La Misión Biológica invita al sector agrario a conocer todas las semillas que custodian
14 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hace ya trece años que Olleros colabora con la Misión Biológica de Galicia en la recuperación de antiguas variedades autóctonas. Un trabajo en el que también está presente Cavada, que se encarga de plantar y ver el rendimiento que se les puede sacar. Desde la entidad investigadora aprovecharon ayer para recordar que este tipo de colaboraciones están abiertas a todo el mundo y que agricultores y restauradores pueden llamar a sus puertas para buscar nuevas variedades que enriquezcan sus cultivos o sus platos. «Os bancos de sementes son como bibliotecas, que non teñen sentido se ninguén utiliza eses libros», sostiene Peón.
En la Misión Biológica hay guardadas y catalogadas semillas de más de 1.700 variedades diferentes de maíz, brásicas y legumbres. «Nós agora estamos empezando a traballar coas brásicas, que forman parta da nosa forma de vida en Galicia e que son tan necesarias na alimentación», cuenta Olleros. Los investigadores, recuperan y conservan las semillas, sobre las que además realizan todo tipo de estudios morfológicos y químicos, «tamén das substancias que inclúen e que pode ser beneficiosas para a saúde», añade Peón. Con ellos colaboran «pequenos produtores que están facendo cousas moi boas. Pero queremos que outros tamén se acheguen. Nos facilitamos sementes e investigación», añade. Porque recuperar esas variedades antiguas no solo genera riqueza económica, también en el medio ambiente. «Son beneficiosas para o solo e para a biodiversidade», sostiene.
Por otro lado, la demanda de estos cultivos que provienen de variedades autóctonas está creciendo. «Eu quero crer que é unha tendencia, que cada vez máis restaurantes e xente están máis concienciados e apoian aos pequenos produtores que traballan con sementes de antes», añade Cavada. Sostiene que el trabajo del pequeño productor, del que hace las cosas bien y se preocupa por el entorno, es muy duro. Porque percibe un beneficio muy pequeño por una labor que, al final, repercute en el bien común. Por eso los tres promotores de esta original iniciativa aprovechan la ocasión para pedir el respaldo de las administraciones y más presupuesto que permita a los investigadores seguir adelante con sus trabajo y a los agricultores producir de una forma sostenible. «A horta é un campo moi duro por iso temos que reclamar que se invista, que haxa máis presuposto. Sabemos o que temos que facer para producir con sustentabilidade», sostiene Olleros, que pide fondos para la investigación y para el campo.