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La sequía provoca el mayor siniestro en la historia del seguro agrario

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Fabián Simón | EUROPAPRESS

Agroseguro calcula que las indemnizaciones por los daños ocasionados en los cultivos herbáceos ocasionados por la falta de agua superarán los 300 millones de euros

11 may 2023 . Actualizado a las 09:51 h.

La falta de agua está teniendo consecuencias catastróficas sobre algunos cultivos en buena parte de España. Tanto es así que Agroseguro, la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados, calcula que este episodio de falta de agua ocasionará el mayor siniestro en la historia del seguro agrario. Aunque todavía es preciso hacer la tasación de daños, la entidad estima que tendrá que abonar cerca de 300 millones de euros por los daños ocasionados a los cultivos herbáceos. 

Galicia es, por ahora, una de las pocas comunidades que no está sufriendo las consecuencias de la sequía. Pero en otras zonas, como Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha y Cataluña la falta de agua está echando a perder cosechas enteras. Agroseguro ha hecho ya cálculos de lo que lo costarán las primeras indemnizaciones por los daños que han sufrido los cultivos herbáceos de secano, como los cereales de invierno, las leguminosas y la colza. Y estas alcanzan ya los 300 millones de euros, una cifra que podría incrementarse si continúa sin llover. 

Según esta entidad, la superficie siniestrada alcanza de sobra los 1,5 millones de hectáreas, las dos terceras partes del total asegurado. La evaluación final de los daños se realizará de forma paralela y coordinada a los trabajos de recolección, que arrancarán a mediados de mayo en las zonas productoras más tempranas y finalizarán a finales de julio en las más tardías. Agroseguro explica que la actual campaña de cultivos herbáceos comenzó con un otoño y un principio del invierno anormalmente cálidos, con anomalías térmicas en toda España y una ausencia de precipitaciones muy acusada en octubre y noviembre. Así, aunque diciembre fue húmedo, tampoco se registraron precipitaciones durante el primer cuatrimestre del año.

Estas condiciones provocaron que las siembras más tempranas, las realizadas entre octubre y noviembre, tuvieran un desarrollo muy acelerado, consecuencia del invierno suave y de las precipitaciones de diciembre. Sin embargo, ahora se encuentran en estados fenológicos de máximas necesidades, sin reservas hídricas y con evidencias de marchite irreversible en zonas como Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Cataluña y Aragón. En Castilla y León, gracias a que las precipitaciones invernales fueron algo mayores, aún existe una mínima reserva de agua en el suelo, aunque ya se aprecian síntomas de sequía en buena parte del territorio. 

Desde Agroseguro recuerdan que el riesgo de sequía es una de las coberturas del seguro agrario para los cultivos de secano como los cereales de invierno, las leguminosas, la colza y el girasol, aunque también se puede aplicar a otras producciones como la uva de vino, el olivar, la remolacha de secano, el almendro y el avellano. 

La entidad también sostiene que el período de repetición de las sequías se ha reducido en los últimos años. Mientras en décadas anteriores estaba entre los siete y diez años, ahora el plazo es mucho menor y hubo ya episodios de falta de agua en el 2017, en el 2019, 2022 y este año. Hasta ahora, y en término de indemnizaciones, las sequías del 2012 y del 2017 eran las que habían generado mayores pagos a los agricultores, 210 y 190 millones de euros, respectivamente. 

El pasado año, las indemnizaciones también fueron elevadas, de 220 millones de euros. Pero entonces no solo fue la sequía la que afectó a los cultivos, la helada sufrida a principios del mes de abril elevó cuantiosamente estos pagos al ocasionar daños en frutales y viñedos.