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Un súper versiona el famoso Chocolate Dubai, la gente lo agota en minutos y acaba vendiéndose mucho más caro en plataformas de segunda mano

Iago García
IAGO GARCÍA LA VOZ

SOCIEDAD

A la izquierda, el chocolate que puso a la venta Lidl tal y como lo promocionó en sus redes, a un precio de 4,49 euros. A la derecha, captura de una plataforma de venta de segunda mano, donde multiplicó su precio exponencialmente.
A la izquierda, el chocolate que puso a la venta Lidl tal y como lo promocionó en sus redes, a un precio de 4,49 euros. A la derecha, captura de una plataforma de venta de segunda mano, donde multiplicó su precio exponencialmente.

El viernes, Lidl ponía en sus lineales el dulce, que relleno de pistacho se inspira en la receta original. Poco después de la apertura ya no quedaba ni una sola tableta en los establecimientos, pero sí en internet: «No lo han agotado para comérselo, sino para revenderlo»

24 mar 2025 . Actualizado a las 16:32 h.

Dice el refranero que a nadie le amarga un dulce, aunque lo cierto es que la historia que vamos a contar, a pesar de que tiene mucho azúcar, ha acabado por agriar a más de uno. Todo nace en 2021, cuando Sarah Hamouda, una mujer británico-egipcia que vive en Dubai está embarazada y no hay nada que contente su paladar. Es entonces cuando recordando sus orígenes elabora una barra de chocolate que en su interior tiene un relleno de pistacho y un crujiente de hilos de pasta filo, típica en Oriente Medio, que acaba por convertirlo en único. Para quien le gusta el cacao y el pistacho se convierte en marrón objeto de deseo.

De un antojo se pasa a una delicia y provoca que Sarah funde Fix Dessert Chocolate, empresa en la que vende online esta y otras elaboraciones. Diferentes celebridades empiezan a probar el llamado «Chocolate Dubai» y lo dan a conocer en redes. El fenómeno viral se completa con cocineros, famosos y aficionados, emulando la receta y compartiéndola con sus seguidores.

Era cuestión de tiempo que una gran cadena de distribución intentase hacer llegar al gran público este sabor. Y de las primeras en colocarlo en sus lineales en toda Europa ha sido Lidl. Tal y como anunció la multinacional alemana, el pasado viernes 21 de marzo, ponía a la venta a través de la marca que emplea para sus chocolates, J.D. Gross, el capricho culinario de inspiración árabe. «Chocolate con leche relleno con un 45 % de crema de pistacho y crujiente Kadayif —otro nombre en árabe para referirse a los fideos finos característicos de esta elaboración—» puede leerse en su envase.

Con un peso de cada tableta de 122 gramos, su precio alcanza los 4,49 euros. Teniendo en cuenta que el original vale más del triple, las colas el viernes se sucedieron en los supermercados, no solo en España, también en la vecina Portugal, denunciando incluso algunos clientes madrugadores cómo la gente cogía los chocolates en grandes cantidades al desatarse la locura por el producto. De nada había servido madrugar y desplazarse porque los primeros en llegar arrasaron con todas las unidades disponibles.

Pero lo que parecía un éxito de ventas, fruto de una adecuada campaña de márketing y visión de negocio, acabaría pervirtiéndose con el paso de las horas. Después de que el Chocolate Dubai de Lidl durase tan solo una mañana, muchas personas que acapararon la mercancía, se dedicaron a revenderla en plataformas de venta de segunda mano por internet. 

En las conocidas aplicaciones, el valor de venta se colocaba por encima de los 20 euros, pero hubo quien lo multiplicó hasta por más de diez. Así, el competitivo precio de marca blanca para un producto considerado delicatessen, se desvirtuó por completo. Los que querían ejercer de gourmets y probarlo, lamentaron este tipo de comportamientos. 

Numerosos usuarios en redes sociales han criticado el ánimo de lucro y la falta de escrúpulos, calificando la situación como vergonzosa. Al mismo tiempo, se indican alternativas de otras marcas que ofrecen productos semejantes, como la chocolatera suiza Lindt, con una tableta de relleno similar a un precio de 10 euros o los supermercados Primaprix, donde se vende estos días una barra parecida.