La eliminación del IVA no contiene la subida de los precios de frutas y verduras

a.martínez VIGO / LA VOZ

AGRICULTURA

María Cuadrado

El pimiento es una de las verduras que más ha subido. Ahora cuesta el doble que hace un año

22 mar 2023 . Actualizado a las 09:33 h.

Pese a algunas excepciones, los precios de frutas y verduras siguen escalando haciendo que la eliminación del IVA empiece a dejar de notarse. En los estantes de las tiendas y supermercados predomina todavía la fruta de invierno. Lo que más abunda son manzanas de todas las variedades, naranjas, clementinas, peras y también las fresas, que empezaron a llegar en diciembre. Comienzan a verse frutas de hueso, pero no son de producción nacional sino de importación, concretamente de Sudamérica. La uva también es de fuera, concretamente de Sudáfrica y de Perú, y comprarla ahora es más caro que en su propia temporada durante los meses de septiembre u octubre. Está a seis euros el kilo, cuando la nacional en su época ronda los cuatro euros.

La manzana Golden se vende en el pequeño comercio a un promedio de 2,40 euros el kilo, mientras que a Pink Lady se va hasta los 3,15 y una tabardilla a 2,90. Son precios altos respecto al año pasado. Bajaron un poco con la eliminación del IVA, pero han vuelto a remontar. Sin embargo, el plátano de Canarias sí ha bajado de precio. Llegó a estar a 3,50 euros el kilo hace unas semanas y ayer se podía comprar a 2,20. Otro producto que ha moderado su precio son las lechugas, a 0,90 euros, pero han llegado a estar a 1,40. En cualquier caso, los precios son inestables y pueden volver a subir.

Pimientos

Lo más prohibitivo es el pimiento. Cuesta casi el doble que hace un año. Tanto el rojo como el verde han pasado de 2,50 a 4,60 euros el kilo en el pequeño comercio. Las judías también han duplicado su precio. Ayer habían bajado ligeramente, pero hace una semana llegaron a los 6,50 euros el kilo. El manojo de grelos ha subido hasta los tres euros, cuando el año pasado no costaban más de dos. La zanahoria también está muy cara, a 1,50 euros el kilo, cuando hace poco se podía comprar a no más de 60 céntimos.

Hay factores que han influido en el rali de los precios. La última ola de frío hizo descender la producción de verduras. Al haber escasez, los proveedores subieron los precios, haciendo que este alza repercuta en el bolsillo de los consumidores.