Un ejemplar de gran tamaño fue visto en los últimos días por la parroquia de Noicela, una de las zonas afectadas
30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Por la parroquia carballesa de Noicela, a un paso de la playa de Baldaio, la huella y los destrozos del jabalí se hacen visibles estos días en varias fincas de la zona. Miguel Ángel, propietario de varios terrenos, se topó este miércoles con daños en sus maizales provocados por, al menos, un ejemplar de gran tamaño que ha sido visto recientemente por las cercanías.
«Se ha cebado con todas las fincas. En nuestro caso, tenemos varios animales y nos hemos visto obligados a comprar maíz para darles de comer, porque no nos quedó otra opción. El jabalí campa a sus anchas por aquí y se lo llevó todo por delante, comiéndoselo», lamenta Elvira Muñiz, la pareja de Miguel Ángel. Mucho de lo que ambos cultivan en las parcelas afectadas está orientado al autoconsumo.