El sector teme que puedan cerrarse las fronteras a las exportación de productos
23 mar 2020 . Actualizado a las 10:43 h.El campo afronta el estado de alarma, que cumple ya una semana, como parte de un sector, el alimentario, crítico y que debe mantenerse en funcionamiento. Pero también con ciertos problemas que pueden poner en dificultades ciertas cosechas. Adoración Blanque, secretaria general de Asaja en Almería, advierte de que el transporte de los trabajadores a las explotaciones se ha complicado, porque hay muchos que no disponen de automóvil propio o de carné de conducir y en los coches no puede ir más de un viajero.
Por ello, afirma Blanque, hay fincas grandes que están trabajando a la mitad de su capacidad, lo que puede llevar a retrasos en los suministros o, incluso, a que haya productos que puedan echarse a perder, si se pasa el tiempo de la recolección. «El pimiento tiene más margen, pero el tomate o el calabacín no esperan», ilustra Blanque, quien añade que puede haber algunos empresarios que abandonen ciertas producciones. «Y si escasea la oferta, los precios pueden subir», avisa. Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de COAG, advierte de que la recogida de la fresa de Huelva puede verse con dificultades. «Sin embargo, la naranja o el melón no tienen problema porque no cabe duda de que aguantan más», añade Góngora.
Desde Asaja, su secretario general, Pedro Barato, pide que se flexibilicen las normas para el transporte de trabajadores a las fincas. Aunque Andrés Góngora matiza: «No exigimos excepciones con nosotros». Sugiere la contratación de autobuses, por ejemplo, entre los que no se utilizan para el transporte escolar. Y, a partir de ahí, solicita aclarar los niveles de ocupación que están permitidos para garantizar la seguridad sanitaria de los trabajadores durante el desplazamiento.
En Galicia ese problema se observa en el sector forestal, donde no habría vehículos suficientes para que los trabajadores de las brigadas de corta de madera llegaran al monte.
Por lo demás, la cadena agroalimentaria funciona sin problemas. El ministro de Agricultura, Luis Planas, asegura que el suministro de todos los insumos que necesitan agricultores y ganaderos están garantizados.
La exportación
Además, lanza un mensaje de tranquilidad con respecto a otra de las inquietudes del campo: las fronteras y la garantía de que se va a poder exportar. Los mercados exteriores, afirma Planas, están abiertos para la exportación y para la importación, por ejemplo, de un bien tan esencial como el trigo de calidad para producir el pan.
Pero desde COAG observan problemas en la llegada de mercancías en Italia, porque hay agencias de transporte que no quieren entrar en ese país.
Góngora también confirma que la cadena alimentaria funciona bien, «aunque se ha tenido que readaptar», por ejemplo, estableciendo en las empresas de manipulado turnos de trabajo más escalonados para evitar grandes concentraciones de personas o la eliminación de la obligación de fichar a la salida del trabajo. En Galicia también se ha elaborado un protocolo para las empresas agroalimentarias de cara a garantizar la seguridad.