De hecho, a la hora de prepararlo para que los clientes se lo lleven los componentes nunca van todos juntos. «La salsa la ponemos aparte para echársela en el momento de calentar y, por ejemplo, tampoco hacemos cosas que sean a la plancha para llevar», explica María que no se atreve a ponerle cifras, pero reconoce que el crecimiento de estas prácticas es innegable porque «la gente lo que quiere es bajar a tomar los vinos, llegar a casa y que la cena esté lista». Además, este año le está llamando la atención el hecho de que los pedidos no son precisamente pequeños. Por eso, aunque sabe que «hay gente que se llevó comida para Nochebuena y Navidad, los dos días», le parece un indicio claro de que se están haciendo pedidos también para grupos grandes.
Xulio Laiseca (A Centoleira): «Os envíos consolídanse como un piar importante»
Xulio Laiseca dirige A Centoleira, un restaurante centenario en la playa de Beluso (Bueu) que arrasa en verano y que lo pasa peor en invierno. De ahí que lleve ya años diversificando el negocio en tres líneas fundamentales: la propia sala, A Centoleira na casa (que es su línea de venta por internet con envío por mensajería) y la comida para llevar. Lo más conocido son sus cestas de marisco, pero también tienen éxito, por ejemplo, con las empanadas.
Los envíos los están «consolidando como un piar importante moi pouco a pouco». Calcula un crecimiento del 5 % interanual. En el restaurante hay momentos, como el pasado mes de noviembre «nos que baixa a demanda» y, por contra «o de recoller no local aumentou». En cualquier caso, su forma de trabajar es siempre la misma porque el marisco «non é un produto barato» y «á xente non a podes enganar». Por eso sus cestas de 130 euros estos días están a 170 y su exitoso «pack vermello» de 36 euros se vende a 49 y seguramente después de las fiestas lo puedan ofertar «a 28 o 29 euros».
Chicho Fernández (María Castaña): «Rexeitamos algún pedido por non os dar atendido»
Chicho Fernández, del conocido restaurante María Castaña de A Ramallosa (Teo) reconoce que su fuerte no son las fiestas, sino «o menú do día» que se llevan sobre todo trabajadores a los que no les apetece cocinar al llegar a casa o personas mayores, que no quieren o no pueden ponerse a guisar. Pero eso no significa que en estas fechas navideñas, y particularmente de cara a Fin de Año, no tengan también su clientela. Aunque pueden preparar para llevar prácticamente cualquiera de sus platos, los productos estrella son el jarrete asado al horno, la empanada y, sobre todo, los callos, que prácticamente se han convertido en un emblema del local y ya los hacen pensando no solo en su comedor, sino en los pedidos para llevar. «Cun cadro de persoal tan curto como o que temos tampouco podemos facer moito máis. De feito, incluso chegamos a rexeitar algún pedido por non o dar atendido. Mesmo tratamos de que a xente veña buscalos antes da unha e media para que non se nos xunten coas mesas porque senón entre servir e empaquetar é imposible», detalla Chicho.