Un centro de economía circular para transformar purines de las granjas en fertilizantes y biogás

Los tres proyectos tractores seleccionados ayer por la Xunta para reactivar la economía gallega tras la pandemia tienen la misma importancia estratégica para las autoridades gallegas, pues todos aportarían mucho valor añadido en términos de innovación tecnológica y puestos de trabajo en la comunidad. Pero hay uno que destaca sobre los demás en volumen de empleo generado, con una relevancia especial para el medio rural.

Se trata del desarrollo de un centro para el impulso de la economía circular, pues permite el tratamiento de los residuos generados por las explotaciones ganaderas. La creación de dicho centro requiere de una inversión de 525 millones de euros, lo que permitiría crear 820 empleos directos, casi la mitad de los previstos en todos los proyectos tractores.

El funcionamiento de la planta consiste en crear una red para tratar y valorizar los purines de las granjas, plásticos, residuos industriales orgánicos, basura marina y residuos textiles para procesarlos y convertirlos y obtener como productos finales biogás y fertilizantes de máxima calidad, que volvería a tener como principal destinatario el sector primario gallego. De los residuos plásticos y textiles también se obtendría material reciclado que se incorporaría, ya como materia prima, a otros procesos industriales.

La Xunta también prevé construir una planta de generación de hidrógeno verde, considerado el combustible del futuro, debido a que es casi inagotable y no genera gases contaminantes. Con potencia de 50 megavatios y una inversión de 65 millones de euros, permitiría crear 50 puestos de trabajo. «Os alemáns lévannos algunha vantaxe e Galicia ten que ser referente no hidróxeno verde», manifestó ayer Feijoo, que subrayó que esta planta permitiría cumplir el objetivo de llegar al 2030 con el 100 % de generación de energías renovables.

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