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La reprimenda de Ángel Cristo Jr. a Ana Herminia tras acusar al ferrolano Javier de agresión: «Has cometido un error grave»

P. V. LA VOZ

SOCIEDAD

De izquierda a derecha: el ferrolano Javier Mouzo, Ángel Cristo y Ana Herminia
De izquierda a derecha: el ferrolano Javier Mouzo, Ángel Cristo y Ana Herminia MEDIASET

El hijo de Bárbara Rey le quita la razón a su mujer en directo sobre su peligrosa insinuación y le pide que pase página: «Sé que puedes rectificar, cuando salgas y lo veas, lo entenderás todo»

13 ene 2025 . Actualizado a las 14:26 h.

«Un error grave». Así de contundente ha sido Ángel Cristo Jr. para definir a la grave acusación que su mujer, Ana Herminia, vertió contra uno de sus compañeros en GH Dúo, el ferrolano Javier. En una conexión en directo con su esposa, el hijo de Bárbara Rey ha sido muy crítico con ella, haciéndole ver ante toda España un fallo que «no es justificable», le ha pedido ser prudente y la ha conminado a reconocerlo y pasar página.

El tema de la falsa agresión de Javier Mouzo a Ana Herminia ha acaparado la atención en la presente edición de Gran Hermano Dúo, tanto en las galas y debates como en las redes sociales, donde muchos le han afeado a la mujer de Ángel Cristo sus peligrosas insinuaciones y hasta han pedido su expulsión disciplinaria.

Todo empezó tras una discusión fruto de la convivencia. Javier y su mujer, la también ferrolana y ahora ya expulsada Vanessa Bouza, habían discutido a gritos dentro de la casa, lo que provocó el malestar de sus compañeros. Una de los que les llamó la atención fue, precisamente, una incomodada Ana Herminia, que les reprochó haber molestado a la gente que estaba durmiendo o al menos lo intentaba.

Javier se la tenía guardada. Así que cuando pilló a Ana Herminia cantando en el salón a las tantas de la madrugada, el ferrolano le devolvió la amonestación. «¿Ves? Yo respeto, pero cuando otros griten, hay que saber respetar también», le dijo de cerca, mientras le tocaba la rodilla varias veces con clara suavidad.

Ana Herminia no tardó en protestar por la actitud de Javier. A sus compañeros les explicó, una y otra vez, cómo el ferrolano le había, según ella, pegado en la pierna. Mientras lo explicaba repetidamente, se golpeaba a sí misma en el muslo —y no sobre la rodilla, donde la había tocado Javier—. «No puede venir alguien a tocarme en la pierna, eso es agresión», dijo, subiendo su acusación, y golpeándose varias veces más, y con más fuerza, en su pierna.

Después de darse una docena de veces, según han registrado algunos espectadores del directo, la mujer de Ángel Cristo se quejaba del malestar físico. «Me duele la puta pierna», les dijo a sus compañeros, mientras les mostraba marcas de manos en su muslo. «Mira la marca que me hizo el subnormal, tío», evidenció.

Viéndose amparada por las supuestas pruebas, Ana Herminia corrió al Súper para formalizar su queja ante el equipo de GH Dúo. El equipo de Zeppelin no le dio la razón. Negó que existiese tal agresión. Algo que certificó después el presentador Carlos Sobera desde el plató. «De haber existido algún atisbo de agresión, Javier hubiese sido expulsado de manera directa», insistió el conductor del programa. Y le pidió no frivolizar con un tema tan serio.

La concursante amagó varias veces con abandonar el concurso ante la inacción del programa. Y pidió, para aclarar su decisión, hablar con su marido, cosa a la que GH Dúo se negó en un primer momento.

Lo que no podía suponer Ana Herminia era que, precisamente, Ángel Cristo Jr. también se iba a encontrar entre sus críticos. Ya había expresado su malestar con la actitud de su mujer en De viernes. «No tiene justificación», había declarado tajante, «se ha equivocado gravísimamente». Y aunque entendía que, como se suele decir, «la casa magnifica» los sentimientos, para él no era excusa para lanzar unas acusaciones tan serias sobre un compañero.

El hijo de Bárbara Rey tuvo la oportunidad de decírselo a la cara este domingo. Durante el debate, los defensores en plató tuvieron 30 segundos para defender a sus representados. Poco esperaba que las primeras palabras de su esposo iban a ser para todo lo contrario: para censurar su comportamiento. «Tengo que decirte que has cometido un error grave, pero sé que puedes rectificar», comenzó diciendo ante una lacrimógena Ana Herminia. «Cuando salgas y lo veas, lo entenderás todo», le dijo, y le pidió prudencia, sentido común y pasar página.

Aún así, ella no caía de la burra. «Lo siento, pensé mucho en ti cuando pasó eso; cuando hable vas a entender por qué fue», le dijo, manteniéndose en sus trece, aunque dirigiendo ya su acusación hacia la invasión de su espacio personal y no tanto hacia los golpes. «Él sabe de algo que a mí me pasó y que no me gusta que me invadan y me toquen así. Y creo que en el momento y la situación en la que estaba... No lo puedo hablar aquí», dijo.

La reacción de la concursante fue la esperada. Por enésima vez, Ana Herminia activó de nuevo el protocolo de abandono, aunque el programa le permitió hablar con su marido para que este la convenciese de lo contrario. «Es mejor dejar de hablar del tema, ya cuando salgas lo verás. No le des más vueltas», se reafirmó Ángel Cristo, «sin dar su brazo a torcer, cuando se comete un error, se reconoce y se pasa página».

Esta vez, Ana Herminia reconsideró la situación, pidió perdón por sus acusaciones y, finalmente, decidió quedarse en Gran Hermano Dúo.

Una de cal y una de arena para Javier

La situación de Ana Herminia ha puesto al ferrolano Javier Mouzo entre la espada y la pared, en una situación al límite de la que, finalmente, ha conseguido salir airoso y limpio, a pesar de los intentos de ella por ensuciar su concurso.

Pero se ve que Javi no puede vivir ni un día tranquilo. Su mujer, Vanessa Bouza, la primera expulsada de la edición, podía este domingo conectar con sus excompañeros de Guadalix de la Sierra. Y las palabras que le dijo a su marido no fueron demasiado bonitas.

Empezó bien. «Tengo varias cosas que decirte. Primero, que te echo de menos», le dijo como puro espejismo. Todo lo demás fueron reproches.

«Hay cosas que no me están gustando nada; tú sabrás lo que a mí me hace daño y creo que eres lo suficientemente mayor. Sabiendo las circunstancias que tengo, no me estás ayudando nada», le espetó, antes de lanzar una amenaza velada: «Tú sabrás lo que haces».

Javier no podía estar más desconcertado. «Me acabo de perder, no sé de qué me está hablando», dijo, y su mujer intentó arrojar un poco de luz, puntualizando que se trataba de un comentario que le había dicho a su compañera Maica en el jardín. La pista no parecía encender la bombilla de su esposo, que siguió igual de confundido. Y preocupado por lo que su mujer está percibiendo fuera.