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Buscan productores de patata para ayudar en un proyecto de investigación

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Santi M. Amil

La Universidade de Vigo tiene en marcha un proyecto que quiere mejorar la calidad y sostenibilidad del cultivo

25 abr 2023 . Actualizado a las 18:42 h.

En la Universidad de Vigo participan en un proyecto cuyo principal objetivo es contribuir a mejorar el cultivo de la patata en Galicia. Quieren probar técnicas que permitan a los productores utilizar menos productos químicos, tanto para combatir plagas como para fertilizar el terreno, y que les ayuden a conseguir un producto de mayor calidad. Pero, para ello, precisan de la ayuda de los agricultores gallegos. Han puesto en marcha una encuesta online, con el fin de conocer qué técnicas se utilizan ya en la comunidad para el cultivo de este tubérculo o qué necesidades tienen los productores, y precisan que sean los agricultores los que la respondan. Así que hacen un llamamiento a todos aquellos que cultiven patatas, para que pierdan unos minutos echándoles una mano. El esfuerzo, merecerá la pena.

Soildiveragro es el nombre del proyecto europeo en el que participan un total de siete países cuyo objetivo es conseguir una mejora de la biodiversidad del suelo para promover su estabilidad y resiliencia mediante la reducción de insumos externos y el aumento del rendimiento de los cultivos. En España, se han elegido dos zonas de estudio: el área atlántica, representada por Galicia, y la mediterránea (Cartagena). Y en la comunidad gallega trabajan en este proyecto la Universidad de Vigo, con la facultad de Ciencias de Ourense y el grupo GEN de economía aplicada, la Fundación Empresa Unversidade (Feuga), el Instituto Ourensano de Desarrollo Económico (Inorde) y un agricultor de A Limia, en cuyas parcelas se llevará a cabo parte de la investigación.

«Este proyecto busca establecer estratégicas técnicas que nos permitan una producción de patata más sostenible y de mayor calidad», cuenta Marina Gómez, una de las investigadoras. Pero, para conseguir llevar a cabo esta parte de la investigación, antes precisan conocer la opinión de los productores de patata gallegos. «Necesitamos un número muy grande de productores que nos explique cuáles son los problemas que se encuentran, si conocen algunas de las técnicas que queremos estudiar y si las han aplicado alguna vez, entre otras cosas», explica. La encuesta ya estuvo abierta en un primer período, en el que lograron la implicación de 21 productores. Pero precisan más, así que la han puesto de nuevo en marcha y así permanecerá hasta el 30 de abril. Si no logran conseguir todas las respuestas necesarias, harán un nuevo llamamiento, que está previsto entre el 15 de mayo y el 15 de junio.

Los investigadores calculan que solo se necesitan unos veinte minutos para responder a las 32 preguntas, que van desde explicar las características de la explotación a saber qué técnicas se utilizan para la gestión del suelo y si se está satisfecho con las mismas. También se centran en conocer la opinión de los agricultores sobre cuáles considera que son las mejores técnicas para la gestión del suelo y si creen que es rentable invertir en una buena calidad del suelo, entre otras cosas. Podrán responderla todos aquellos productores de patata gallegos, sean agricultores a tiempo completo o parcial. Participar en esta encuesta puede tener premio, pues entre todos los participantes se sorteará una tarjeta regalo por valor de 200 euros.

Conocer la opinión de los agricultores es una de las partes fundamentales de este proyecto. La otra son los casos de estudio que se llevarán a cabo en la comunidad, concretamente, en la zona de Xinzo de Limia. Allí se está investigando como la diversificación y rotación de cultivos puede mejorar la producción de patata. También, si es posible instalar cultivos trampa, es decir, plantar alrededor otras especies que atrapen a los parásitos responsables de las principales enfermedades que afectan a la patata. Otra de las técnicas que se está investigando es la de plantar variedades micorriazas, es decir, inoculadas con microorganismos que las ayude a ser más resistentes y a captar mejor el nitrógeno y el fósforo del suelo, evitando así el uso de fertilizantes químicos. Por último, también se está trabajando con sistemas que alerten de la presencia de plagas. «A veces se añaden los herbicidas de forma preventiva y este sistema utiliza los datos de estaciones meteorológicas para informa en qué momento es mejor aplicar los tratamientos porque se dan las condiciones para que, por ejemplo, haya un ataque de mildiu», añade Gómez. Los resultados de estas investigaciones permitirán a los agricultores obtener una patata de más calidad utilizando para ello menos fitosanitarios y fertilizantes.