La feria Castes se consagra como un escaparate global para los nuevos vinos
SOMOS AGRO
El evento presentó elaboraciones gallegas, pero también de otros territorios
25 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Vilagarcía ha vuelto a ser, este domingo, la capital de los vinos. La feria Castes ha celebrado una nueva edición que la ha confirmado como un escaparate global para los nuevos proyectos que van surgiendo en el mundo de la vitivinicultura. Casi un centenar de bodegas aprovecharon el escaparate abierto en la Praza da Verdura de la capital arousana para mostrar sus nuevas propuestas. La mayoría son gallegas, pero este año también se han incorporado a la feria otras llegadas de Italia, Francia y Alemania. Y es que Castes aspira a servir, entre otras cosas, para ayudar al sector gallego a ponerse en contexto. «Nos permite saber el nivel que tenemos, que es muy bueno, y permite también que gente de fuera nos conozca», explica Sito Dieste, el organizador de la feria y del número creciente de eventos que esta tiene asociados.
Pero vayamos, primero, por el evento que ayer reunió en el edificio del mercado de Vilagarcía a las bodegas con un público especializado. Y es que quienes acuden a esta cita suelen ser, así lo explica la organización, «aficionados muy metidos, distribuidores, importadores, sumilleres —los mejores de España y Portugal—, bodegas que vienen a conocer otros proyectos...». En consecuencia, el 80% de la gente que acude a esta cita es de fuera. También de fuera eran, mayoritariamente, quienes el fin de semana asistieron a los conciertos celebrados en A Peixería, convertida para la ocasión en una bodega «en la que conseguimos un sonido muy bueno». En este festival de vino y música se experimentaron nuevas maneras de disfrutar de los buenos caldos: se sirvieron vinos de grifo, una nueva manera de «acercar a la gente unos buenos vinos, además con un discurso de sostenibilidad»; mojitos de albariño, calimochos hechos con tinto de mesa de la comarca, sangría...
La alianza entre música y cultura funcionó tan bien como otra de las actividades paralelas organizadas el fin de semana, el Late Wine Show, un espacio de conversaciones y humor alrededor del mundo del vino.
Sito Dieste no ocultaba ayer su satisfacción por cómo se ha desarrollado esta ambiciosa edición del Castes. Un certamen en el que tampoco han faltado cursos de iniciación a la cata con los que se pretende ayudar a crecer la cultura del vino entre quienes residen en las Rías Baixas. La intención es hacerlo apartando esa sombra de esnobismo que, reconoce Dieste, acompaña desde hace tiempo a este mundo. «Hace años cometimos un error. Es como si le hubiésemos quitado a la gente el derecho a opinar. Hemos hecho un discurso que la gente no entiende», dice. Castes pretende aportar su granito de arena para borrar aquel error y para conseguir elevar el nivel de cultura del vino en una zona especialmente relevante en ese campo. «Tenemos unos vinos excelentes: aquí en la feria tenemos un montón de proyectos interesantísimos que tienen mucho reconocimiento fuera. Pero aquí pasan desapercibidos, no se conocen». Un túnel del vino, el próximo fin de semana, ayudará a cambiar esa realidad.