Un proyecto europeo quiere enseñar a poner en valor este subproducto
25 oct 2022 . Actualizado a las 08:17 h.La biomasa es un recurso energético. El problema es que no siempre se aprovecha y, muchas veces, acaba convertida en un residuo, lo que además genera un problema. Por eso en el centro tecnológico EnergyLab llevan ya un tiempo trabajando para sacar el máximo partido a este subproducto. Primero, pusieron en marcha el proyecto europeo Biomasa-AP, para aumentar el conocimiento y potenciar el aprovechamiento de la biomasa. Ahora están ya trabajando en Biomasa-CAP, que incluirá formación y concienciación sobre el uso de este recurso y la transferencia de los resultados de todas sus investigaciones.
Explica Yarima Torreiro, investigadora de EnergyLab, que la biomasa «es toda materia orgánica susceptible de aprovechamiento energético». Se puede clasificar en tres grandes grupos, la natural, que se produce en el entorno; la residual, que procede de desechos de la actividad agrícola; y la producida, que consiste en cultivos implantados y explotados para su aprovechamiento energético. El nuevo proyecto de este centro tecnológico se centrará en la residual, para tratar de dar salida a los restos de poda de kiwi, de vid y de matorrales, fundamentalmente.
La valorización y aprovechamiento de la biomasa es una oportunidad estratégica para ayudar al crecimiento y desarrollo sostenible del territorio transfronterizo. Con esta máxima, EnergyLab lidera el nuevo proyecto europeo, en el que participan cinco socios del anterior: la Fundación Empresa Universidade Gallega (Feuga), el grupo de Tecnología Energética de la Universidad de Vigo, el Instituto Enerxético de Galicia (Inega), el Instituto Politécnico de Viana do Castelo (IPVC) y el Instituto de Ciencia e Innovaçao em Engenharia Mecanica e Engenharia Industrial (INEGI). El objetivo de este programa, financiado por el Interreg V-A España Portugal, es aprovechar los conocimientos y la experiencia del plan anterior y potenciar la visibilidad y percepción de la biomasa no valorizada de alto rendimiento como un recurso estratégico para un crecimiento económico, tecnológico, social y medioambiental sostenible en la zona transfronteriza Galicia-Norte de Portugal.
Para ello, se ampliará y fortalecerá la red transfronteriza de la biomasa, que contaba con más de 130 miembros, se impartirá formación y concienciación sobre el uso de este subproducto como recursos estratégico y se procederá a la capacitación y difusión de las tecnologías evaluadas a la cadena de valor de la biomasa mediante jornadas demostrativas. Habrá, además, charlas divulgativas en centros educativos para dar a conocer a los jóvenes las oportunidades que puede ofrecer este recurso y se potenciará el proceso de co-creación de políticas públicas mediante la detección de estrategias comunes para un óptimo desarrollo de la biomasa no valorizada en el territorio.
Potencial de Galicia
Según Torreiro, el potencial bruto anual que podría extraerse mediante procesos de valorización térmica de la biomasa forestal en Galicia «es de más de 6.000 GWh». Además, los datos de biomasa residual agrícola potencialmente disponible para valorización térmica indican «un potencial energético bruto de 1.563 GWh», explica la investigadora, quien añade que «en este grupo destacan, fundamentalmente, los residuos cerealeros y los restos de poda de frutales, especialmente de castaño y viñedos». Ahora, es preciso aprender a poner en valor la biomasa para lograr hacer realidad todo ese potencial. «El proyecto en el que trabajamos en la actualidad tiene como principal objetivo desarrollar actividades de transferencia de resultados, de los conocimientos y resultados derivados de la experiencia obtenida en Biomasa AP», asegura Torreiro.
Ese plan proponía como procesos de la valorización de la biomasa con fines energéticos «la combustión, la gasificación y la microgeneración para la obtención de calor y electricidad, algo que es estratégico para un crecimiento y desarrollo sostenible a nivel económico, y más en el contexto geopolítico actual», añade la investigadora. Para lograr esto, se caracterizó la biomasa, se optimizaron los sistemas de recogida y se densificó y agregaron nuevos aditivos para la obtención de nuevos biocombustibles que poner en valor mediante ensayos de combustión, gasificación y microgeneración.