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Depardieu reconoce el contacto físico con una de sus presuntas víctimas: «La agarré por la cadera, pero no soy ningún sobón»

Enric Bonet PARÍS / COLPISA

SOCIEDAD

Depardieu, durante su declaración en el juicio
Depardieu, durante su declaración en el juicio Stephanie Lecocq | REUTERS

El conocidísimo actor francés declara con un estilo grosero y despectivo con las mujeres en el juicio por las supuestas agresiones sexuales a dos trabajadoras durante un rodaje

25 mar 2025 . Actualizado a las 16:24 h.

Gérard Depardieu no ha cambiado. El conocidísimo actor francés está siendo juzgado esta semana en París por presuntamente haber agredido a dos trabajadoras durante un rodaje en el 2021, aunque tiene otras 20 denuncias esperando. A pesar de que pueden condenarlo a una pena de hasta cinco años de prisión por este caso, ha declarado este martes ante la corte prácticamente sin ningún filtro. En sus primeras palabras en este juicio, ha dado su versión de los hechos con un estilo grosero y machista. Y también ha aportado una serie de argumentos contradictorios.

El Monstruo (su seudónimo) del cine galo hizo de una singular combinación entre la vulgaridad y el genio artístico su marca de distinción. Pero su grosería le ha jugado alguna mala pasada en su comparecencia ante el tribunal. Aunque ha defendido su inocencia, ha reconocido «haber agarrado por la cintura» a una de las víctimas. A diferencia de lo que había dicho el año pasado después de que lo denunciaran una decoradora y una asistenta de dirección de la película Les Volets verts, esta vez ha admitido un contacto físico con una de las víctimas.

 «¡Quién te has creído que eres!»

«Me enfadé con ella y la agarré por la cintura», ha asegurado Depardieu, de 76 años, sobre unos hechos que ha presentado como una discusión, y quizás una «humillación profesional», con la decoradora Amélie, de 54. En ese momento, el presidente de la corte le ha recordado que durante el interrogatorio el año pasado había negado cualquier contacto físico. El actor se ha justificado con el argumento de que su abogado le había dicho que explicara el mínimo de detalles posible. Además de admitir ese contacto con las dos manos, ha reconocido haberle gritado en la cara: «¡Pero tú quien te has creído que eres!

El intérprete en más de 200 películas o series ha justificado el hecho de haberla «agarrado por la cintura» para no caerse debido a su peso. Ante ese argumento, el juez le ha recordado que en el momento de la presunta agresión él estaba sentado. «Sí, pero pesaba 130 kilos», ha dicho Depardieu, quien en estos momentos tiene un aspecto visiblemente más delgado y envejecido.

En medio de su declaración teatral y a veces sin sentido, pronunciando algunas frases difíciles de entender, ha defendido que lo que ocurrió no tuvo ninguna connotación sexual. «No veo por qué motivo debería divertirme toqueteando a una mujer durante un rodaje. No soy ningún sobón. Hay muchos vicios que no conozco», ha afirmado. También ha reprochado a las que lo denunciaron de no hacer bien su trabajo. Y a los otros miembros de ese rodaje que confirmaron la versión de ellas, los ha acusado de hacerlo por resentimiento.

«Ven a tocar mi sombrilla»

Su versión se ha visto contradicha por las declaraciones de Amélie pocos minutos después. La decoradora ha descrito una escena en que «se dirigió hacia mí y me atrapó entre sus piernas» antes de subir su mano sobre el vientre y acercarla a los pechos. «Entonces, me dijo ven a tocar mi sombrilla» refiriéndose a su miembro, ha añadido esta profesional del cine. «Quizás le dije que las sombrillas —la decoradora las buscaba para una de las escenas del filme— se las podía meter por el culo», ha respondido Depardieu sobre la supuesta agresión.

«A pesar de haber denunciado a Depardieu, he encontrado trabajo en el sector» cinematográfico, ha explicado la decoradora, aunque ha reconocido que «pasé varios meses en que no recibía ninguna llamada». Después de su testimonio, está previsto que este martes por la tarde o el miércoles declare la otra trabajadora de Les Volets verts que lo denunció. Se trata de una asistenta de dirección, de 34 años, a la que llaman Sarah en la prensa francesa y que ha preferido que no desvelen su verdadero nombre. Lo acusa de haberle tocado varias veces el culo durante ese rodaje. Por las supuestas agresiones sobre ellas dos, pueden condenarlo a una pena máxima de cinco años de prisión y una multa de 75.000 euros.