Las primeras uvas se cosecharán en Condado y las últimas, en O Salnés
02 sep 2024 . Actualizado a las 17:01 h.Aunque otras denominaciones de origen ya empezaron en agosto, el mes por excelencia de la vendimia es septiembre, y así lo viven en la Denominación de Orixe Rías Baixas. Según las previsiones del consello regulador, los más madrugadores, como es habitual, serán los viticultores de Condado, donde tienen previsto iniciar el trabajo bajo las parras este lunes. Les seguirán en O Rosal y otras subzonas como la de O Salnés, donde suele ponerse fin a la vendimia por estar más al norte y el proceso de maduración de la uva es más lento.
De hecho, las grandes cooperativas de esta zona no prevén iniciar el grueso de la vendimia hasta la segunda semana de este mes. A la espera de cómo evolucione el clima en las próximas horas, los planes de Condes de Albarei pasan por empezar a recepcionar la uva en la segunda semana y, a partir de ahí, la maquinaria ya no se parará hasta final de septiembre teniendo en cuenta que Pazo Baión siempre queda para el final debido a las características de las parcelas. En Paco & Lola esperan iniciar la vendimia entre el 8 y el 10 de septiembre y prolongarla durante doce días, aproximadamente, y en Martín Códax prevén hacerlo a finales de esta semana o a la siguiente.
Bodegas y consello regulador coinciden en la valoración sobre la cosecha del 2024: será abundante y con uva de buena calidad gracias a las condiciones climáticas de agosto. Hasta mediados de julio, las expectativas no eran tan buenas debido a las lluvias de la primavera. En ese momento, el consello regulador estimaba una cosecha de 41 millones de kilos, lo que suponía un 7,5 % menos que el año anterior, así como también un rendimiento por hectárea menor respecto al 2023. Esta proyecciones podrían mejorarse, pero, pese a todo, será difícil alcanzar los 44,3 millones de kilos de uva recogidos en la pasada campaña. Paco & Lola prevé una reducción de un 20 %, un parámetro similar al que manejan otras bodegas.
En todo caso será una cosecha buena porque la uva está muy sana y la calidad es óptima. «Hai un mes esta situación era impensable porque foi unha campaña complexa polas condicións meteorolóxicas», señala el responsable de producción de Condes de Albarei, Alberto Barral. Las predicciones para el inicio de septiembre son favorables y, en todo caso, aunque cayesen unas gotas, incluso sería beneficioso para las plantaciones, explica el experto.
Además de los factores ambientales, hay que tener en cuenta que en la producción prevista para esta campaña influye el incremento de 134 hectáreas en 2024 y una tasa de brotación del 92,7 % superior a la del año anterior, si bien el índice de fertilidad fue menor, según los datos hechos públicos por el consello regulador.
O Salnés fue y seguirá siendo la subzona de mayor producción, con diferencia. De los 42.848 kilos de albariño que se recogieron en 2023, 30.272 procedían del valle regado por el Umia, seguida, a distancia de las zonas de Condado, O Rosal, Ribeira do Ulla y Soutomaior. El resto de las variedades con las que se elaboran los rías baixas (treixadura, loureira, caíño, espadeiro, castañal, sousón, godello, entre otras) representan cantidades mínimas dentro del cómputo total de la DO.
Miles de brazos en las viñas y 23 veedores del consello regulador
La vendimia es una operación de gran envergadura en las Rías Baixas. Moviliza a miles de viticultores y bodegueros y en el consello regulador no es momento para vacaciones. El órgano rector de Rías Baixas distribuirá a 23 veedores (inspectores) para velar porque la uva que llega a las cubas reúna los requisitos de trazabilidad y calidad. Pero esa es solo una parte muy pequeña del equipo humano que se moviliza en estas fechas.
A las miles de personas que estos días trabajarán en los viñedos para surtir sus bodegas familiares, vendérsela a otras bodegas o entregarla en las cooperativas de las que son socios hay que sumar las contrataciones que se realizan para trabajar bajo las parras y en tareas de descarga, transporte, análisis o administración. Por ejemplo, Condes de Albarei prevé contratar a cien personas y Paco & Lola a 80 personas.
En 2023, la vendimia se prolongó durante 47 días y participaron 166 bodegas y 4.628 viticultores, según los datos del consello regulador. Entonces, empezó una semana antes debido a las condiciones de la uva, que atendiendo a su graduación, debe cosecharse cuando alcance entre 12 y 13 grados.
«Se ha notado el tirón del Premio del Albariño, ya cerramos acuerdos con algún viticultor más»
Úrsula González, de Bodega Vionta, habla de cómo afrontan la vendimia en la empresa meañesa
B. C.
Vionta, perteneciente al grupo Ferrer Wines, es una de esas bodegas de pequeño tamaño que conforman la gran familia de Rías Baixas junto a las grandes cooperativas y firmas del sector. Desde Simes (Meaño) ha situado sus vinos en el mercado nacional y en países como EE.?UU, Alemania, Reino Unido, México y Venezuela. Su proyección es ahora mayor tras haber ganado hace un mes el primer Premio de la Festa do Albariño de Cambados. La responsable de enoturismo y relaciones públicas de Vionta, Úrsula González Martínez, comenta cómo se presenta esta vendimia.
—¿Cuáles son las expectativas?
—Prevemos que vamos a tener una producción un 20 % menor que el año pasado porque el racimo ha sido más pequeño y no brotaron tantos, pero la calidad se espera buena gracias al clima de agosto.
—Vionta centra su producción en O Salnés, pero también cuentan con plantaciones en Condado. ¿Plantean la vendimia de forma diferente?
—El 90 % de los viticultores que trabajan con nosotros son de O Salnés y un 10 % de la subzona de Condado. Aún no sabemos cuándo empezaremos, pero pensamos que la vendimia puede durar siete días, para lo cual contratamos a 50 personas. En O Salnés es diferente, la uva la compramos directamente a los viticultores y hacemos una pequeña contratación solo para la recepción de la uva. Los viticultores que nos abastecen no llegan a cien y son, sobre todo, de Meaño, aunque este año nos interesa aumentar la producción porque esperamos elevar las ventas. Ya se ha notado el tirón en el último mes y hemos cerrado acuerdos con algún viticultor más.
—El primer premio en Cambados es un gran aval y por lo que me dice ya les está afectando positivamente...
—Es verdad que gracias al premio ha sonado mucho la bodega, sobre todo para quien no la conocía, y nos ha abierto la puerta a otros viticultores interesados en trabajar con nosotros. La idea es aumentar la producción y esperamos crecer en ventas.
—¿Será necesario ampliar sus instalaciones en Meaño?
—La bodega está preparada para crecer, pero ahora estamos focalizándonos en hacer marca y afianzarnos en el enoturismo a la hora de recibir visitas, no tanto por lo que puedas generar a nivel económico sino por la visibilidad que le da a la bodega. La gente se va encantada.