La presidenta de Baleares Marga Prohens se suma a una larga lista de cargos públicos que han hecho públicas sus dolencias ayudando a visibilizarlas
29 dic 2024 . Actualizado a las 12:09 h.El anuncio de Marga Prohens de que padece esclerosis múltiple desde los 19 años ha vuelto a poner el nombre de un político a una confesión íntima —la enfermedad— y las dificultades de muchos cargos, lo desvelen o no, para compaginar sus responsabilidades con la dolencia que padecen. En su caso, la presidenta de Islas Baleares no tiró la toalla pese al mazazo que le supuso el diagnóstico cuando apenas había cumplido la mayoría de edad. Y eso que el médico que la trató fue claro con ella. «Marga, esto no se cura y te va a acompañar para siempre», le dijo. La baronesa del Partido Popular, que hoy cuenta con 42 años y es madre de dos hijos, convive con brotes episódicos que desencadenan fatiga, mareos, dificultad para moverse o pérdida de memoria. Ello, enfatiza, no le impide seguir afrontando el día a día con ilusión. «Vivo con pasión mi carrera política, mis relaciones personales, mi entrega y mi dedicación», asegura Prohens, que ha venido a sumarse a la lista de otros políticos que antes que ella ya hicieron públicas las patologías graves que les aquejaban.
El cáncer
Los expresidentes de Aragón y Navarra Javier Lambán y Uxue Barkos, la dirigente del PP vasco María San Gil, la diputada de En Comú Aina Vidal o el alcalde de Bilbao Juan María Aburto son algunos de los dirigentes políticos que han combatido o siguen combatiendo el cáncer. Lambán fue diagnosticado de un tumor de colon y de otro de hígado cuando aún era jefe del Ejecutivo aragonés y que se vinieron a sumar a una esclerosis múltiple detectada en 2010. La enfermedad ha mermado su aspecto físico, pero no ha doblegado un espíritu combativo que le erige una de las contadas voces críticas en el PSOE con la estrategia de Pedro Sánchez. Barkos debió enfrentarse a un cáncer de mama. La vida, según sus palabras, le pegó «un bofetón seco y inesperado», pero logró recuperarse. «El cáncer me ha enseñado que en España tenemos un tesoro que se llama Sanidad pública», sostiene desde entonces.
San Gil y Vidal también ganaron el pulso a la enfermedad. La expresidenta de los populares vascos se vio obligada a abandonar la actividad pública en 2008 por un tumor de mama. Recuperada plenamente, 17 años después dice no pensar ya en el cáncer «ni 30 segundos». Vidal, también aquejada de la misma patología, hizo un gran esfuerzo para acudir a votar la investidura de Sánchez en enero de 2020. Su sí desde el escaño fue acompañado por una sonora ovación. Para el recuerdo queda su retorno definitivo a la Cámara baja una vez restablecida. Aburto tuvo que tomarse un período de descanso en 2021 al frente del Ayuntamiento por un cáncer de duodeno.
El alzhéimer
Pasqual Maragall, histórico alcalde de Barcelona y presidente de la Generalitat catalana entre 2003 y 2007, anunció en 2008 que padecía alzhéimer. «Hicimos los Juegos Olímpicos, hicimos aprobar y refrendar el Estatut y ahora iremos a por el alzhéimer. Y tengo la certeza de que esta enfermedad será dentro de 10 o 15 años vencible y vencida», señaló entonces. Maragall se volcó a partir de ese momento en la lucha contra la enfermedad neurodegenerativa. Hoy vive completamente retirado, con una fundación que lleva su nombre y bajo los cuidados de su familia.
La ELA
El alcalde socialista de La Roda y senador por Castilla-La Mancha, Juan Ramón Amores, sufre desde hace? nueve años esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una dolencia que a menudo causa la muerte entre tres y cinco años después del diagnóstico. Los pacientes que superan este período necesitan cuidados personales constantes. Desde su escaño en la Cámara alta, Amores, designado finalista a senador del año en 2024 por la Asociación de Periodistas Parlamentarios, ha luchado contra viento y marea para la aprobación de la ley ELA después de tres años metida en un cajón. Pero para el alcalde manchego la tarea no ha concluido: «No voy a descansar hasta que la ley llegue lo antes posible a todo enfermo que lo necesite, en cualquier parte del país y con los mismos derechos».
La fibromialgia
La prometedora carrera política de Andrea Levy en el PP se vio frenada a causa de la fibromialgia, una enfermedad crónica que causa fuertes dolores generalizados, una fatiga extrema y dificultades para comunicarse. Levy reveló que la padecía después de que evidenciara un comportamiento errático en diversos actos cuando ejercía como concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Madrid. «Hay días en que apenas puedes levantarte de la cama», explicó Levy, objeto de bulos en las redes sociales en los que se aseguraba que acudía bebida al trabajo. Levy sigue siendo concejala de la capital aunque sin responsabilidades delegadas.
La atrofia muscular espinal
La exsenadora de Podemos Virginia Felipe fue la segunda mujer con atrofia muscular espinal en el mundo capaz de tener hijos. «A mis padres les dijeron que viviría como mucho diez años y a mí que no podría ser madre, y aquí estoy», constató tras ser elegida senadora. De ser una de las dirigentes favoritas de Pablo Iglesias pasó a salir por la puerta de atrás del partido. La misma enfermedad padece desde que era un bebé el ex portavoz parlamentario de Unidas Podemos Pablo Echenique.
Fernández Ordóñez, Zerolo o Azkuna, en su puesto hasta el final
Hay políticos que no superaron su lucha contra la enfermedad pero que se mantuvieron en sus cargos hasta el final. Francisco Fernández Ordóñez solo abandonó su puesto como ministro de Exteriores un mes y medio antes de morir, en agosto de 1992. El alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna falleció, tras años de batalla contra el cáncer, con el bastón de mando municipal en la mano. Pedro Zerolo, emblema de los colectivos LGTBI, también se mantuvo como concejal y presidente de los socialistas madrileños hasta su último suspiro.