María Blasco solicita al Defensor del Pueblo una auditoría de la gestión del centro de investigación, que lleva semanas en el foco mediático tras conocerse sus cuentas deficitarias
30 dic 2024 . Actualizado a las 12:13 h.La directora científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), María Blasco, ha pedido al defensor del pueblo, Ángel Gabilondo, una reunión para explicarle lo que está ocurriendo en esta institución y ha solicitado una auditoría sobre la gestión del organismo investigador.
En una misiva enviada a Gabilondo con fecha del 26 de diciembre y a la que ha tenido acceso Efe, Blasco denuncia un «ataque inaudito a uno de los mejores centros de investigación del mundo». «Me pongo en contacto contigo para pedirte una reunión como Alto Comisionado de las Cortes Generales, en la que trasladarte lo que está pasando con el CNIO, del que soy la directora científica, pero no la responsable de las cuentas», comienza el texto enviado por Blasco.
Para la investigadora, «las campañas de desinformación, que desafortunadamente son cada vez más frecuentes en el ámbito de la política, no deberían nunca afectar a la ciencia o a las/os científicas/os». «Sin embargo, estos días estamos viendo cómo los bulos están alcanzando a la ciencia española y al conjunto del CNIO», añade. «Estoy segura de que compartes la idea de que la investigación contra el cáncer está fuera de la lucha partidista. La ciencia no es ni de izquierdas ni derechas, es un bien común esencial para cualquier democracia. Y es además el camino más certero para avanzar hacia un futuro mejor».
Blasco explica que recurre a Gabilondo porque necesitan que «la independencia y serenidad del Defensor del Pueblo ayude al CNIO, arrojando luz frente al atronador ruido». Según los estatutos, la labor de Blasco es dirigir la estrategia científica y, en base a ello, se evalúa su desempeño, tanto por el consejo científico externo como por el patronato del CNIO. En su carta recuerda que la última evaluación del consejo, en abril del 2023, elogiaba «la excelencia científica» que viene desarrollando el equipo que dirijo ella misma.
Blasco recuerda que el CNIO tiene también un director gerente, que es «quien tiene el poder de firma y quien tiene las funciones de contratación y personal», gerente que, dice, no está bajo su mando. «En la auditoría del Defensor del Pueblo, por supuesto, deberá revisarse mi trabajo y el del gerente, así como cualquier cuestión que se precise», añade. «Nuestros investigadores, que tienen toda la razón en sus demandas de reconocimiento, impulso de su carrera profesional y medios adecuados, se merecen lo mejor tras diez años con el presupuesto prorrogado. Y el CNIO merece que instituciones fuertes, como el Defensor del Pueblo, le aseguren su lugar en el mundo, clarificando su gestión frente a bulos y campañas de desinformación». Blasco concluye: «Estoy convencida de que podemos ponerle freno, aplomo y firmeza a este ataque inaudito a uno de los mejores centros de investigación del mundo. Cuento contigo».
En las últimas semanas, tanto Blasco como el CNIO han estado en el foco mediático tras conocerse las cuentas deficitarias del centro y que un grupo de investigadores había pedido al Ejecutivo la apertura de una convocatoria internacional para elegir a un nuevo responsable; también, por la decisión del último patronato ordinario del 17 de diciembre de pedir una «explicación exhaustiva» de la situación actual del centro, tanto económica como laboral, y sendos informes a la dirección científica y a la gerencia, así como la paralización del Plan de Actuaciones para el 2025 y las actividades ligadas al programa CNIO Arte —del que se demandó una auditoría externa e independiente—.
Blasco denunció la pasada semana que ella y el CNIO están siendo víctimas de una campaña de desinformación «inaceptable» y afirmó que ahora mismo su deber es estar al frente del organismo para «aclarar» la situación y hacer lo que le pidió el patronato. Esta campaña «está dañando muchísimo a la ciencia española, al CNIO y también a mi persona», lamentó Blasco, quien recalcó no manejar las cuentas del CNIO, recordó el presupuesto limitado y negó irregularidades en CNIO-Arte.