De las verduras no se tira ni una hoja

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AGRICULTURA

Marcelino Rosario | EFE

Conservándolas y limpiándolas adecuadamente, estos alimentos puede durar mucho más en el frigorífico, además de que existen múltiples recetas que ayudan a aprovechar desde la piel hasta las hojas exteriores

12 ene 2024 . Actualizado a las 08:20 h.

De las verduras se como todo, desde las hojas exteriores a los tallos pasando, por supuesto, por la piel. Porque estos alimentos no solo pueden ser las protagonistas de un sinfín de recetas diferentes, sino que también se encuentran entre las más fáciles de aprovechar, evitando así el desperdicio alimentario, que es uno de los grandes objetivos de la nueva Política Agraria Común (PAC) previsto en estrategias como De la granja a la mesa. Para conseguir este máximo aprovechamiento es imprescindible empezar por una buena y adecuada conservación, seguir con una limpieza adecuada y, sobre todo, echarle imaginación. Porque con las verduras podemos hacer tortillas, croquetas, guisos e incluso un buen arroz. 

Lo primero que hay que hacer cuando las verduras llegan a casa es conservarlas de forma adecuada. Ya sea en el frigorífico o en la despensa, lo mejor es que las dejemos enteras y sin pelar. Si por cualquier razón es preciso cortarlas y pelarlas, es mejor guardar los trozos en bolsas separadas y cerradas al vacío, pues así evitaremos que se oxiden. Hay quien aconseja comprar las verduras con sus hojas, raíz y tallos, pues todas esas partes se pueden aprovechar. Pero es preciso separar esas partes antes de guardarlas en el frigorífico, pues causan la pérdida de agua. 

Eliminar los restos de pesticidas es el motivo por el que mucha gente deja las verduras en agua durante prolongados períodos de tiempo. Sin embargo, esa práctica provoca provoca una pérdida de nutrientes y de sabor. Hay incluso quien aconseja no pelarlas, sobre todo las que se van a cocer, pues en la piel están las vitaminas, enzimas y antioxidantes. Es mejor lavarlas enteras bajo un chorro de agua fría, para eliminar los restos de tierra. 

Las verduras son un alimento muy versátil, que pueden protagonizar cualquier menú o convertirse en un sano acompañamiento. Y son también un plato muy fácil de aprovechar incluso una vez cocinado. Con las verduras se puede hacer una rica menestra o un puré o crema, además de tortillas croquetas y arroces, dándole así una segunda vida y reduciendo el desperdicio alimentario

Aprovechar tallos y hojas exteriores

Uno de los problemas que presentan las verduras es que el desperdicio alimentario se producen antes de que lleguen a la cocina, pues en muchos casos las hojas exteriores o los tallos acaban en la basura. Sin embargo, cada vez hay más recetas que permiten aprovechar hasta la última hoja de estos alimentos. Por ejemplo, asando en el horno las pepitas de calabaza o cocinando el brócoli con las hojas y los tallos, que posteriormente se rallan para dar un toque a empanadas o cremas. También se puede hacer una sopa con los tallos. Con la monda de las zanahorias se pueden hacer snacks y con las de las patatas, unos chips en el horno. 

Viu

Con la piel de frutas y verduras también es posible hacer mermeladas o infusiones, así como cubitos de hielo, que pueden ser utilizados para cocinar. Hay, incluso, quien elabora ambientadores caseros utilizando las pieles de las frutas. Todavía hay más. Porque las hojas de remolacha, por ejemplo, se pueden incorporar a las ensaladas o cocinarlas como si fuera acelgas, mientras que las de la zanahoria pueden ser un perfecto perejil. Con las partes verdes de ajetes, puerros o cebolletas es posible aromatizar los sofritos.

También hay quien no es partidario de pelar las verduras. De hecho, si la calabaza se cuece con la piel será más rica en proteínas, mientras que las patatas ganarán en hierro y los pepinos en vitaminas. Zanahorias y tomates aportarán mucha más vitamina C a la dieta si son consumidos también sin pelar.

Con estas sencillas prácticas, no solo se conseguirá mejorar el aporte de vitaminas y minerales de frutas y verduras, sino que también se ayudará a reducir el desperdicio alimentario que persigue la PAC y la estrategia De la granja a la mesa, pues pieles, semillas y tallos harán que nuestras comidas sean más deliciosas y, de paso, más nutritivas.