Medio Rural deja la puerta abierta a darle continuidad a las ayudas al viñedo en la Ribeira Sacra
SOMOS AGRO
La conselleira presentó en Amandi las condiciones de la línea de subvenciones para los viticultores tras las dificultades de esta campaña
10 ene 2025 . Actualizado a las 19:21 h.La Consellería de Medio Rural esperará a ver qué impacto tienen las ayudas al cultivo de viñas en la Ribeira Sacra antes de tomar una decisión sobre su posible continuidad. Los portavoces de este departamento de la Xunta dejaron esta puerta abierta a la extensión de estas ayudas en el tiempo el mismo día que la conselleira María José Gómez se desplazaba a Amandi para presentar la línea de ayudas que publicó recientemente el Diario Oficial de Galicia (DOG).
La conselleira presentó estas ayudas en el mirador de Os Chelos, situado entre las viñas de la parroquia de Amandi y en pleno cañón del Sil, en el municipio de Sober. María José Gómez estuvo acompañada en este acto por representantes de la mayoría de los ayuntamientos con territorio dentro de la denominación de origen Ribeira Sacra.
La titular de Medio Rural recordó que esta línea de ayudas está dotada con dos millones de euros de presupuesto y aseguró que fue consensuada con las asociaciones profesionales agrarias y los sindicatos, con el objetivo, dijo, de responder a las necesidades de un sector que este año se ha visto sacudido por el problema de los excedentes de uva. Muchos viticultores no pudieron vender a ninguna bodega la uva de sus viñas.
Las ayudas aprobadas son únicamente para este año, pero en el sector creen que deberían prolongarse en el tiempo. A este respecto, los portavoces de la consellería apuntaban ayer que «en primeiro lugar analizarase a repercusión e o impacto desta medida e despois, conforme a esa análise, valorarase darlle continuidade nos vindeiros anos».
Como trascendió con la publicación de esta línea de ayudas en el DOG del 30 de diciembre, estos 2 millones de euros se repartirán entre los viticultores registrados en la denominación de origen Ribeira Sacra que las pidan.
Los que tengan viñas en pendiente o imposibles de trabajar con medios mecánicos optarán a un máximo de 2.000 euros por hectárea.
El tope para los dueños de viñas en llano o con ancho y accesos suficientes para utilizar vehículos en ellas es de 1.000 euros por hectárea. Y nadie podrá cobrar más de 50.000.
Hay un mes para pedirlas, desde la publicación en el DOG, y si el número de solicitudes supera el presupuesto, el dinero se repartirá entre todas por igual.